Cómo montar un negocio de venta online

Quien quiera vender algo a través de Internet tiene diferentes plataformas donde hacerlo rápida y cómodamente. No obstante, más ventajas ofrece el tener una tienda propia online, si bien la construcción y la operación de un negocio digital tiene no pocas dificultades que superar.

TEXTO. UDO LEWALTER. FUENTE. AGENCIA DPA.

Cómo montar un negocio  de venta online
 

Ya sea un sofá, zapatos, monturas de gafas o una billetera: en estos tiempos de crisis, los productos artesanales están de moda y tienen además mucha demanda. La tendencia está siendo estimulada en Internet por portales en los que se pueden poner en venta productos de toda clase, incluso con cierto margen de ganancias.

Pero quien ofrezca en Internet lo mismo que se puede comprar en cualquier otra parte, deberá soportar las comparaciones de precios con sitios como Amazon. “Esto hace prácticamente imposible incursionar en muchos terrenos del comercio online”, dice Georg Hofmann, de la asociación alemana de comercio online ECO. En cambio, los productos originales permiten enfrentar sin temor la competencia de los grandes en el mercado. Artículos de confección artesanal pueden ser colocados en plataformas de subastas como eBay.

Las ventas son también relativamente fáciles en mercados como Etsy (www.etsy.com) o Dawanda (https://es.dawanda.com), en los cuales cualquier persona, aún sin conocimientos técnicos especiales, puede instalar su propia tienda online. Las ventas y los pagos se realizan a través de la plataforma, y el vendedor sólo es responsable del envío de la mercadería. Otra ventaja es que la función de búsqueda en la plataforma abarca todas las tiendas que aloja, por lo que resulta innecesario gastar grandes sumas en publicidad propia.

Pero tanta comodidad tiene también un precio: cada participante debe pagar una cuota, que depende del esperado precio de venta del producto. “Según el vendedor y el tipo de artículo, la suscripción puede alcanzar hasta el 15 por ciento”, comenta Georg Schnurer, director de la revista especializada alemana “Heise Resale”. A esto se añaden tasas por la colocación de un artículo y costos eventuales de elementos atractivos como fotos de gran tamaño.

Otra alternativa son las tiendas de alquiler ofrecidas por numerosos proveedores de servicios de Internet, como los de alojamiento web. Según el número de artículos ofrecidos y vendidos, además de opciones adicionales tales como publicidad, el alquiler puede llegar a más de 92 dólares por mes.

Tampoco aquí se requieren conocimientos técnicos especiales: un asistente ayuda al usuario a dar forma individual a la tienda que se desea instalar online.

PLANIFICAR EL SITIO

Es por esto que las tiendas de alquiler y los quioscos en mercados online son útiles, en especial para el principiante. La tienda se instala rápidamente y, en caso de dudas, también puede ser cerrada en cualquier momento. No obstante, quien quiera vender grandes cantidades de un artículo determinado deberá recurrir de todas maneras a una solución más profesional.

“Antes de abrir un negocio web, hay que pensar muy bien qué exigencias se plantearán en el presente y en el futuro al sistema en que se halle alojado”, aconseja Schnurer. ¿Se desea incluir una función de búsqueda o un enlace a una red social? ¿Estará disponible la oferta también en accesorios móviles como smartphones o tabletas? Para la venta en otros países, el sistema debe incluir asimismo la adaptación a una divisa y una legislación comercial diferentes.

En caso de haber una página web ya disponible en Internet, la tienda podrá integrarse a la oferta ya existente. Para muchos sistemas de gestión de contenidos de páginas web (CMS, por sus siglas en inglés) hay módulos de gestión ya preparados. En todo caso, una ampliación sólo resulta razonable en casos aislados, advierte Schnurer: “Tanto el CMS como el diseño de página ya existente hacen difícil toda modificación en la tienda online”.

LAS REGLAS DEL MERCADO

Para vendedores exigentes, por tanto, no queda otra solución que diseñar su tienda enteramente por sí mismos. En el mercado informático hay numerosos programas de pago, junto a soluciones gratuitas de código abierto. Esto permite a los profesionales adaptar su negocio digital a sus propias necesidades. Pero, aparte del software, el diseño de una tienda es tan complicado que no se puede prescindir de caros proveedores. “Una tienda online que cumpla con condiciones mínimas puede costar arriba de los unos 6.700 dólares”, advierte Schnurer.

Además de las dificultades técnicas y financieras, se añaden los problemas legales: “en el comercio online la competencia es tan dura que se trabaja con todos los medios”, dice Schnurer. “Es por esto que las advertencias mediante abogados son más la regla que la excepción”. Como, por ejemplo, cuando en la página web faltan informaciones sobre los artículos que se ofrecen.

Toda tienda online debe incluir una obligada página con datos legales, incluyendo nombre, dirección o datos de contacto (número de teléfono o email). Se suele exigir también la posibilidad de devolver una compra, según la legislación de cada país. Los usuarios de puestos en mercados online suelen tener menos dificultades con la ley, porque allí suele haber funciones de ayuda e indicaciones ya establecidas.

Aparte del software, el diseño de una tienda es tan complicado que no se puede prescindir de caros proveedores. Una tienda online que cumpla con condiciones mínimas puede costar arriba de los unos 6.700 dólares