La amistad en tiempos de Carrie

En la era de la hiperconectividad, y en el día del amigo, un tributo a Sex and The City, la icónica serie en la que cuatro amigas dieron cátedra de la amistad cara a cara y sin interferencias.

TEXTO. GEORGINA LACUBE.

Se sabe, los tiempos han cambiado. Cuando ellas estaban en el aire, el contacto era directo, siempre. O a lo sumo vía telefónica, estén donde estén, en la situación que se encontrasen. Los valores también eran otros, de hecho, no existía nada por sobre la amistad.

“Las mujeres son para la amistad, los hombres para tener sexo” dictaba uno de sus lemas más emblemáticos. Claro, estamos hablando de las chicas de Sex and the City, la afamada y multiconocida serie protagonizada por Sarah Jessica Parker. Ellas honraron la amistad y ahora, con motivo del festejo por el Día del Amigo, es hora de reivindicarlas.

ELLAS (UNA DESCRIPCIÓN)

Sarah Jessica Parker (además, productora ejecutiva de la serie) es Carrie, fanática de la moda y absolutamente loca por los zapatos (calzando desde Manolo Blahnik a Christian Louboutin). Se dedica al periodismo para el diario The New York Star y es quien tiene ese gran amor tan famoso entre sus seguidoras: Mr. Big. ¿Su frase predilecta? “Me gusta tener mi dinero en donde lo pueda ver: colgando en mi armario.”

Kim Cattrall es quien personifica a Samantha, la rubia, la imponente, la más sexualmente atractiva de las cuatro. Durante las temporadas tiene relaciones tanto con hombres como con mujeres. Trabaja de relacionista pública y termina hacia el final de la serie con un joven veinte años menor que ella. Su frase, un tanto modificada para el espacio, es la siguiente: “Me haces mal el amor una vez, es tu error. Ya dos veces, el error es mío.”

La morocha de pelo largo es Kristin Davis, más conocida como Charlotte. Es ella la que cree en el Príncipe Azul más que en el sexo en sí mismo. Corredora de arte, conservadora, tiene una frase que la pinta de cuerpo entero: “Llevo saliendo con muchachos desde que tenía quince años. Estoy exhausta. ¿Dónde está Él?”

Por último, pero no por menos importante, está Cynthia Nixon, cuyo personaje se llama Miranda, la mejor amiga de Carrie (comparte ese puesto con Stanford -Willie Garson- su gran amigo homosexual y fanático de la moda). Ella es abogada y su frase es: “Las mujeres se dividen en dos grupos: lindas y aburridas y feas e interesantes.”

En resumidas cuentas, así son Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda. Cada una tiene sus ocupaciones, su vida, sus aficiones predilectas. Tienen sus novios, o todavía los buscan. Alquilan, o ya se han podido comprar su propio hogar. Pero hay algo que las une por sobre todas las cosas: la amistad. Ellas son inseparables y, ocurra lo que ocurra, estarán ahí para apoyarse mutuamente, para escucharse, sin prejuicios y sin desplantes. Diciendo lo que hay que decirse frente a frente. Esto último es muy importante. En épocas donde no existían las redes sociales ni mucho menos el whatsapp, la comunicación entre ellas era perfecta y aún mejor que en nuestros tiempos, donde ante tanta cantidad de información, uno se dispersa.

LA SUPERACIÓN CON AMIGAS

En adelante, unos ejemplos extraídos de algunos de sus mejores capítulos que dan muestra de lo importante que es la amistad para ellas.

Capítulo 16 de la tercera temporada: Amienemigos. Para analizar este caso, basta entender que la amistad no es estar todo el tiempo con el otro y llevarse 100% bien. A veces, no está demás pelearse para que luego, en la reconciliación, se le dé el doble de valor a lo que las unió en su momento. En este capítulo, es Miranda la que, luego de un encuentro frustrada con un hombre que acaba de morir, arregla de casualidad una cita con ¡una ex pareja de Carrie! Es ella quien le advierte que no es el mejor postor, que fue mal hombre con ella y que no le conviene. Pero Miranda no le hace caso y sale con ese hombre, quien la invita junto con Carrie a tomar unos tragos.

