Pistas de la investigación

Buscan en Córdoba a la banda que secuestró a un empresario

Está identificado y con pedido de captura el dueño de una moto Yamaha de 150 c.c. que fue hallada en el lugar donde dejaron a la víctima. El hecho ocurrió el 3 de julio en Suardi y conmovió a los pobladores.

 

De la Redacción de El Litoral

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La investigación por el secuestro y liberación de un empresario de la localidad de Suardi, en el departamento San Cristóbal, avanza a paso lento pero firme en lo que a su esclarecimiento refiere. La primera versión de que podría tratarse de una banda de cordobeses, que decidieron cruzar la frontera interprovincial y aventurarse en un delito por el que no recibieron ni un centavo, parece al día de hoy la más firme.

Los investigadores de la Unidad Regional XIII, que trabajan en colaboración con la División de Delitos Complejos y la Unidad Antisecuestros de la provincia mediterránea, lograron identificar al dueño de una moto Yamaha de 150 c.c. de color negra, que fue hallada entre unos pastizales, cerca del lugar donde estaba Rodrigo B. el hombre de 38 años secuestrado el 3 de julio pasado.

Según confirmó una alta fuente del lugar, la moto no tiene pedido de secuestro por robo y cuando fueron en busca de su titular, éste ya se había fugado y dos semanas vista nada se sabe de él en los lugares que solía frecuentar.

Todos esos indicios lo convierten en el primer sospechoso de articular, sino de manera directa, al menos en la logística de la banda de malvivientes.

Teléfonos móviles

Además, como resultado del cruce de llamadas telefónicas realizadas en la zona y en el horario del secuestro, la policía comenzó a seguirle la pista a personas físicas con domicilio en la capital cordobesa y que también se encontrarían prófugas.

Si bien en un principio, por las características del delito -secuestro extorsivo- correspondía la intervención del juez Federal de Reconquista, Aldo Alurralde, el caso fue encuadrado bajo la figura de la “privación ilegítima de la libertad” y por ende está siendo investigado por el juez de Instrucción de San Cristóbal, Aldo Precerutti.

Mientras “avanza la prosecución de la investigación” “no hubo nuevos ataques” hacia la familia de la víctima, la cual reforzó la seguridad tanto de personas como en sus inmuebles, confirmaron fuentes del lugar.

Medio millón

El miércoles 3 de julio Rodrigo B. pasó más de cuatro horas en poder de una banda de secuestradores, que lo interceptaron mientras caminaba por la ciclovía en Suardi y lo subieron a un auto del tipo Chevrolet Corsa a punta de pistola. Vendado y esposado fue llevado hasta una zona de monte ubicada a la vera de la Ruta Provincial Nº 23, entre Colonia Dos Rosas y La Legua.

Mientras tanto, con el celular de la víctima los delincuentes se comunicaron primero con el padre y luego con su hermano, para pedirles que no denunciaran el hecho a la policía y fijaron en $ 500.000 el pago del rescate.

Desobedeciendo la orden, el padre del secuestrado se comunicó con la Comisaría 4º que minutos más tarde ya había desplegado un operativo para rastrear teléfonos e interceptar cualquier movimiento irregular en la zona de influencia.

Sano y salvo

Las horas transcurrían sin novedad hasta pasada la media tarde, cuando los secuestradores dieron instrucciones al hermano, para que fuera a buscar a Rodrigo en el camino Dos Rosas, que iban a dejar un bidón o un tambor de plástico negro como señal del sitio donde estaba.

Pero la comunicación telefónica había sido interceptada por los investigadores que determinaron el sitio donde se encontraban los secuestradores, y la víctima fue liberarla cerca de las 8 de la noche. El hombre estaba esposado a un árbol y con los ojos vendados con cinta de embalar y algodones en el lugar indicado por los bandidos.

En buen estado de salud regresó con los suyos y tras tomarse un respiro contó la aventura que le tocó vivir cuando caminaba por las cercanías de una planta láctea, pegado a la ciclovía. Según se presume fueron al menos tres los miembros del clan delictivo que planeó el ataque ya que además del auto Chevrolet, en las inmediaciones fue halla da la moto Yamaha antes mencionada.

El dato

Últimas palabras.

Mariano B., el hermano del empresario buscado, contó que cuando lo llamaron para pedirle rescate, ante el insistente reclamo para hablar con él los secuestradores lo pusieron al teléfono y lo escuchó decir que estaba bien y que pagara. Esas fueron las últimas palabras que cruzaron Rodrigo y Mariano antes de su reencuentro luego de que el primero de ellos fuera liberado.

La clave

Audi abandonado

La policía de la localidad de Suardi que rastrilló el sector de la ciclovía, donde Rodrigo B. solía ir a caminar, se encontró con su auto Audi A-3 estacionado en calle Córdoba al 1000, lo que no sólo confirmaba el rapto sino también que los delincuentes buscaban dinero fresco, ya que de haber querido también podrían haberse llevado el auto.