editorial

Debate sobre el descanso dominical

  • Quienes tomen las decisiones deberán evaluar el tema con suma cautela, evitando atajos corporativos o demagógicos.

La discusión no es nueva. Sin embargo, durante las últimas semanas parece haber tomado verdadero impulso la idea de garantizar, incluso por ley, el descanso dominical para los empleados de los comercios en la provincia de Santa Fe.

Se trata de un viejo reclamo del sindicato que nuclea al sector, que ha sumado adhesiones de distintos sectores políticos e, incluso, de instituciones intermedias. Desde la Presidencia del Senado provincial, se planteó la necesidad de avanzar en este sentido. En Diputados, se vienen realizando diversas reuniones en la Comisión de Asuntos Laborales con la idea de concretar un proyecto de ley. Y desde el Centro Comercial de la ciudad de Santa Fe, también se produjeron manifestaciones de apoyo.

Hasta hace poco más de una década, había pocos comercios con sus puertas abiertas durante los días domingo. El descanso dominical era una realidad no sólo en las poblaciones del interior sino, incluso, en las grandes ciudades.

Sin embargo, durante los noventa, la irrupción de cadenas de hipermercados y la aparición de grandes centros comerciales modificó la situación, cambiando los hábitos de consumo y ciertas pautas culturales. Poco a poco, algunos comercios locales comenzaron a adaptarse a la nueva realidad, sumando servicios que hasta entonces no brindaban a sus clientes y demostrando que sí eran capaces de generar alternativas novedosas para competir con los emprendimientos foráneos.

En estos momentos, quienes tienen en sus manos la posibilidad de tomar decisiones en este sentido, deberían analizar el tema con suma cautela, evaluando las consecuencias generales que este tipo de disposiciones podrían traer aparejadas no sólo para los comercios y sus empleados, sino para el desarrollo económico general de las ciudades.

Habrá que pensar, por ejemplo, cómo repercutiría esta disposición sobre los esfuerzos que viene realizando desde hace años la ciudad de Santa Fe para atraer a visitantes que llegan cada domingo desde el interior provincial e, incluso, desde provincias vecinas.

Quienes arriben a la capital, podrían encontrarse con los comercios cerrados. Sólo estarían abiertos aquellos locales que pudieran ser atendidos por sus propios dueños. Sin embargo, se sabe que esta alternativa no es viable en todos los casos y para todos los rubros.

Es cierto que, en algunos países europeos, los supermercados y los centros comerciales tienen sus puertas cerradas durante los domingos. Pero en la Argentina no existe una disposición general en este sentido. De esta manera, crecerían las posibilidades de que los visitantes que lleguen a Santa Fe y se encuentren con los comercios cerrados opten, por ejemplo, por trasladarse hasta la ciudad de Paraná, donde se encontrarán con una realidad diferente con sólo cruzar el río.

Tal vez habría que pensar en soluciones alternativas a esta situación generada por un evidente conflicto de intereses. Por ejemplo, podría disponerse que los empleados que estén dispuestos a trabajar los domingos, cobren doble salario.

Con dotaciones mínimas, los comercios podrían abrir sus puertas, lo que también beneficiaría a los consumidores y permitiría mantener el ritmo alcanzado por ciudades como Santa Fe durante los fines de semana.

Tal vez habría que pensar en soluciones alternativas a esta situación generada por un evidente conflicto de intereses.