Al menos 525 muertos y 3.717 heridos

Condena mundial a la sangrienta represión en Egipto

  • El Gobierno egipcio decretó el estado de emergencia y el toque de queda, en un intento de impedir que el caos se extienda por el país. Diplomáticos egipcios recibieron miles de llamados con reproches por la sangrienta represión de ayer.
Condena mundial a la sangrienta represión en Egipto

Escalofriante. Varias personas permanecen junto a docenas de cadáveres de familiares en la mezquita al-Imene en El Cairo. Los enfrentamientos de ayer dejaron centenares de víctimas fatales. Foto: Agencia EFE

 

Redacción de El Litoral

Agencias EFE/DPA

La sangrienta represión de las protestas de los Hermanos Musulmanes por el golpe de Estado y encarcelamiento del presidente egipcio Mohamed Mursi, con al menos 525 muertos y 3.717 heridos según el recuento oficial, ha desatado la condena mundial y las llamadas a consultas a los diplomáticos egipcios.

Mientras el Gobierno instalado el pasado 14 de julio en El Cairo por los militares condenaba hoy la violencia contra la minoría cristina copta, sus representantes en el extranjero recibían reproches y llamamientos a la contención y el diálogo entre seguidores y detractores de Mursi.

La proclamación ayer del estado de emergencia durante un mes y la declaración del toque de queda no ha evitado que los enfrentamientos y los actos violentos se sucedieran anoche, pues el desalojo de las acampadas en la capital desató el llamamiento de los Hermanos Musulmanes a sus partidarios para que salieran a las calles.

La convocatoria degeneró en choques con las fuerzas del orden y los opositores al depuesto mandatario, alguno de cuyos más conocidos apoyos como el vicepresidente de Relaciones Internacionales, Mohamed el Baradei, prefirió renunciar y recordó que podía haberse evitado la violencia.

El primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, cuyo Gobierno decidió el desalojo de las acampadas en las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y del Nahda, condenó hoy las “acciones criminales” que sufrieron ayer varias iglesias coptas, según la agencia estatal Mena.

El gobernante telefoneó al patriarca de la iglesia ortodoxa copta, Teodoro II, para expresarle su solidaridad ante esos actos de violencia y el incendio de varios templos en distintas provincias del país.

“La unidad de musulmanes y cristianos es una línea roja y las fuerzas de la oscuridad y el terrorismo no lograrán afectarla o debilitarla”, añadió Al Beblaui.

En todo el planeta

Ayer, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, condenó la violencia y abogó por la reapertura del proceso político para restaurar las estructuras democráticas. Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, instaba a levantar “cuanto antes” el estado de emergencia y calificaba como “deplorables” los actos violentos.

Hoy el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, se sumó desde Túnez a los reproches y condenas de la víspera por el uso de la “violencia” por la Policía egipcia para disolver las protestas.

También el Gobierno chino pidió hoy “moderación” a las fuerzas políticas de Egipto y abogó por el diálogo.

“Espero que todas las partes pongan en primer lugar los intereses de los ciudadanos y que actúen con moderación para evitar más víctimas”, manifestó un portavoz citado por la agencia Xinhua.

En Castel Gandolfo, el papa Francisco dijo que “llegan por desgracia noticias dolorosas de Egipto” e instó a los presentes a orar juntos “por la paz, el diálogo y la reconciliación en aquella querida tierra y en el mundo entero”.

En Madrid, el embajador de Egipto, Ayman Zaineldine, fue llamado por el Ministerio de Asuntos Exteriores para trasladarle la inquietud de España por la situación y para condenar el uso de la violencia.

Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reclamó hoy la celebración de una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir la “masacre”.

También el presidente de Francia, François Hollande, pidió hoy el cese “inmediato” de la represión en Egipto y subrayó que debe hacerse todo lo posible para evitar una guerra civil en ese país.

Entre la comunidad internacional se ha instalado el temor a una guerra civil en Egipto tras la violenta represión de las protestas de los Hermanos Musulmanes.

El dato

Desde Argentina

  • El gobierno argentino condenó “la brutal represión” contra las manifestaciones populares en Egipto y llamó a las autoridades a un cese de la violencia.

El gobierno argentino “hace un llamamiento a las autoridades de ese país para un cese total e inmediato de la espiral de violencia desatada en los recientes días contra ciudadanos desarmados”, informó la Cancillería en un comunicado.

“La Argentina reitera su profunda convicción de que una rápida transición política hacia el establecimiento de un gobierno constitucional, el diálogo con todos los sectores sociales y políticos con representación popular y el respeto incondicional e irrestricto de los derechos humanos son los fundamentos para que el conjunto del pueblo egipcio goce de la democracia y la paz”, remarcó el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Evitar hundirse en el caos

  • El Gobierno egipcio decretó ayer el estado de emergencia y el toque de queda, en un intento de impedir que el caos se extienda por el país, escenario de violentos disturbios que han dejado más de dos centenares de muertos.

La violencia comenzó después de que la policía lanzara a primera hora de la mañana una operación para desmantelar las acampadas de protesta de los seguidores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi en las plazas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda, en El Cairo.

Poco después, los Hermanos Musulmanes, grupo en el que militó Mursi hasta que accedió a la Presidencia, instaron a sus simpatizantes a que salieran a protestar, en repulsa por la actuación policial, lo que convirtió las calles de varias ciudades en campos de batalla.

