Mató a un cliente por $ 30

Condenaron por homicidio a un “dealer” de Sunchales

La Justicia de Rafaela fijó en 15 años de cárcel la pena para el “Negro” Raúl Eligio Martínez, un narco de Sunchales que el año pasado ejecutó de un balazo en la cabeza a Santiago Tulián. La sentencia no está firme.

1.jpg

El acusado escapó rumbo a Rafaela y se entregó a la Justicia tres días más tarde. foto: archivo el litoral

 

Juliano Salierno

[email protected]

El juez de Sentencia de Rafaela, Javier Bottero condenó a 15 años de prisión a un vendedor de drogas de Sunchales, por el crimen de un cliente ocurrido el año pasado, frente a una casa del barrio Villa Autódromo. Uno de los testigos aseguró en tribunales que la pelea fue “por plata, por drogas”, por una diferencia de $ 30 en la compra de un paquete de cocaína.

La mañana del 17 de marzo de 2012 la policía de la subcomisaría 3ra. de Sunchales recibió una llamada anónima que condujo al personal hasta el frente de una casa de calle Capovilla Nº 83, donde se encontraron con el cuerpo ya sin vida de Santiago Tulián.

El joven de 23 años había llegado hasta ahí en compañía de un amigo, en busca de drogas para consumo personal. Ambos fueron recibidos por el dueño de casa, el “Negro” Raúl Eligio Martínez, quien tras proporcionarles una “bolsita” con la droga advirtió que la paga no era la acordada. En eso se oyeron algunos reproches y pronto sonó un disparo que terminó con la vida de Tulián.

Martínez, que estaba en su casa en compañía de su novia, una amiga y otros dos compañeros, alcanzó a correr el cadáver algunos metros del frente de calle y luego armó un bolso y se escapó a Rafaela a bordo de un remís.

El 20 de marzo se entregó a la Justicia y fue puesto a disposición del juez de Instrucción Segunda, Alejandro Mognaschi, que el 4 de abril lo procesó por los delitos de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación de arma de fuego”.

Penas elevadas

Una vez agotada la investigación el fiscal Nº 3, Martín Castellano, requirió la elevación de la causa a juicio y adelantó que pediría una pena de 25 años de cárcel; al igual que la querella, encabezada por los abogados Raúl Domenella y Pablo Mosconi, en representación de los padres de Tulián.

Por su parte, el abogado de la defensa, el Dr. Juan Manuel Chiappero, solicitó la absolución aludiendo que su cliente “obró dentro del marco de la legítima defensa”.

Con el expediente en Sentencia, el juez Bottero analizó lo actuado hasta entonces por su par de instrucción y de acuerdo con las pruebas reunidas hasta ese momento desechó la versión de la defensa, que pretendía hacerle creer que la muerte de Tulián fue producto de un disparo ocasional en medio de un enfrentamiento.

Cuatro testigos que estaban en la casa de Martínez y el amigo de Tulián, que fue protagonista directo del ataque, pusieron en jaque la versión del imputado, a punto tal que el magistrado opinó que “su descargo subestima el más elemental sentido común”.

Por droga y plata

Uno de los testigos que declaró en el juicio confirmó que el motivo del altercado fue “por plata, por drogas”, y explicó que “Tulián vino a pedir droga, Martínez le iba a dar”, pero “en lugar de darle $50 por la droga, le entregó $20 y ahí es cuando salen afuera y comienza la discusión”.

Además de las declaraciones de testigos, el juez Bottero destacó que “el informe criminalístico resulta un indicio unívoco, habida cuenta que en ningún momento la víctima pudo haber efectuado el disparo mortal, ni siquiera admitiendo por vía de hipótesis el supuesto forcejeo, que nunca existió”.

Finalmente, el juez rafaelino optó por condenar a Raúl Martínez como autor de los delitos de “homicidio agravado por el uso de un arma de fuego” y “portación ilegítima de un arma de fuego de uso civil, en concurso real” a la pena de quince años de prisión.

Si bien la fiscalía y la querella habían pedido penas más elevadas -25 años-, el juez valoró como atenuante “la carencia de antecedentes condenatorios” y argumentó que dichas partes no justificaron el monto de la pena reclamada.

El dato

La ejecución.

“Chito” López, el amigo de Tulián que fue testigo directo del crimen, declaró ante el juez que Martínez “se dio cuenta de que le habíamos dado menos (plata) y le pidió a Santi que le devolviera la bolsa. Estábamos los dos juntos y la moto quedó en la calle; Santi le respondió que querés y en eso el Negro volvió a entrar. Me pasó por delante, se dirigió directamente a Santi, y ahí ví que tenía un arma, la cargó, levantó su mano, le apuntó a Santi en la cabeza y disparó”.