Avistando luces raras

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Federico Falco. Foto: archivo el litoral

 

Por Raúl Fedele

“Cielos de Córdoba”, de Federico Falco. Editorial Nudista. Córdoba, 2011.

Cielos de Córdoba es la primera novela (nouvelle, en verdad) del cuentista y poeta cordobés (radicado ahora en Buenos Aires) Federico Falco, autor de los libros de cuentos La hora de los monos, 222 patitos y OO; de los poemas reunidos en Aeropuertos, aviones y de Made in China.

Relata una etapa crucial de la iniciación de Tino, un chico que vive en un pueblo de Córdoba, con una madre internada de hace tiempo en el hospital y un padre que dirige un museo de ovnis, con carteles luminosos, fotos, y una estatua de fibra de vidrio y a tamaño natural de Xicflon Bethas, el Comandante Supremo de la Confederación Intergaláctica sobre el Planeta Tierra.

Las primeras, nada armoniosas, experiencias sexuales, la desolación y la partida final del pueblo se presentan en un relato a la vez despojado, distanciado y, por momentos, detallado y emotivo.

Federico Falco forma parte de los escritores argentinos nacidos en los 70-80, signados por el minimalismo, en su caso en el mejor y más amplio sentido del término, es decir, un registro de sucesos cotidianos en los cuales el devenir fluye sin solución de continuidad con la suma rara de azar y determinismo que rige la vida, con la apariencia de que no sucede gran qué y donde en una segunda profundidad se descubre que sucede de todo. Incluso más en el caso de Falco; hay episodios de Cielos de Córdoba (como sucede en varios de sus cuentos) donde irrumpe una literatura que se anima sin prejuicios a utilizar (exitosamente) recursos que acopió en su rica historia la gran narrativa tradicional, fenómeno nada común en los escritores de la generación mencionada.

Cielos de Córdoba, con una transparente fluidez, hace gala de un amplio registro de tales recursos, y consecuentemente el lector es llevado sin transición de escenas densas y descarnadas a otras decididamente líricas, y donde siempre, como le gustaba sentenciar a Salinger como juicio de valor sobre una obra literaria, hay lugar para una buena dosis de humor y ternura.