En El Cairo, hubo marchas de partidarios de la Hermandad en varias áreas, como el distrito de Ciudad Naser, donde se ubica Rabea al Adauiya, y en la plaza de Mustafa Mahmud, en el barrio de Mohandesín, donde los islamistas se enfrentaron a la policía.

Pero los disturbios no solo se han limitado a la capital, sino que también se han producido en otras localidades de Egipto, tanto de norte a sur como de este a oeste.

Según las autoridades, un total de 21 comisarías y puestos policiales, además de sedes de las gobernaciones provinciales, han sido asaltadas por manifestantes durante este día; e incluso la Biblioteca de Alejandría ha sido blanco de un ataque armado.

En el sur, al menos 7 iglesias han sido atacadas, muchas de ellas incendiadas. Las autoridades y la Hermandad se han acusado mutuamente de estar detrás de las agresiones a templos cristianos.

Ante este panorama, la Presidencia, con el visto bueno del Consejo de Ministros, decretó el estado de emergencia durante un mes por el “peligro” que se cierne sobre “la seguridad y el orden en los territorios del país”.

El estado de emergencia estuvo en vigor en Egipto con la excusa de la lucha contra el terrorismo desde 1981 hasta mayo de 2012, cuando decidió no renovarlo la junta militar que gobernó el país desde el derrocamiento de Hosni Mubarak (1981-2011) hasta la ascensión de Mursi al poder en junio del año pasado.

Claves para comprender el conflicto

  • ¿Quién es Mohamed Mursi?

Mursi surgió de las filas de los Hermanos Musulmanes, un movimiento islamista prohibido en el país durante décadas, y se convirtió en el jefe de su brazo político, el Partido Libertad y Justicia.

Fue el quinto presidente de Egipto y el primer civil e islamista en ocupar ese puesto. Es, además, el primer presidente electo democráticamente en Egipto tras ganar por un pequeño margen las elecciones en junio de 2012.

Reemplazaba así a Hosni Mubarak, quien se mantuvo en el poder durante 30 años hasta que fue derrocado tras protestas populares en febrero de 2011.

Desde que Mohamed Mursi fue expulsado del poder -sólo duró un año en el cargo- los enfrentamientos entre sus seguidores y las fuerzas de seguridad han dejado un saldo de más de 250 muertos hasta el momento.

  • ¿Por qué se derrocó a Mursi?

Durante su primer año de gobierno, Mohamed Mursi se distanció de instituciones clave y de varios sectores de la sociedad. Para muchos egipcios, el presidente islamista no estaba resolviendo los problemas económicos y sociales del país.

Egipto se fue polarizando entre los simpatizantes islamistas de Mursi y sus opositores, entre los que se incluyen miembros de la izquierda, liberales y seculares.

Los problemas se agudizaron a partir de noviembre de 2012 por la redacción de la nueva Constitución que fue aprobada por la Asamblea Constituyente (dominada por los aliados de Mursi), pese al boicot por parte de liberales, laicos y la Iglesia.

A medida que aumentaba el descontento de la oposición, Mursi emitió un decreto que daba poderes especiales a las fuerzas armadas hasta la celebración de un referéndum el 15 de diciembre de 2012 sobre el proyecto de Constitución, lo que los críticos dijeron que equivalía a una forma de ley marcial.

A fines de abril, activistas de la oposición crearon la base para el movimiento de protesta contra Mursi.

Millones de personas salieron a la calle el 30 de junio para manifestarse en contra de las políticas del mandatario, lo que coincidió con el primer año de su gobierno.

El 3 de julio, el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Abdul Fatth al Sisi, anunció que suspendía la Constitución y nombró al jefe de la Corte Constitucional Suprema, Adly Mansour, como presidente interino.

  • ¿Dónde está Mursi ahora?

Mursi se encuentra detenido en una instalación militar no revelada y se enfrenta a cargos criminales: ha sido acusado por su fuga de la cárcel en 2011 junto a otros 18 miembros de la Hermandad Musulmana. La acusación señala que fue ayudado por Hamas, el ejército islámico palestino y Hezbollah. Mursi está acusado de escapar, destruir los registros oficiales de la prisión y el asesinato y el secuestro de policías y presos.

Algunos de los aliados de Mursi también han sido encarcelados desde el golpe. Los principales miembros del Partido Libertad y Justicia -brazo político de la Hermandad - fueron arrestados. Este ha sido otro de los motivos del enfrentamiento que sacude hoy a Egipto.

  • ¿Quién está protestando, y por qué?

Desde el derrocamiento de Mursi, los partidarios de la Hermandad Musulmana y el Partido Libertad y Justicia han organizado manifestaciones en todo Egipto. También ha habido manifestaciones rivales para apoyar los esfuerzos del ejército. Funcionarios de la Hermandad Musulmana señalan que no cesarán hasta que Mursi vuelva a estar en el poder tras un golpe de estado ilegítimo. Se niegan a reconocer al gobierno interino o cooperar con él.

  • ¿Quién está al mando?

El ejército de Egipto se ha instalado un gobierno civil interino con Mansour Adly como presidente interino. Días después de su toma de posesión, se emitió un decreto por el que se entregó un poder legislativo y esbozó un camino hacia nuevas elecciones.

Vice presidente interino de Egipto es Mohamed El Baradei quien ganó el Premio Nobel de la Paz por su trabajo como director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica de la ONU. Pero los generales de Egipto aún ejercen un poder considerable. El mayor.

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Así se veía la plaza de Rabea al Adauiya ayer, cuando la policía desmantelaba uno de los campamentos de simpatizantes de Mursi. Foto:Agencia EFE