Galicia histórica y actual

Con sus tradiciones y su profunda fe, el 25 de julio, Galicia festejará su día en honor al patrono Santiago Apóstol. Una fecha que también celebran los descendientes de aquellos hombres y mujeres que forjaron proyectos e ilusiones y que hoy se encuentran diseminados por todo el mundo, también en Santa Fe.

TEXTO. SUBCOMISIÓN DE CULTURA DEL CENTRO GALLEGO DE SANTA FE.

Catedral de Santiago de Compostela.

Galicia, comunidad española ubicada al noroeste de la península ibérica, abrazada por el mar que la llena de rías, playas e islas y rodeada de montañas que la han mantenido bastante aislada a lo largo de la historia, tiene 30.000 km. de superficie. Consta de cuatro provincias: La Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra. La densidad de migración hacia Argentina durante los siglos XIX y XX hacen que Buenos Aires sea considerada “la V provincia gallega”.

Para comprender a Galicia, hay que contemplar sus pequeñas y brumosas aldeas, que sólo escasamente han cambiado en siglos, manteniendo sus tradiciones a lo largo de más de mil años, como atestigua su arquitectura, no obstante el progreso industrial y comercial.

Los íconos gallegos son el cruzero (para rezar) y el hórreo (construcción tipo silo pequeño para almacenar el grano), que es como decir “el espíritu y la materia”. Sin embargo, muchos otros símbolos nos identifican: su musical lengua, sus gaitas y pandeiros, sus danzas...

La máxima festividad de la comunidad gallega es el día 25 de julio, en virtud del día de Santiago Apóstol, su patrono. El rey Alfonso II, cuyo extenso reinado, en los siglos VIII y XI, se caracterizó por la lucha contra los musulmanes y durante el cual fueron descubiertos los restos de Santiago Apóstol, mandó edificar un santuario en su honor. Hoy se atribuye tal lugar a la emblemática catedral de Compostela (“campo de estrellas”).

FINISTERRE “EL FIN DE LA TIERRA”

El 25 de julio es, entonces, el Día de Galicia. Los caminos de peregrinaje al santuario compostelano tornan a esa tierra cada año en un centro superpoblado, una suerte de Babel, más aun, en cada Xacobeo, cuando el día del santo cae un domingo.

La monumentalidad de Santiago de Compostela ha sido merituada por la Unesco para declararla en 1985 patrimonio cultural de la humanidad.

No puede hablarse del camino de Santiago si no se habla de Finisterre, considerada el final del camino. Los peregrinos, una vez consumada la práctica de abrazar al santo, viajan hasta el Finis Terrae (non plus ultra). Nada más allá. Como manda la tradición, para purificarse espiritualmente, despojándose de lo material y limpiando su alma, en perfecta simbiosis con la grandeza de la creación.

Galicia, tierra de mujeres y hombres fuertes, de trabajo, de espíritu sencillo, que supieron forjar sus proyectos e ilusiones donde quiera que estén, siguen albergando en su corazón, un poco de su tierra.

Más de mil años tiene este pueblo. Saludamos hoy a los gallegos de Santa Fe, los que aún integran la comunidad, y un homenaje a los que nos dejaron.

Un mojón en el Camino de Santiago.

Muralla romana de Lugo.