el invitado

Miente, miente que nada quedará

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El inefable secretario de Comercio, Guillermo Moreno, anotició a los argentinos que no hay inflación en el país y utilizó de ejemplo el precio de la carne. Para ello tuvo que eludir groseramente la realidad del sector cárnico argentino: las 10 millones de cabezas perdidas por liquidación de stock, la perdida de exportaciones que nos llevó del tercer lugar al onceavo, las 20 plantas frigoríficas cerradas y los 12 mil trabajadores despedidos.

Pierden los consumidores, pierden los productores. Desde el 2011 a la fecha la carne subió el 25% en el mostrador, y el último año el 7,5 %. En tanto el precio de los productores está estancado, recibiendo un 30% menos en moneda constante que lo que recibía en el 2011.

Este año en materia de exportaciones estaremos levemente por debajo de las 200.000 toneladas, cuando Argentina llegó a exportar más de 700.000 toneladas al año. Perdimos una cuota Hilton entera de ingresos para la Argentina, no cumpliendo desde hace 6 ciclos con este cupo, permitiendo que no ingresaran al país más de 100 millones de dólares en exportaciones.

En la actualidad se registra un aumento significativo de hembras enviadas a faena, indicativo de la crisis del sector, y de la angustia del productor que debe liquidar vientres ante la falta de rentabilidad del negocio ganadero. Sin madres no hay terneros y sin ellos habrá menos carne en el futuro.

Moreno pudo haber elegido un mejor ejemplo (si lo hubiese encontrado) pero como siempre, desoyendo el pulso del ciudadano expresado en las recientes elecciones, prefirió negar la realidad, ocultarla y tomar un producto tan valorado por los argentinos como la carne para mostrar un supuesto argumento en su favor.

En ganadería, miente, miente que nada quedará.