“Andan diciendo”

El radiopasillo de las facultades ya es furor en las redes sociales

  • En Facebook, páginas creadas por los estudiantes publican frases dichas y escuchadas en las universidades. La de la UNL tiene 15 mil seguidores; la de la Tecnológica nacional, más de 27 mil. Una mirada comunicacional del fenómeno.

1_PA.jpg

Dímelo en secreto y a escondidas. Las redes sociales como Facebook son el medio donde lo dicho en los claustros universitarios se hace público. Foto: Archivo El Litoral / Pablo Aguirre

 

Luciano Andreychuk

[email protected]

Una frase graciosa por el ingenio, su sentido escatológico o absurdo, escuchada al pasar en algún pasillo universitario. La sentencia de un profesor que en clase deja muertos de risa a sus alumnos, o contrariados o alterados -el efecto siempre es movilizante-. El ringtone del celular de una bibliotecaria que chilla un sexy “perreo” reggaetonero. En las facultades puede escucharse de todo. Pero para que exista con entidad de enunciación pública, lo que se escucha debe convertirse en el mensaje de un medio. Y el medio fetiche de las nuevas generaciones es Facebook.

Entonces, hay materia prima de sobra (frases, diálogos, etc.); hay recopiladores -los propios alumnos oyentes de esas cosas dichas-, y hay un medio de acceso libre que permite convertir esas alocuciones en mensajes públicos, cuyo alcance viral se expande sin límite (la red social aludida). Todo ello se conjuga para dar forma al boom de las páginas denominadas “andan diciendo”: perfiles creados por estudiantes de las distintas facultades del país, donde se recopilan, editan y publican frases, diálogos entre alumnos, dichos de profesores y todo lo que se puede oír en las facultades.

Ése es el “radiopasillo” universitario que se propaga y suma huestes de seguidores virtuales. Un caso emblemático en nuestro medio: el perfil de Facebook “La UNL anda diciendo”. Cuenta con casi 15 mil seguidores, tuvo un exponencial crecimiento desde que se creó, hace apenas unos meses (2 de mayo de este año). La página invita: “Si sos de alguna facultad de la UNL y tenés frases que se transformaron en leyenda, te invitamos a compartirlas”. El humor y la espontaneidad -también lo grotesco- marcan casi todas las más de 400 placas con “colaboraciones”.

Ejemplos: una de las placas más graciosas dice: “¿Dónde tu quieres que te dé una mordidita mami? ¡En la cosita, uy!...” (es el ringtone de la bibliotecaria de una de la facultades de la UNL). “Chicos, ¿ustedes ahí atrás van a seguir de picnic? Porque si es así, yo la próxima clase me traigo un tupper con papas con mayonesa” (dicho en clase por una profesora de Literatura). En otra placa, un profesor de química inorgánica compara la flatulencia de la población mundial con el avance del calentamiento global. La lista es interminable.

Tecnológicos y católicos también

Dos casos emblemáticos son “La UTN anda diciendo”, junto con el de la Universidad Nacional de Rosario (“La UNR anda diciendo”). Ambas fueron las precursoras de estos perfiles sociales en el ámbito universitario. Pero la idea matriz del formato pertenece a una página que marcó la tendencia: “La gente anda diciendo”, que reúne y recopila frases dichas y escuchadas en lugares públicos (sobre todo de Buenos Aires), aportadas por colaboradores anónimos.

El perfil de la UTN fue creado por estudiantes de 1º año de la regional Rosario de esa universidad. La idea surgió una noche después de rendir un final: los chicos festejaban la aprobación del examen, con pizzas y cervezas de por medio. “El aburrimiento y una computadora hicieron que surja esta página”, contaron a El Litoral sus autores, que preservaron el anonimato. A las pocas semanas de estar en la red social, la página sobrepasaba los 25.000 likes (clicks en “Me gusta”), llegaba a las 29 facultades del país -incluida la de Santa Fe- y tenía 200 frases publicadas. Hoy la siguen 27.500 personas.

“En las primeras semanas recibíamos entre 1.000 y 2.000 frases por día. Algo impresionante, nos desbordó. La gran mayoría de las personas que nos siguen tiene algún tipo de relación con la UTN (estudiantes, profesores, profesionales, graduados). Aunque también hay externos”, contaron los administradores. Además, gracias a que las frases son compartidas, “cada una de ellas llega a ser vista por más de 30 mil personas”. En la página se pueden encontrar frases de la regional Santa Fe.

Algo más moderada en el contenido de sus frases es el perfil de la Católica local, “La UCSF anda diciendo”. Tiene casi mil seguidores, y unas 70 placas con colaboraciones. Hay un cartel donde se advierte que no se publicará ningún nombre de profesores de esa casa privada, y que los comentarios que contengan alguna identidad serán eliminados para cuidar y conservar la página.

Algunas frases

  • "Imagínense a Messi, Ronaldo y Neymar en el mismo equipo. Así estaba integrado el ejército romano e igual lo derrotaron”.

(dicho en clase por un profesor de Derecho) La UNL anda diciendo

  • "Yo tenía un gatito que le gustaba comer pasto y ladrillos... Me comió un campo y dos departamentos”.

(dicho en la UTN Santa Fe) La UTN anda diciendo

  • "Una vez alguien aprobó esta materia, después se murió. En su lápida pusieron ‘Aprobó Matemática Superior’”.

(dicho en la UTN Santa Fe) La UTN anda diciendo

  • "Cuando agarre a un maya, lo agarro a puñetes, porque me endeudé pensando que venía el Fin del Mundo”.

(frase escuchada en la Católica) La UCSF anda diciendo

análisis

por L.A.

Pertenencia, cholulismo y rebeldía

  • Las tecnologías digitales siguen haciendo estallar categorías que explicaron la interacción humana durante décadas. Las páginas “andan diciendo” nacen de la intención de exponer públicamente parte del interminable abanico de frases, rumores y trascendidos que integran un espectro de comunicación oral dentro de una determinada comunidad académica. Voces que son dispositivos que activan, promueven y hasta organizan la rutina viva de un espacio social como una facultad.

Ahora, lo dicho en un espacio ciertamente cerrado se cosifica -en una placa- y se vuelve mensaje: adquiere entidad de enunciación pública al ser transmitido y re-transmitido ad infinítum en un medio viral como Facebook y otras redes.

Puede verse este fenómeno desde cierto “cholulismo” estudiantil, sano en la medida que se eviten agresiones y se resguarden datos personales. Puede observarse también un sentido de pertenencia a un espacio académico. Y quizás hasta cierta rebeldía contestataria contra el “sistema” o el “orden establecido”, es decir, contra la facultad y sus normas estrictas, contra la autoridad docente, etc. Pero, fundamentalmente, hay una necesidad de reírse de aquello de lo que se es parte.