Federales por derecho, ¿unitarios de hecho?

La billetera nacional castiga más a Santa Fe y Córdoba

  • Los recursos provinciales dependen más de las transferencias nacionales, que a su vez tienen porciones cada vez más grandes a voluntad de la presidenta.
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De la Sota mantiene un vínculo apenas capilar; Bonfatti carece de ese argumento. Pero la presidenta los ve parecidos en su espejo fiscal.

Foto: Archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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Ieral/Fundación Mediterránea

Un informe del Ieral (Fundación Mediterránea) revela que Córdoba y Santa Fe son las provincias más castigadas si se comparan los envíos discrecionales de fondos de la Casa Rosada con lo que les hubiera correspondido de haberse hecho el reparto en los términos de la Ley de Coparticipación Federal.

Año tras año, con cada discusión del presupuesto nacional y en la revisión de las partidas ejecutadas, queda claro que es creciente el porcentaje de recursos que maneja a voluntad el gobierno nacional por el mecanismo de subvaluar recursos y calcular menos inflación que la real, lo cual deriva en mayor recaudación que la prevista.

Ese “excedente”, más la plata que toma por ejemplo de la Anses, lo maneja el Poder Ejecutivo con las facultades delegadas por el Congreso y a nombre de la “emergencia”, lo que le permite incluso omitir el presupuesto y redestinar partidas, en abierta contradicción al orden federal que dispone la Constitución.

El Ieral analizó adónde fue la plata “discrecional” (transferencias corrientes y de capital) que maneja la presidencia. Y concluyó que Córdoba recibió de la voluntad presidencial un 3,4 % menos de lo que le hubiera correspondido, y Santa Fe un 2,5 menos de lo que hubiera recibido si los fondos se hubieran manejado en proporción a las pautas marcadas por la Ley de Coparticipación. El estudio abarcó en este caso entre julio de 2011 y junio de 2012, últimos 12 meses disponibles de datos oficiales.

En contrapartida, “la provincia que recibió más envíos por sobre el coeficiente de coparticipación, fue la provincia de Buenos Aires, con 8,4 puntos porcentuales en exceso, siguiéndole luego Santa Cruz, con 6,1 puntos porcentuales adicionales”.

El documento que lleva las firmas de Marcelo Capello y Gustavo Diarte advierte que también los municipios perdieron autonomía. Señala el informe que los municipios en el país recibían en los ‘90 el 46 % de sus recursos desde la Nación, y que al año 2010 ese porcentaje alcanzó el 65 %.

A sola firma

En el año 2000 la mitad de los recursos con que contaban las provincias llegaban en forma automática desde la Nación, y había otro 5 % “discrecional” destinado por la firma presidencial. Hacia 2011 -último año con datos completos para todas las provincias- las cifras eran 47 % automático y 13 % más remitido de forma discrecional. “Curiosamente -advierte el Ieral-, las provincias son menos dependientes de los recursos nacionales en 2011 que en 2000, si se consideran las transferencias automáticas, pero más dependientes cuando se consideran las discrecionales”.

Gobernadores condicionados

La situación adquiere mayor significación si se tiene en cuenta que el gobierno central se va apropiando del espacio fiscal, de manera tal que recauda por vías no coparticipables y relega las que generan recursos que debe repartir. Las provincias deben cobrar impuestos muchas veces sobre los mismos bolsillos ya “agotados” por la Nación y dependen cada vez más de sus transferencias.

Así las cosas, en el caso de Santa Fe, en el año 2000 los recursos de origen Nacional Transferidos eran el 54,7 % por coparticipación automática, 3,1% por transferencias corrientes y 0,3 % para transferencias de capital, lo cual sumó un 58,2 % del total de recursos que ese año dispuso la provincia.

Ese total creció en 2011 hasta 66,5 % según el análisis del Ieral sobre los últimos datos disponibles. De ello, 56,4 % son por coparticipación automática, 6,7 % por transferencias corrientes y 2,4 % de capital.

El Ieral admite que el “poder de fuego” de la Nación para mandar fondos a las provincias se debilitó en los últimos dos años, pero dice que Santa Fe mantiene su dependencia en dos tercios de sus recursos porque fue de las últimas en aumentar sus impuestos en comparación con otros grandes distritos del país.