“Busco  películas  que se  comuniquen con alguien”

“Busco películas que se comuniquen con alguien”

Vanessa Ragone es productora de cine. Nacida en Santo Tomé, en 2009 formó parte de la producción de “El secreto de sus ojos”. Su nuevo proyecto “Betibú”, que tiene a Mercedes Morán como protagonista, está en etapa de post producción. Su mirada sobre el cine argentino actual, sus perspectivas y desafíos.

TEXTOS. JUAN IGNACIO NOVAK ([email protected]). FOTOS. LUIS CETRARO, EFE Y EL LITORAL.

 

Visionaria es un adjetivo que le cuadra a la perfección a Vanessa Ragone: es que la productora, realizadora y documentalista nacida en Santo Tomé figuró entre las artífices de algunos de los éxitos de público más resonantes del cine argentino en los últimos años.

Filmes como “Tesis sobre un homicidio”, “Las viudas de los jueves” y sobre todo “El secreto de sus ojos” la tuvieron detrás de las cámaras en el complejo pero apasionante trabajo de producción. Esta última película le ofreció una de las experiencias más significativas de su carrera, cuando subió -junto a Juan José Campanella y Guillermo Francella- a recibir el Oscar a la Mejor Película Extranjera, en marzo de 2010.

Casi un lustro después de aquel hito de la cinematografía nacional, Ragone sostiene que fueron múltiples los factores que se combinaron y trocaron a la película en uno de los éxitos de público más importantes de los últimos años: la presencia de Ricardo Darín (“en aquel momento no tan absoluta como ahora, pero es un personaje que tiene una empatía extraordinaria con la gente”, asegura Ragone), la elección de Guillermo Francella para un papel no habitual en él, la pareja Darín -Soledad Villamil-, y un director que “lo que más quiere en la vida es comunicarse con la gente”, dice.

Dotada de una natural claridad y sencillez para exponer sus premisas, asegura que el trabajo del productor está valorado en el país, aunque en la medida en que se puede reconocer una labor que “es más de sostenimiento”. Es que, señala, “las películas en la Argentina son de los directores. Cuando me preguntan que película estás haciendo, digo la de Miguel Cohan, no digo mi película. No se me pasaría por la cabeza, me parecería gracioso. Tenemos un sistema donde el director es también parte del grupo de estrellas. No está mal y yo me siento muy cómoda”.

Hoy, su productora, Haddock Films, tiene en etapa de post producción la película “Betibú”, una adaptación de la exitosa novela homónima de Claudia Piñeiro. Con dirección de Miguel Cohan, quien también realizó el guión junto con su hermana Ana Cohan, es una gran apuesta que tiene en los roles protagónicos a Mercedes Morán, Daniel Fanego y Alberto Amann, con participaciones especiales (“chiquitas, pero muy lindas”, explica Ragone) de destacados actores de la escena nacional como Lito Cruz, Norman Briski y Carola Reyna.

“Cuando leí el libro de Claudia, me pareció que era adaptable para hacer una historia de suspenso. Y lo interesante es que la protagonista es una mujer, lo cual no es muy típico de ninguna cinematografía, y en la nuestra en particular hace mucho que no hay una protagonista femenina”, dijo.

Entusiasmada por el trabajo que se hizo hasta el momento (el film se estrenará el año que viene), Ragone sostiene que trabajar con Morán fue una experiencia increíble y adelanta algunos detalles de la trama. “La historia es, decimos, como un Scooby Doo para adultos. Es sobre una escritora de policiales y dos periodistas que se ponen a investigar un crimen y se terminan metiendo en una trama policial intensa. Y los personajes crecen en sus mutuas interrelaciones”.

CHARLA EN SANTA FE

Hace poco estuvo en Santa Fe invitada por los impulsores de “Curba / Cultura Urbana Alternativa” para brindar una de las “entrevistas con público”, formato que impulsa ese grupo con diferentes personalidades de las disciplinas artísticas. Y se hizo un espacio para charlar sobre su trabajo y sobre todo, sobre la actualidad y proyecciones del cine nacional.

- Varias películas en las que estuviste como productora en los últimos años tuvieron como rasgo característico mucho éxito de público. ¿Cómo se logra captar tanto el gusto del público? ¿Cómo se construyen estos éxitos?

