Medidas para evitar nuevos siniestros


 
A un mes de la explosión de un edificio en Rosario, resulta imprescindible poner en marcha un relevamiento general de las instalaciones de gas.


Deberán adoptarse las decisiones políticas necesarias para garantizar el efectivo compromiso de los vecinos.


Un mes después de la trágica explosión que provocó 21 muertes y dejó más de 60 heridos en un edificio de calle Salta al 2141, la ciudad de Rosario sigue conmovida. Los familiares de las víctimas aguardan el dictamen de la Justicia y reclaman que se esclarezca lo sucedido.
Saber con certeza qué provocó el desastre no sólo llevará a los responsables a pagar sus culpas, sino que permitirá adoptar las medidas necesarias como para que no se repita un siniestro semejante.
Las implicancias de la explosión exceden a la ciudad de Rosario. De hecho, a partir de lo sucedido la preocupación sobre el estado de las instalaciones y de las redes de gas natural se propagó por cada una de las ciudades del país.
En Santa Fe, por ejemplo, la vecinal de Las Flores II solicitó a Litoral Gas que realizara inspecciones sobre las instalaciones de los edificios, monoblocks y viviendas particulares que componen este barrio de la ciudad. El resultado de los controles fue verdaderamente preocupante: se detectaron pérdidas en los monoblocks 12, 16, 17, 18 y 19, por lo que se decidió interrumpir el servicio hasta tanto se solucionen los inconvenientes.
La situación provocó el malestar de algunos vecinos porque, además del corte en el suministro, tendrán que destinar dinero para comprar nuevos reguladores y contratar a personal especializado en este tipo de tareas.
El complejo está conformado por 20 monoblocks que cuentan con 48 departamentos cada uno, 10 torres y, además, 120 casas. En total, residen 8.000 personas.
Quienes viven en el barrio deberán comprender que éste es el único camino viable para prevenir siniestros similares al sucedido en Rosario. En estos momentos, se debaten diferentes alternativas tendientes a brindar apoyo económico para aquella familias que no cuentan con recursos suficientes como para costear las reparaciones.
La experiencia del barrio Las Flores II debería extenderse al resto de la ciudad. En Santa Fe, existen otros complejos habitacionales de similares características como, por ejemplo, los barrios El Pozo o el Fonavi San Jerónimo, construidos hace ya más de 30 años, con escaso mantenimiento y con alta densidad poblacional.
Pero el problema no sólo radica en los barrios Fonavi, sino que se repite en edificios y viviendas particulares.
La Municipalidad de Rosario y Litoral Gas acaban de firmar un acuerdo con la Asociación de Instaladores para realizar un exhaustivo relevamiento de cada uno de los edificios construidos hasta 1982. Se tomó esa fecha como referencia porque, a partir de ese año, comenzaron a regir nuevas disposiciones y se exigió la instalación de sistemas de doble corte de suministro en los reguladores. En principio, las inspecciones apuntarán a elaborar un relevamiento general. Luego, se procederá al recambio de las instalaciones en los casos que se considere necesario.
Cabe aclarar que la empresa Litoral Gas no tiene la responsabilidad de inspeccionar viviendas y departamentos particulares. Su tarea se limita a la red pública hasta un límite de 20 centímetros de la línea de edificación.
Por ese motivo, deberán adoptarse las decisiones políticas necesarias para garantizar el efectivo compromiso de los vecinos en materia de prevención. De lo contrario, las puertas que conducen a un nuevo siniestro permanecerán entreabiertas.