Finalmente, la cita termina en caos y Miranda se da cuenta de que su amiga tenía razón y se van juntas, de la mano, disfrutando de su vínculo, ése que no se romperá jamás. En otro nivel, en este episodio también se da una ruptura y un volver a encontrarse entre Charlotte y Samantha, cuando tienen un contrapunto por tener una distinta visión sobre el sexo (la primera, que se debe hacer sólo por amor; la segunda, que es una diversión y que hay que disfrutarlo con todos los hombres que le gusten). Pero hacia el final, a su medida, cada una se da cuenta de que hay que tener un poco de las dos cosas para pasarla bien.

Capítulo 1 de la segunda temporada: Llévame al campo de béisbol. Todo comienza con el dolor de Carrie por la separación con Mr. Big, su gran amor. En este episodio se da otro desencuentro amoroso que es el de Miranda, quien en una de sus caminatas por Nueva York se cruza a un ex junto a su nueva novia. Hacia el final del capítulo, Carrie, quien ha conocido a un jugador de béisbol y comienza a salir con él, se topa en un bar con Mr. Big, y el corazón vuelve a latirle como en aquellos tiempos de amor. Carrie y Miranda terminan juntas en un café, acompañándose como buenas amigas que son (la amistad por sobre todo, la escucha, la atención infaltables entre ellas) y la voz en off de Sarah Jessica Parker resuena en el espectador con un mensaje por demás aleccionador: “No importa quién haya roto tu corazón ni cuánto tiempo tarde en sanar. No lo superarás sin tus amigas.”

Capítulos 19 y 20 de la última temporada: Una chica norteamericana en París. Éste es el final de la serie (hasta la aparición de las películas). Dividido en dos partes, narra el viaje de Carrie a París siguiendo a un amor. Lógicamente, este amor no resulta ser como ella esperaba, además de que extraña mucho a Charlotte, Samantha y Miranda.

Cuando todo parece terminado, recibe de manera inesperada la visita de Mr. Big quien, con ayuda de sus amigas, fue en su búsqueda para regresarla de vuelta a Nueva York. La serie concluye con todas ellas juntas nuevamente y con Carrie junto a su gran amor. “La relación más importante es la que se tiene con uno mismo y, si encuentran a alguien que las ame, ámenlo, porque eso es lo más maravilloso.” FIN.

LA AMISTAD EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES

El tiempo fue pasando y las redes sociales han hecho su aparición entre nosotros mutando la manera de encarar la amistad. “El mundo ha cambiado y una proporción significativa de las relaciones suceden en línea, pero los modales no se han puesto al día con la tecnología”.

Así opinó Joseph Grenny, el copresidente y cofundador de la empresa encuestadora a nivel mundial, VitaSmarts. Parece que los insultos son más fáciles de decir al estar tras una pantalla y esto perjudicó notablemente ciertos vínculos. Según una encuesta reciente de su compañía, uno de cada cinco usuarios ha dejado de tener contacto con algún amigo “real” luego de una pelea “virtual”. Éste es un dato a tener en cuenta en comparación a los que dicen que, gracias a las redes sociales, las comunicaciones entre las personas se han mejorado.

A comienzos de la década del noventa, el antropólogo británico Robin Dunbar afirmó que “el ser humano puede tener como máximo sólo 150 amigos”. Quien utilice Facebook sabrá que esta red social permite tener aproximadamente 4.000 amigos por persona, pero que la perdurabilidad en el tiempo de esos contactos será muy limitada y finalmente “amigos-amigos”, como se suele decir, serán muy pocos. A finales de los noventa, cuatro chicas, solamente cuatro, reivindicaron la amistad como nadie, ya sea expresando lo que sentían sin ningún tipo de filtro hasta compartiendo absolutamente, en las buenas y en las malas. Así, quedaron por siempre en la memoria de todas sus seguidoras.