- Es la fórmula de la Coca Cola, no te la puedo dar (risas). Realmente es muy complicado, nunca lo sabés de entrada. El público argentino es lábil, como todo público nacional con su propia cinematografía. Es cambiante: a veces le gusta un tipo de cosas, a veces otra y entre medio, a veces no le gusta nada. Éste es un año especial, porque el público ha visto proporcionalmente mucho más cine argentino que el que veía en los últimos años.

Aumentó enormemente la cuota de pantalla argentina con cuatro películas, como “Tesis sobre un homicidio”, “Metegol”, “Corazón de león” y “Wakolda”. Realmente, el que tenga esa fórmula es millonario, que no es mi caso. Tengo un interés como productora en buscar historias que interesen, que no sean proyectos para uno mismo. Tener un horizonte de público y no pensar en películas porque tengo ganas de expresar mi arte, que puede ser, pero no lo puedo pensar como productora. Para mí es la base, pensar un público para las películas.

He hecho películas muy diversas, con distinto nivel de popularidad. “El secreto de sus ojos” es el ejemplo máximo y la combinación allí era casi perfecta. Era un guión impresionante, cuando lo leí me puse a llorar. Es raro que un guión te emocione de tal manera, ahí pensé que la película tenía que funcionar. Era capaz de tocar temas muy complejos de una manera amigable, que cerraba, aunque dejaba inquieto. Era muy redonda. No imaginamos nunca que iba a ser el éxito que fue, pero era una película que uno la miraba y podía decir “un millón de personas la va a ver”.

Con “Las viudas de los jueves” pasó algo parecido. Fue un libro muy leído, histórico de ventas, el elenco era interesante, grande y diverso de joven y mediana edad. Y un director como Marcelo Piñeyro, que a la gente le llama la atención.

Pero también hay otras películas para otros públicos y también tiene sentido hacerlas. Pienso en “Todos tenemos un plan” que estrenamos el año pasado, una película de una primera directora, con una historia mucho más oscura y existencial, pero con una figura internacional como Vigo Mortenssen. De todas maneras, sabíamos que era una película que tenía un cierto nicho de público. Intento buscar películas que se comuniquen con alguien, sean 20 mil espectadores o 2 millones, pero con algunos. Lo que no me interesa son películas que estén tan cerradas en sí mismas y sean tan autorreferenciales que no le interesen a nadie.

- Desde hace un tiempo se observa una búsqueda de películas que convoquen al público y no estén reñidas con la calidad artística. Hubo un momento en que el cine nacional no tuvo tanta convocatoria, con cierto desdén o prejuicio por parte del público ¿Eso cambió?

- Por un lado por la factura técnica. Hasta hace poco tiempo era un déficit, teníamos problemas técnicos a nivel sonido. Hace poco la Academia de Cine hizo una encuesta en jóvenes para ver por qué no iban a ver cine argentino. Y una parte dijo “porque es en blanco y negro” (risas). Este es un año extraño para analizar, porque es muy bueno, ojalá se reproduzca. Pero en general, en relación al volumen de películas nacionales que se estrenan, que son 80 u 85, hay 10 que hacen un estándar de público importante, superando los 100 mil espectadores. Este año es distinto porque hay películas que lograron muchísimos. La gente joven va poco a ver cine nacional pero se va ampliando esa base de los que van a ver cine argentino, a través del esfuerzo de algunos proyectos en particular. Campanella se metió a hacer “Metegol” con un objetivo muy claro que era tratar de llevar niños al cine a ver una película de animación nacional. Las experiencias anteriores eran muy malas técnicamente, entonces la propuesta de Juan José de tratar de competir con Pixar es valiosa.

Después, sí se puede volver a hacer una película así, es otro asunto, pero es un intento. A lo que apuntamos los productores medianos, el grupo con el que yo me relaciono, tiene que ver con tener una base técnica y artística buena, o competitiva y un cierto elenco. Después de la fascinación por el nuevo cine argentino, después de 2001, cuando a la gente le interesó ver historia de la vida cotidiana, los no actores, a la gente le tira ver a los actores, a sus estrellas, a la gente que conoce y ha visto en la televisión.

Y eso siempre se pondera. Por eso, va aflojando ese cierto prejuicio hacia el cine nacional pero sigue habiendo una gran distancia entre la cantidad de películas que se estrenan y las que se ven en realidad. Muchas no llegan a una base de espectadores que llegue a los 10 mil y muchas ni siquiera los mil.

Entrevistas con público

El ciclo “Cara a Cara / Entrevistas con público”, del que participó Vanessa está organizado por “Curba / Cultura Urbana Alternativa”, un espacio de construcción cultural independiente integrado por Daniel Dussex, Ezequiel Dussex, Alejandra Boch, Diego Brea, Luis Ávalos, Adrián Airala y Guillermo Saredo, junto a amigos y colaboradores.

