Nueva apuesta de BASF

Agregar valor, desde Santo Tomé

A partir de la adquisición de Becker Underwood, la empresa líder mundial en el desarrollo de productos biológicos, BASF sumó a su portafolio inoculantes, promotores de crecimiento, colorantes y polímeros. Presentan como novedad un nuevo pack integrado. Todo desde Santó Tomé.

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Alta tecnología. Las instalaciones reflejan el trabajo que implica el agregado de valor a cada semilla tratada.

Fotos:Gentileza BASF

 

Campolitoral

Agregado de valor, desde Santa Fe. Tal la apuesta de la multinacional alemana, que con la adquisición de Becker Underwood, planea ampliar su paleta para proponer una paquete tecnológico integral para los productores del Mercosur.

En un almuerzo para la prensa especializada, los referentes de la compañía compartieron el entusiasmo por este nuevo emprendimiento. Además, destacaron las expectativas centradas en el sistema tecnológico para soja que combina la acción de tres productos biopotenciadores (un inoculante, un promotor biológico y un protector bioestimulante de bacterias). Estas nuevas soluciones se producen en una planta modelo en la provincia de Santa Fe.

“Se trata de una planta estratégica para la empresa, ubicada en el corazón del corredor del Mercosur, donde producimos inoculantes en una superficie de 1,2 hectáreas, bajo 2.300 metros cuadrados cubiertos, con un volumen de producción que nos alcanza por ahora para toda la soja de Argentina, y con vistas a la exportación”, sostuvo el Ing. Químico Martín Bernabeu, el joven santafesino (graduado de la U.N.L.) a cargo de la planta.

“El efecto sinérgico de tecnologías apiladas es lo que llamamos biopotenciación, y lo estamos representando con una ola por el vigor que aporta al cultivo y por la novedad que implica en el mercado“, agregó Fredy Mariscal, gerente de departamento de marketing y R&D de BASF.

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Desde el pie. En el invernadero, se reproducen las condiciones ideales para el desarrollo de los cultivos.

Ventajas

El paquete tiene ventajas para el productor en cuanto al manejo del producto: vejigas microperforadas y cajas planas que permiten la respiración. Acronis, por su parte, es un fungicida para tratamiento de semillas de soja, para el control preventivo y curativo de enfermedades, y que ejerce efectos fisiológicos positivos en la planta.

Vale la pena aclarar que en noviembre de 2012 BASF adquirió Becker Underwood, la empresa líder mundial en el desarrollo de productos biológicos. De esta manera, sumó a su portafolio los mejores inoculantes, promotores de crecimiento, colorantes y polímeros. La propuesta incluye también una solución para el tratamiento profesional de semillas, una tendencia claramente global. “Podemos producir en un año la cantidad de producto necesaria para toda la superficie de soja de Argentina”, agregó el brasileño, en un perfecto español. Y aclaró que la planta abastece al mercado argentino y también de exportación. “Ahora BASF es la única empresa que, desde su propia plataforma de desarrollo, ofrece todas las soluciones para el tratamiento de semillas” remarcó Mariscal.

Estrategia global

Por su parte, Gustavo Portis, Director para Latinoamérica de BASF, remarcó que es un orgullo que a nivel global la empresa haya adquirido otra empresa líder como Becker Underwood, la que tiene un excelente know how de este tipo de productos, “un ala que no habíamos desarrollado en forma propia, ya que e estábamos más enfocados en la química”.

La planta tiene un año y medio, en un proceso continuo de expansión, produciendo “a full”. Para Portis, todo se enmarca en un proyecto por etapas. “Inicialmente estamos produciendo inoculantes y productos biológicos, como promotores de semillas. Nuestra estrategia es abastecer América del Sur. En Brasil tenemos otra planta para corregir baches o necesidades de mercado. Además, estamos con un proyecto de exportación al Reino Unido”.

Según el referente de la empresa, las semillas vienen agregando cada vez más valor, desde los germoplasmas y los trades (eventos biotecnológicos), por lo que proteger las semillas para el agricultor ya es un valor, pero no por el costo que las mismas tienen per se, sino por todo lo que se genera luego.

Trabajo integrado

  • “Desde la productividad, proteger la semilla es una necesidad importante. Tenemos un portafolio muy amplio de fungicidas e insecticidas, inoculantes y protectores, desde la parte industrial hasta polímeros de recubrimiento (colorantes y pigmentos) para las semillas tratadas, que se identifican de esa manera para que no vayan a consumo, pero también nuestra propia paleta”, destaca, agregando que la semilla es donde comienza el cultivo, por lo que lleva una carga de valor importante. Finalmente, reconoció que el conocimiento viene de la mano del agricultor, por lo que el contacto con ellos es fundamental. “La tecnología de paquetes, estar en el campo junto al agricultor nos permite buscar soluciones en conjunto”.
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“Se trata de una planta estratégica para la empresa, ubicada en el corazón del corredor del Mercosur, donde producimos inoculantes en una superficie de 1,2 hectáreas, bajo 2.300 metros cuadrados cubiertos, con un volumen de producción que nos alcanza por ahora para toda la soja de Argentina, y con vistas a la exportación”

Ing. Martín Bernabeu, BASF

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“La semilla es donde comienza el cultivo, por lo que lleva una carga de valor importante. El conocimiento viene de la mano del agricultor, por lo que el contacto con ellos es fundamental. “La tecnología de paquetes, estar en el campo junto al agricultor nos permite buscar soluciones en conjunto”

Gustavo Portis, BASF