al mArgen de la crónica

Bésame mucho

Nuevos estudios sobre el acto de besar sugieren que, más allá de tratarse de una expresión de afecto, sería además una herramienta para seleccionar a la pareja adecuada.

“La cantidad de besos en una relación está directamente relacionada con la satisfacción en esa pareja. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la cantidad de sexo”, explica Rafael Wlodarski de la Universidad de Oxford, quien encuestó a 900 personas para identificar cuáles son las motivaciones detrás de un beso.

“Encontramos que las personas suelen decir que la atracción hacia una potencial pareja cambia después del primer beso. Es decir, ese primer contacto de los labios puede afectar cuán atractiva nos resulta una persona”, explica Wlodarski.

Como los sentidos más involucrados al besarse son el gusto y el olfato, el sabor y el olor traspasarían señales químicas sobre la compatibilidad, algo que sirve para saber si la relación tiene futuro.

Wlodarski pasó gran parte de su juventud viajando alrededor del mundo. “Vi diferentes culturas y lo que más me impresionó de cuán similares son algunas conductas humanas, como la importancia del beso en las relaciones de pareja”.

En su estudio comprobó que dicha importancia varía según el sexo, el momento de la vida y si la persona está en una relación estable o no.

“Los hombres tienden a preferir los besos antes del sexo, como una forma de aumentar la excitación. Las mujeres dan más importancia a los besos después del sexo, que indican el nivel de compromiso en una relación”.

De manera similar a los varones, las personas que se valoran a sí mismas como más atractivas o quienes tenían más relaciones ocasionales suelen darle más importancia al beso que se da antes de una relación sexual.

En cambio, para aquellas personas con pareja estable, el beso es igual de importante tanto dentro como fuera de la cama. Incluso los autores sugieren que la frecuencia de los besos se asocia con relaciones más satisfactorias.