Airala apuntó que, en este ciclo, “la inteción es funcionar de algún modo como vehículos para poner en este tipo de encuentros, entrevistas con público, esto quiere decir, con la posibilidad que tiene el público de interactuar y compartir. Lo venimos orientando con personas comprometidas socialmente y vinculadas al quehacer artístico desde algún lugar”.

Películas

En los últimos años, la productora de Vanessa Ragone, Haddock Films, produjo o coprodujo varias películas que tuvieron buena recepción de público y crítica.

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• “El secreto de sus ojos” (2009): de Juan José Campanella, con guión de Campanella y Eduardo Sacheri, basado en la novela “La pregunta de sus ojos” de Sacheri. Actúan Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Pablo Rago y Javier Godino.

• “Las viudas de los jueves” (2009): de Marcelo Piñeyro, con guión de Marcelo Piñeyro y Marcelo Figueras, sobre la novela homónima de Claudia Piñeiro. Actúan Ernesto Alterio, Juan Diego Botto, Leonardo Sbaraglia, Pablo Echarri y Gabriela Toscano.

• “Sin retorno” (2010): de Miguel Cohan, con guión de Miguel Cohan y Ana Cohan. Actúan Leonardo Sbaraglia, Federico Luppi, Martín Slipak, Luis Machín, Bárbara Goenaga y Ana Celentano.

• “Todos tenemos un plan” (2012): dirigida y escrita por Ana Piterbarg. Actúan Viggo Mortensen, Soledad Villamil, Daniel Fanego, Javier Godino, Sofía Gala Castiglione, Óscar Alegre y Carolina Román.

• “Tesis sobre un homicidio” (2013): de Hernán Golfrid, con guión de Patricio Vega inspirado en la novela homónima de Diego Paszkowski. Actúan Ricardo Darín, Alberto Ammann, Arturo Puig y Calu Rivero.

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Nuevos desafíos

-¿Cuáles son los desafíos que se abren para el cine nacional en los próximos años?

- El desafío más grande es encontrar alguien que no sea Ricardo Darín para que actúe. Pobre Darín, no lo podemos hacer actuar en más películas (risas). Retomar el star system (sistema de estrellas) que en Argentina existió siempre. Era el cine nacional de grandes estudios, tenía a Mirtha Legrand, existían esas estrellas. Eso se perdió: en la década del ‘60 se fue dejando de lado.

Los ‘70 y ‘80 fueron momentos nefastos. Los ‘90 tuvieron momentos esporádicos, uno piensa en María Luisa Bemberg o Marcelo Piñeyro. La crisis de 2001 y el cambio tecnológico provocó este surgimiento de jóvenes cineastas y se amplió mucho la base de películas, la cantidad de formatos.

De ahí, estamos volviendo a recuperar esa idea de un sistema un poco más industrial, donde se rueda, post produce con la mejor calidad y en general hay que co producir para poder hacer las películas porque requieren bastante dinero. De a poco, estamos recuperando el espacio y el desafío es seguir recuperándolo.

Estábamos en un 7% u 8% de asistencia anual de gente a ver cine nacional, que es un porcentaje pequeño, que es más o menos el de todo el cine latinoamericano en sus propios países. La intención es que eso se convierta en el 15% o en el 20%. Este año es extraordinario, pero hubo una suma de películas muy convocantes y no siempre se pueden hacer dos con Ricardo Darín.

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“Busco  películas  que se  comuniquen con alguien”

La productora Vanessa Ragone (última de la derecha) en la ceremonia en que “El secreto de sus ojos” recibió el Oscar. Los directores Quentin Tarantino (izq.) y Pedro Almodóvar (segundo desde la izquierda) fueron los encargados de entregar la estatuilla al director Juan José Campanella, en el centro junto a Guillermo Francella.

Directores

En la mirada de Vanessa Ragone hay muchos directores de cine jóvenes que poseen una amplia proyección de cara a los próximos años. Entre otros nombres apuntó a Hernán Goldfrid, Miguel Cohan, María Victoria Menis y Sandra Gugliotta. “Y hay una generación aún más joven que está intentando incluso hacer películas de género. La otra cosa es que gran parte de directores intentan encuadrar sus películas dentro de algún género cinematográfico más o menos reconocible, algo que el nuevo cine argentino no hacía; eran películas más autorales”.