Productos light: un arma de doble filo

 

La información que aportan los envases de los alimentos es fundamental para conocer su composición y saber si se trata o no de productos light.

TEXTO. LIC. NATALIA ROMERO MATHIEU. CENTRO DE NUTRICIÓN INTEGRAL DR. CRISTIAN MEYER.

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En nuestro país la moda por consumir productos “light” se inició a finales de los años ‘80, siendo los ‘90 el momento de mayor auge de este tipo de productos debido a las importaciones. Muchos provenían de los Estados Unidos y encontrábamos en su rotulación la palabra “diet”.

Esta situación ha llevado a que actualmente los consumidores se muestren un tanto confusos en relación con la denominación que reciben los productos.Muchos relacionan la palabra “dietético”, “diet” o “light” con alimentos diseñados para el descenso de peso y no siempre es así.

El Código Alimentario Argentino (CAA) define a los alimentos “dietéticos” como aquellos que han sufrido alguna modificación en su composición, y que se encuentran destinados a satisfacer necesidades particulares de nutrición y alimentación de determinados grupos poblacionales. Por lo tanto, no siempre son productos reducidos en sus calorías sino que puede tratarse de productos para celíacos o diabéticos, o alimentos fortificados.

En este marco y con el fin de ayudar a los consumidores en sus elecciones diarias, evitando confusiones, es que en el año 2004 entró en vigencia en el Código Alimentario la Resolución Conjunta 40/04, incorporada en el artículo 235 quinto del mismo, por la cual se autorizó y normatizó el uso de la “Información Nutricional Complementaria” (INC) en rótulos y avisos publicitarios de los alimentos.

Entre otros términos,esta Resolución permitió el uso de la palabra “light”, a fin de diferenciar alimentos que han sido reducidos en alguno de sus componentes en comparación con un producto regular de la misma marca. Para que dicho término pueda aparecer en el alimento, el mismo debe cumplir con ciertos requisitos definidos en la resolución; por lo tanto, el alimento deberá:

- cumplir con el atributo “bajo” especificado en la norma; o

- ser reducido en un mínimo del 25% en el contenido energético y/o en el nutriente declarado respecto del alimento, y otras condiciones definidas por la norma, según corresponda.

HAY QUE LEER LA ETIQUETA

Por lo tanto, cuando encontremos productos “light” debemos prestar atención a los nutrientes que han sido reducidos porque no siempre se trata de sus calorías. Y el arma con la que contamos es la interpretación de la Información Nutricional presente en ese producto.

Muchas veces encontramos alimentos con la denominación light pero sus calorías son las mismas y sin embargo ha habido una reducción de sodio, o se ven disminuidos sus azúcares pero a esto lo acompaña un aumento de sus grasas.

En conclusión, esto evidencia que la palabra “light” no implica que un producto sea apto o recomendado para un tratamiento de reducción de peso, incluso pueden hacer aportes de otros nutrientes en desmedro de los objetivos buscados. Por otro lado, existen productos que sí cumplen los requerimientos sugeridos por los profesionales pero si no son respetadas las porciones recomendadas ejercen un efecto similar que un producto regular en su porción habitual.

Por todo lo mencionado es que recomendamos la lectura habitual del rotulado nutricional a fines de realizar opciones saludables, pero manteniendo nuestra independencia en las elecciones. De esta forma podremos evitar los engaños que muchas veces acompañan las campañas publicitarias.