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La esclusa de Miraflores, la más conocida y visitada por estar próxima a la capital panameña.

El Canal de Panamá

Desde 1999, Panamá administra y opera con seguridad, eficiencia y confiabilidad una de las rutas comerciales más importantes del mundo.

TEXTOS. MARIO A. LAGUZZA.

 
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Un barco petrolero atraviesa la esclusa de Miraflores.

La historia del Canal de Panamá es un episodio importante en la trayectoria del mundo moderno a través de los últimos cuatro siglos y medio. Se opina que Vasco Núñez de Balboa, el descubridor del océano Pacífico, fue el primero en concebir la idea de unir los dos océanos por medio de un canal artificial.

Carlos V de España fue el primer monarca en comprender el significado de un canal entre el Atlántico y el Pacífico. Inició las primeras investigaciones en 1523, y en 1534 ordenó al entonces gobernador de Panamá que llevase a cabo un estudio de la ruta a lo largo de los ríos Chagres y Grande, curso que en términos generales tiene el actual Canal de Panamá.

Desde aquella época hasta el 4 de mayo de 1904, fecha en que los Estados Unidos se hicieron cargo de la construcción del canal, luego de haberlo iniciado Francia, las principales naciones marítimas del mundo se habían ocupado con seriedad en el proyecto afanosamente recomendado por geógrafos y navegantes.

Al cabo de diez años de lucha tesonera, la monumental obra fue inaugurada el 15 de agosto de 1914 a un costo de 380 millones de dólares.

Situado aproximadamente a 9 grados de latitud norte del Ecuador, próximo al centro geográfico del Hemisferio Occidental, la vía interoceánica es un estrecho artificial que une los océanos Atlántico y Pacífico.

El canal sirve de “puente” monumental sobre las Américas continentales para el traslado de los buques de un océano a otro. En el apogeo de las obras de excavación, el número de trabajadores era de 40 mil hombres dedicados a la construcción que, con asombro, contemplaba un mundo que por siglos había esperado ver realizado ese sueño.

El Canal de Panamá es de gran provecho internacional, y buques de todas las naciones marítimas del mundo utilizan esa vía interoceánica.

El eficiente funcionamiento cotidiano del canal durante 95 años proporciona al comercio mundial un poderoso eslabón, y por su ubicación geográfica esta vía marítima ha sido y sigue siendo de singular importancia en el desarrollo económico del continente americano.

El comercio del mundo pasa cada año por las compuertas del canal. En los últimos años han pasado grandes barcos a razón de uno por hora, día y noche. En su mayoría son buques mercantes cuyos cargamentos son tan diversos como lo son las necesidades humanas.

Ese inmenso volumen de carga y el apreciable ahorro que representa para navieros y consumidores su rápido transporte por el canal, puede ser calculado en miles de millones de dólares.

El alto costo que se paga en concepto de peaje es compensado por el ahorro de varios miles de dólares, al acortar el trayecto en cerca de 11 mil kilómetros, lo que significa más de 15 días de navegación.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS

El Canal de Panamá tiene una longitud de 81 kilómetros y una anchura que oscila entre 91 y 300 metros. La vía canalera se extiende de noroeste a sureste. La duración de la travesía es de unas 8 horas.

Durante el recorrido se puede apreciar el funcionamiento de una de las maravillas modernas del mundo. Las características principales son los dos puertos terminales, los estrechos a nivel del mar en ambos extremos del canal, los tres juegos de esclusas gemelas, mediante las cuales se elevan o bajan las embarcaciones (28 metros); el lago Gatún sobre el cual se hace la mitad del trayecto y el corte Gaillard, zanja donde se hizo la mayor parte de la excavación.

Este corte tiene cerca de 13 km. de extensión, casi todo de roca pura. En este sector es donde ocurrieron derrumbes durante la construcción y aún poco después de inaugurado el canal.

Los barcos entran al corte donde desemboca el río Chagres en Gamboa. Más que cualquier otra sección, el corte Gaillard da la impresión de ser una imponente zanja.

La misma es la parte más estrecha del canal y representa el 15 por ciento de la extensión total de la vía acuática. El Corte aquí atraviesa la Cordillera Central del Istmo y con el material excavado durante su construcción se podrían haber erigido hasta 63 pirámides iguales a las existentes en Egipto.

A continuación los buques entran a las esclusas de Pedro Miguel, situadas en el extremo meridional del corte Gaillard. Aquí las embarcaciones descienden diez metros al lago Miraflores, una pequeña extensión artificial de agua de 1.600 metros de ancho, que separa los dos juegos de esclusas en el sector del Pacífico. Luego se desciende de nuevo por las esclusas de Miraflores, los últimos dos peldaños que lo ponen a nivel de las aguas del océano Pacífico.

Las compuertas de las esclusas de Miraflores del lado del mar son las de mayor elevación en todo el sistema, debido a las altas mareas que se registran en el Pacífico. Las mencionadas compuertas tienen una altura de 27 metros y cada hoja pesa 730 toneladas.

Aunque en su tránsito los buques utilizan su propia propulsión, a su paso por las esclusas son asistidos por locomotoras eléctricas. Trabajando en pares, las locomotoras mantienen los buques en posición dentro de la esclusa. Dependiendo de su tamaño, un buque puede requerir desde cuatro hasta ocho locomotoras.

Desde la apertura del canal en 1914 se han realizado más de 970 mil tránsitos, estimándose para fines de 2010, la cifra de un millón.

Tanto en el funcionamiento del canal como en la travesía de los barcos por sus aguas, existe una notable coordinación entre el personal. Las operaciones se caracterizan por su precisión y minuciosa organización.

La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) tiene a su cargo la responsabilidad de la administración y funcionamiento de la vía interoceánica; impulsa, mediante el permanente mantenimiento y la constante modernización de su infraestructura, la ampliación del Canal, profundización y el ensanche de los cauces de navegación y las esclusas, al mantenerse como una ruta confiable al servicio del comercio mundial en el siglo XXI, próximo a cumplir en 2014, un siglo de operaciones.

La misión fundamental del Canal de Panamá es la de dar paso a las naves de un océano al otro, con la mayor rapidez y seguridad.

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CÓMO LLEGAR

Existen dos vuelos diarios y directos a la ciudad de Panamá. El viaje demanda 7 horas. Hay dos opciones de salida: Ezeiza y Córdoba.

El Canal de Panamá

En esta vista aérea se puede apreciar un buque carguero

El alto costo que se paga en concepto de peaje es compensado por el ahorro de varios miles de dólares, al acortar el trayecto en cerca de 11 mil kilómetros.