Una mirada desde el sur

Rossi era el mejor de la cuadra

Raúl Emilio Acosta

La decisión, con pocos “opinantes”, dejó a la señora CFK el total de la responsabilidad de la lista de candidatos a diputados nacionales por el FPV en la provincia de Santa Fe. Sin diálogo ni consenso, el grupo reducido que acompaña a la viuda y a sus resoluciones bajó una lista. Ahora restan los números. No de las Paso, de las generales de oktubre. En esos números todo el desvelo. Un reparto pampa y un futuro encorsetado indican los augures.

El hombre que Néstor Kirchner, durante su presidencia, hiciese de espadachín en Diputados, quedó fuera. No totalmente. Agustín Rossi, que de él se trata, tiene a su cargo un raro ministerio, el de Defensa. Un ingeniero que hizo de la política su modo de vida desde joven, a cargo de un área sensible a la geopolítica y, en el caso del grupo gobernante, al concepto de sociedad que se formula y reformula según curvas del relato. Contrafácticamente: acaso Néstor hubiese decidido otra cosa. No está.

El territorio provincial, sus pueblos, sus representantes son conocidos por Agustín Rossi, que lo ha recorrido varias veces. Lo sigue haciendo. Subsidios, inauguraciones, reuniones partidarias. Rossi es un militante aceptado entre quienes practican la fe partidaria. Acaso el último representante de un modo que no desdeña el territorio, apearse y conversar. A Rossi es posible visualizarlo como quien estuvo en todas. Aun en aquellos huevazos y panetones de bosta que recibiese por el tema ‘la 125’. Más claro: lo indefendible defendido a puro debate.

Una razón metodológica, aparecida al seguir el vaivén de las encuestas, lo dejó fuera. Se supone algo más. Rossi tenía un 11% de intención positiva y un 40% de negativa. En su lugar Jorge Obeid sostenía un 10% y un 35% . El me quiere y el no me quiere no los mostraba muy diferentes. La viuda sostiene un cómodo 18/19 % en el positivo. El negativo, en la provincia de Santa Fe, es una habitación común para este peronismo. Dos personas superan estas marcas con más amor y menos odio. Carlos Reutemann y María Eugenia Bielsa. Ambos fuera de esta conversación. Hum.

¿Qué razón obliga a sacar de la cancha a quien conoce la cancha? Es una pregunta que tiene respuesta fácil si se saca a quien es rechazado y se usa a quien recibe mucho amor. No fue el caso. Tampoco es argumento el carisma y la juventud. Todos saben que, viejo y con achaques, lo de Obeid no ha sido la simpatía y el don de gentes. El sueño de Obeid es terminar sus días como embajador en Cuba. No tiene el físico para sostener una larga campaña. Ni los argumentos ni, de hecho, los amorosos votos. No puede usarse como argumento que se premia a un kirchnerista de toda la vida. Obligado a responder a una provincia que lo miraba con los ojos del reutemismo, donde siempre se cobijó, Obeid no ha sido un compañero leal para los K. El ir para volver es una de las facetas que lo definen.

La decisión del adiós a Rossi para las elecciones de 2013 acaso termine validando su futuro. Es evidente que por su edad y su trabajo de campo Rossi sobrevivirá a oktubre de 2013 y lo que siga. Al recorrer la lista se advierte que los otros dos puestos expectables los decidieron en el minicampamento de la viuda. Corresponden a una joven militante, sin ningún conocimiento político, clara decisión del sector juvenil que adhiere a CFK, Josefa Martínez. En tercer lugar el vicerrector de la UNR, Eduardo Jorge Seminara, un hombre comprometido con las luchas revolucionarias desde joven. Será Seminara, en lugar de Kunkel, el comisario político de Obeid, para recordarle el camino directo. También comisario de equilibrios para la vehemencia de una jovencita con escaso CV. La lista del FPV exagera un evidentísimo desdén para los otros cuadros.

En la provincia, en el mientras tanto, es Rossi y su principal compañero de militancia, Luis Rubeo, quienes deben cruzar de un extremo a otro la larga bota para presentar, mostrar, convencer. No es Obeid el encantador de serpientes que este peronismo necesita. Ninguno de sus compañeros, las figuras de diálogo que Santa Fe precisaba para curar heridas. Entre sus culpas y sus achaques Obeid confronta como si fuese Cristina, pero sin la espalda económica de la viuda ni su encendido discurso. Parece una parodia del peronismo y una obra teatral, casi discepoliana, del actor político.

Nada de esto quita fuerza al voto cautivo. CFK puede alcanzar en Santa Fe el 25 % de los votos posibles. El piso territorial del peronismo ha sido el 32%. De allí partieron todos los que gobernaron. La seducción del candidato, la desconfianza que las otras ofertas apuntalaban, hizo del peronismo un triunfador desde 1983 a 2007. Allí terminó todo. El fracaso es su medalla desde entonces. Los votos que saque serán votos K.

Fue Obeid quien no consiguió un armado para la continuidad. En ése año, el 2007, el gobierno nacional subía y subía y el peronismo santafesino bajaba y bajaba. Finalmente perdió. Revisar los números de PBI, las balanzas y variables económicas nacionales de 2007 y mirar los números del peronismo en Santa Fe obliga a una mínima reflexión. Desalambraron el territorio y lo volvieron colonia del Estado nacional. Eso fue lo más importante que hizo Obeid para los K. Se insiste. Desalambró el territorio y lo volvió colonia del Estado nacional. El gobierno provincial claudicó. Binner / Tessio pasearon en un blanco corcel.

Qué razón de cúpula definió el destino del peronismo santafesino es un buen misterio. Obeid no da la talla. Exagerará su amor, como marido culposo. La señora no precisa más de lo que desea: cuatro diputados. Con el más bonito o el más feo da igual: cuatro diputados. Arrancó, según encuestas, con 1 «. Ni dinero, ni esfuerzos, ninguna distracción que quite la mirada de la provincia de Buenos Aires. Es raro el modo de construir de este peronismo; obliga al esfuerzo racional para justificar el suicidio cotidiano al que lleva a los suyos; tras los suyos, los demás, finalmente el país. Con el FPV y su comportamiento, la provincia tiene un mañana de alineamiento y humillación.

El peronismo, por determinación genética, se reconstruirá. Nadie vaticina la muerte del peronismo. Crecerá. Con o sin Rossi. Ése es su dilema. Ser el mejor de la cuadra, a la monarquía de baja intensidad, no le sirve para nada.