Piden atención urgente

Siete Jefes, un barrio jaqueado por la ola de robos y arrebatos

La vecinal advierte que la situación es grave. Desde hace tres años, los arrebatos ocurren a toda hora. Reclaman mejoras en la iluminación y la poda de los árboles. En un sector implementaron una alarma comunitaria.

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Postal. Los vecinos de la Costanera Oeste quieren volver a vivir en ese barrio sereno y familiar que alguna vez fue. Hoy no se animan a caminar por la calle después de que se esconde el sol. Foto: Mauricio Garín

 

De la Redacción de El Litoral

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“Es muy grave, hace tres años que el barrio es tierra de nadie”. Con esas palabras el presidente de la vecinal Siete Jefes, Néstor Capodanno, describió la situación de inseguridad que están atravesando los vecinos del coqueto barrio que bordea la laguna Setúbal. En diálogo con El Litoral el vecinalista indicó que se vio obligado a recurrir a los medios para llamar la atención de las autoridades, ya que no brindaron respuesta alguna ante los sucesivos planteos y reclamos que realizaron desde la institución barrial.

Como prueba de la situación que describió, Capodanno lleva en una de sus piernas la cicatriz que le dejaron dos balazos. El 19 de diciembre de 2009 lo asaltaron en su casa de calle Grand Bourg al 4300 y en el forcejeo que se generó, los ladrones le dispararon.

Con respecto a los hechos de inseguridad que ocurren actualmente, mencionó “una gran cantidad de arrebatos”. Se dan “a toda hora del día, cuando salen de misa, de un casamiento, de un bautismo, de la escuela, robos en los domicilios particulares, cuando los vecinos entran el auto y a las empleadas domésticas cuando van a trabajar temprano”, puntualizó. En tanto, el vecinalista señaló que también están muy preocupados porque en el barrio, viven muchas personas mayores que se pueden convertir en blanco fácil de los ladrones. “Nadie se anima a salir a la calle después de las siete de la tarde”, remarcó.

Según indicó, la mayoría de los episodios es perpetrada por menores de edad que circulan por el barrio en moto “sin patente”.

Reclamos sin respuesta

La actual comisión directiva de la vecinal Siete Jefes -ubicada en calle Laprida y Bv. Muttis- asumió sus funciones en diciembre del año pasado. Como una de las primeras acciones resolvieron realizar una encuesta en el barrio para conocer las inquietudes y preocupaciones de los vecinos, que podían ser atendidas por la institución. La inseguridad fue el reclamo de prácticamente todos los habitantes de Siete Jefes. “A partir de ahí, comenzamos a trabajar en lo que nosotros podíamos pero no logramos acompañamiento”, explicó Capodanno. En tal sentido mencionó que, en reiteradas oportunidades, solicitaron a la Municipalidad que pode los árboles de determinados sectores del barrio y que reponga las luminarias de la vía pública. Pero las respuestas demoraron demasiado tiempo o nunca aparecieron. La oscuridad y la arboleda frondosa son factores que, en conjunto, propician la situación de inseguridad.

“En enero, reclamamos al 0800 de la Municipalidad por los focos rotos en algunas calles y los del Parque de la Locomotora en la Costanera Oeste, también enviamos notas pidiendo que repongan. En mayo, las reiteramos y hoy está todo igual”, lamentó Capodanno sobre el resultado de las gestiones.

Asimismo, en febrero, la vecinal solicitó una audiencia con el intendente José Corral para plantearle la preocupante situación y la falta de atención de los reclamos. “Pero nunca nos recibió”, lamentó Capodanno sosteniendo las copias de todos y cada uno de los pedidos formales que elevaron al municipio.

Ante funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Provincia -que sí recibieron a los vecinalistas- solicitaron que evalúen la posibilidad de colocar cámaras de vigilancia en determinados sectores de Siete Jefes. El gasto sería asumido por los vecinos pero hasta el momento tampoco obtuvieron respuesta. En tanto en la seccional 3ra. de la policía, con jurisdicción en el barrio, “tienen cuatro autos y dos choferes”, mencionó Néstor Capodanno para remarcar las dificultades que también afronta la fuerza pública.

Como paliativo a la situación de inseguridad un grupo de 20 vecinos, que residen en las cuadras aledañas a calle P. Colodrero y Antonia Godoy, implementaron una alarma comunitaria. Se activa con un dispositivo individual, similar a un llavero que dispara una alarma y replica el pedido de auxilio en el Centro de Monitoreo de la Municipalidad. Y se contactan con el 911.

“Esos vecinos llegaron a padecer hasta 10 arrebatos en un día”, expuso Capodanno. Actualmente, están evaluando estirar el sistema comunitario de alarma a otros sectores del barrio.

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