Más allá de la propuesta del rival y de una cancha siempre esquiva...

Colón hizo todo lo que no debe hacer

Jugó mal, borró de un plumazo algunas cosas buenas del partido con Racing y no se entiende por qué queda afuera de los 11 un jugador como Curuchet.

Colón hizo todo lo que no debe hacer

Bien Barraza, mal Montoya. Así fue el primer gol de Argentinos. Centro desde la derecha y aparición de Barraza para ganarle en el salto a Raldes y a la salida a destiempo de Montoya.

Foto: Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Había que cuidarse del juego aéreo de Argentinos... Y así llegó el gol. Había que descifrar el jeroglífico que siempre arman los equipos de Caruso Lombardi... Y no se pudo. Había que tener la pelota, darle circulación e involucrarse en el juego para sacar ventajas sobre un rival de menor jerarquía técnico... Y nada de eso se hizo. Todo lo que podía pasar, negativamente, le ocurrió a Colón... Y no hubo respuesta. Colón se olvidó de la entrega, de la vergüenza deportiva, del orden y la concentración que tuvo ante Racing. Fue un equipo apático, aplastado, lleno de incertidumbres adentro y afuera de la cancha y con muy reacción. Apenas el desequilibrio increíblemente desplazado hacia el banco de suplentes que puede otorgarle un jugador como Curuchet, pero entrando en el segundo tiempo y con el partido ya liquidado en el resultado.

¿Por qué no juega Curuchet?, ¿por qué Forestello dice que se repone de una pubialgia pero cuando entra no demuestra tener un mínimo de condicionamiento físico?. Está claro que el técnico hizo una rápida evaluación y sacó conclusiones desde el propio instante en que llegó Leguizamón a Santa Fe y le dio la titularidad. Pero ni ante Racing ni ayer, Leguizamón hizo méritos como para merecer tamaña muestra de confianza de parte del técnico. Juega ahí nomás, en una posición intermedia, sin desequilibrar adentro del área ni armando juego o asociándose a los volantes que tienen esa obligación.

Así, Colón pierde la gravitación en el mano a mano que puede generar Curuchet y que siempre demostró. A veces, muchos se quejan o critican porque no aparecen jugadores de inferiores, pero a los chicos hay que ponerlos. Algunos no demuestran en Primera, les cuesta más y se quedan sólo en promesa. No es el caso de Curuchet. ¿O acaso no se fue tantas veces aplaudido del Brigadier?, ¿o acaso no dio sobradas muestras futbolísticas y temperamentales como para merecer la confianza de los entrenadores de turno?. Sin embargo, parece que tiene que “romperla” en cada partido, que a los técnicos no les gusta o que siempre hay alguien que les genera mayor confianza. Lo cierto es que pasan los partidos y cada vez le cuesta más tener continuidad, aunque siempre entra y algo distinto hace. Ayer, en medio de un paupérrimo partido del equipo, fue el único que generó desequilibrio y que estuvo muy cerca del gol.

Colón hizo todo lo que no debe hacer

¡... Y Ceballos no la vio!!! La tremenda patada voladora de Migliore hace impacto en el hombro de Alcoba, que ya lo superaba. El jugador de Colón cayó y Ceballos entendió que había sido simulada... Foto: Matías Nápoli

La medicina de Argentinos

Todo el mundo sabe cómo juegan los equipos de Caruso. Y todos sabían, en Colón, que el planteo iba a ser el que fue: mucha gente en el medio, mucho despliegue, mucho roce y aprovechamiento integral de las pelotas quieta.

Caruso es un entrenador que, cuando arma un equipo, no sólo se fija en jugadores que nadie toma en cuenta o en los que nadie repara, sino que lo primero que hace es medir su altura. Y esta fue la gran diferencia que se veía ayer entre un equipo y el otro. Cuando había una jugada de pelota quieta para Argentinos, sorprendía la gran diferencia física entre los jugadores de uno y otro equipo. Y así llegaron al gol. En el primero, centro al corazón del área, errónea salida de Montoya y cabezazo de Barraza (sí, leyó bien, ¡Barraza!) para marcar el 1 a 0. En el segundo, córner y Boyero (el más alto de todos) que ni siquiera se tuvo que elevar para meter la cabeza y convertir el 2-0 lapidario para un Colón sin respuesta.

