Está acusado de homicidio culposo múltiple

Empezó el juicio a Schettino por el naufragio del Costa Concordia

Las audiencias deben realizarse en el teatro de Grossetto, convertido en tribunal, para poder alojar al numeroso público que quiere participar de las audiencias. En la sala, estuvo presente la joven moldava que -dicen- aquella noche del 13 de enero de 2012 acompañaba al malogrado capitán, cuya impericia provocó el naufragio frente a la costa de Giglio que dejó 32 muertos.

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El capitán Frencesco Schettino conversa con uno de sus abogados en la primera audiencia del juicio que lo tiene en el banquillo de los acusados por aquel trágico descuido de enero de 2012 que terminó con el naufragio del Costa Concordia y 32 muertos. Foto: Agencia EFE

 

Agencias EFE y DPA

El abogado del capitán Francesco Schettino, acusado de ser el principal responsable del naufragio del crucero en el que murieron 32 personas frente a la isla del Giglio en 2012, propondrá hoy pactar la condena a tres años y cinco meses de cárcel en esta primera audiencia del juicio que se celebra en Grosseto (centro de Italia).

Así lo comunicó a los medios el letrado Donato Laino antes de entrar en el Teatro de Grosseto, convertido en sala de Justicia para dar cabida al gran número de personas que querían estar en las audiencias.

El juicio comenzó esta mañana y ya se han fijado otras dos vistas para mañana y el viernes y en las que se examinarán las 242 peticiones -entre pasajeros, grupos ambientalistas, la administración italiana y también el grupo Costa Cruceros- de querellarse como parte civil.

Laino anunció que ésta será la primera petición de la defensa, a pesar de que la posibilidad de pactar la pena ya fue rechazada durante la audiencia preliminar.

La defensa de Schettino considera una injusticia que los otros cinco imputados por el naufragio hayan conseguido un juicio breve en el que se decidirá sobre las penas pactadas (entre uno y tres años de reclusión) por los otros acusados del naufragio.

Y citó el caso del jefe de la unidad de crisis de Costa Cruceros en tierra, Roberto Ferrarini, para quien se ha pedido una pena de dos años y diez meses.

La sorpresa en este inicio de vista fue la presencia de la bailarina y ex integrante de la tripulación del Costa Cruceros, la moldava Domnica Cemortan, que, según algunos testigos, acompañaba a Schettino en la sala de mandos en el momento del impacto con el escollo.

Cermotan explicó al canal de noticias vía satélite “Sky TG24” que se presentará como parte civil y consideró que era “extraño ver que sólo había una persona en el banquillo” cuando la compañía naviera Costa Cruceros también era responsable. “Espero que salga la verdad en este juicio y que los verdaderos culpables paguen por este accidente”, explicó.

En los primeros momentos del juicio, los representantes tanto de la fiscalía como de algunas partes civiles presentaron al Tribunal sus objeciones a que Costa Cruceros pudiera presentarse como parte afectada.

En las fases previas al proceso, la compañía naviera había llegado a un acuerdo por el que deberá pagar un millón de euros como sanción administrativa por el naufragio del buque Costa Concordia, de su propiedad.

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Por razones obvias, la presencia en la sala de Dominica Cemortan no pasó desapercibida. La bailarina moldava acompañaba al capitán Schettino en la sala de mandos del Costa Concordia la noche del naufragio.

Foto: Agencia EFE

Los hechos

El capitán Schettino se enfrenta solo a este juicio, en el que está acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo que provocó el naufragio el 13 de enero de 2012.

En otro proceso paralelo, que se celebrará el 20 de julio, en una audiencia preliminar, se decidirá si se admite las penas pactadas (entre uno y dos años de reclusión) por los otros acusados del naufragio: el responsable del puente de mando, Ciro Ambrosio; la oficial Silvia Coronica; el timonel Jacob Rusli, el jefe de los servicios de a bordo, Manrico Giampedroni, y el jefe de la unidad de crisis de Costa Cruceros en tierra, Roberto Ferrarini.

En la noche del 13 de enero de 2012, el crucero Costa Concordia encalló a pocos metros de la isla del Giglio tras haber chocado contra un escollo durante una maniobra realizada por el capitán para acercase a la costa en lo que se conoce como un “saludo”.

Desde el impacto hasta que se produjo el desembarco de los 4.229 pasajeros y miembros de la tripulación pasaron varias horas sin que se diese la orden de abandonar el barco y éste, debido a la entrada de agua, se inclinó poco a poco.

El abogado de Schettino ha afirmado siempre que el capitán ha admitido sus propias culpas al acercar el crucero a la costa, lo que provocó su impacto con un escollo, pero también ha puntualizado que era una maniobra autorizada.

Según su defensa, el capitán actuó con responsabilidad para salvar la vida de los pasajeros, así como negó que abandonase la nave al reiterar que el capitán “se cayó a una de las lanchas”.

Durante el juicio es probable que se vuelva a oír la discusión telefónica de aquella noche entre el comandante de la capitanía de Livorno, Gregorio De Falco, con Schettino, en la que indignado le exigía que volviese a bordo e informase de la situación y de los muertos que ya se habían producido.

Schettino está desde el 5 de julio en libertad, después de que la jueza Montesarchio decidiese sustituir el arresto domiciliario dictado por ella misma el 17 de enero por la obligación de someterse a controles rutinarios en el municipio en el que reside, Meta di Sorrento (sur).

En las fases previas, la compañía naviera Costa Cruceros llegó a un acuerdo por el que deberá pagar un millón de euros como sanción administrativa por el naufragio del buque Costa Concordia, de su propiedad y ahora se ha presentado como parte en el juicio contra Schettino.

El dato

Caradura

Al momento de producirse el naufragio, el Costa Concordia llevaba más de 4.200 pasajeros a bordo en un crucero de placer. Deshonrando la más antigua de las tradiciones marinas, el capitán Francesco Schettino estuvo entre los primeros que abandonaron el barco cuando empezaron los problemas que él había colaborado a crear. Después dijo que un sacudón de la nave lo puso accidentalmente arriba de un bote salvavidas.