Después, lo de Argentinos fue típicamente “carusiano”. Fricción, lucha en el mediocampo, sacrificio innegociable, reducción de espacios del medio hacia atrás y apenas si se animó a jugar de contragolpe (y a llevar bastante peligro), cuando en el segundo tiempo se abrieron los espacios y Caruso metió a Villalva para desequilibrar a una defensa que empezó a hacer agua por todos los sectores (sobre todo a partir de una muy mala actuación de Ronald Raldes).

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“¡Mire Ceballos, mire! Alcoba le muestra la camiseta rota, Ramírez protesta y Moreno también se suma. Ceballos no atiende reclamos y ya le mostró la amarilla al jugador de Colón. Era penal y expulsión de Migliore. ¿Hubiese cambiado algo?, quizás el resultado pero no la imagen de Colón. Foto: Matías Nápoli

De Colón, nada

Frente a este panorama, Colón apenas esbozó cierta reacción —en el plano futbolístico— cuando entró Curuchet con el partido 0-2. Nada de Mansilla, nada de Moreno, poquito de Mugni (un poco más estático esta vez por derecha y sin la gran movilidad que tuvo ante Racing) y con escasa fuerza arriba.

Aún así y dentro de este panorama futbolísticamente desolador del equipo, hubo cuatro o cinco jugadas (con un “penalazo” que Ceballos no vio de Migliore a Alcoba, que hasta podía ser expulsión del arquero) claras de gol que pudieron cambiar la historia del resultado.

Es cierto que esto recién empieza, que Argentinos —como rival— y su cancha —como contexto— no son las mejores condiciones para sacar conclusiones definitivas, pero hay que decir cómo se juega. Y se jugó mal. Sin vuelta de hoja y sin buscar ni chivos expiatorios en el árbitro por el penal que se “comió” ni tampoco en los jeroglíficos del rival, porque cada uno “cocina con lo que tiene”. Y esto es lo que puede hacer un Caruso que no se aparta jamás del libreto que aprendió y conoce.

En todo caso, el tirón de orejas para Colón vale y es bueno que llegue a esta altura, cuando el torneo está en pañales. Uno se queda con la línea de cuatro del primer partido, con el Mansilla que dejó buena imagen ante Racing, con la movilidad de un Mugni que parecía recuperado (ayer volvió a jugar como en el torneo pasado), con el Tito Ramírez voluntarioso (aunque ayer tuvo la jugada más clara para convertir y metió un cabezazo a las manos de Migliore) y, en definitiva, con todo lo que alentó cierta expectativa favorable ante Racing, que se diluyó y generó mucha preocupación a partir de los flojísimos 90 minutos de ayer.

455

minutos

Son los que lleva Colón sin marcar goles de visitante. El último lo hizo Moreno y Fabianesi ante Racing. Mucho, ¿no?

19

partidos

Lleva Colón sin mantener la valla invicta de visitante. La última vez, fue en la segunda fecha del Inicial pasado, el 10 de agosto de 2012 (un año), cuando le ganó 1 a 0 a San Martín de San Juan

Síntesis

Argentinos Jrs. 2

Colón 0

Estadio: Argentinos Juniors.

Arbitro: Diego Ceballos.

Argentinos Juniors: Migliore; Barraza, Barisone, Freire y Palomino; Nagüel, Olmedo, Iñiguez y Lucas Rodríguez; Triverio y Boyero. A.S.: Ojeda. Estuvieron en el banco: Flores, Barzola y Rius. D.T.: Ricardo Caruso Lombardi.

Colón: Montoya; Alcoba, Carniello, Raldes y Urribarri; Mugni, Moreno y Fabianesi, Meli y Mansilla; Leguizamón y Ramírez. A.S.: Bailo. Estuvieron en el banco: Landa, Caire y Marcos Fernández. D.T.: Ricardo Forestello.

Goles: en el primer tiempo, a los 15 m Barraza (AJ). En el segundo tiempo, a los 5 m Boyero (AJ).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 6 m Curuchet (C) por Leguizamón y Luque (C) por Mugni; a los 27 m Graciani (C) por Meli y Villalva (AJ) por Triverio; a los 32 m Víttor (AJ) por Iñiguez y a los 40 m Becerra (AJ) por Boyero.

Amonestados: en Colón, Alcoba, Urribarri y Ramírez.