Justicia Federal

Pidieron la excarcelación del productor de cumbia

Raúl Basimiani quedó detenido la semana pasada, involucrado en una causa en la que se investiga una organización dedicada a la venta de drogas en la ciudad. Para la defensa “los elementos de prueba son muy escuetos”.

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Néstor Pereyra, a cargo de la defensa de “Don Raúl”, planteó la excarcelación al juez que entiende en la causa.

Foto: Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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“Mi defendido es Raúl Narciso Basimiani y está imputado por infracción a la Ley Nacional Nº 23.737, donde se le atribuye organizar, promover o facilitar la distribución o el almacenamiento de sustancias estupefacientes. Pero los elementos de prueba son muy escuetos para sostener una imputación de esta naturaleza”, dijo el abogado Néstor Pereyra, que esta semana planteó la excarcelación de su cliente.

Basimiani, también conocido como “Beto” o “Don Raúl”, es un productor de música tropical santafesina, que con el correr de los años ha logrado amasar una pequeña fortuna, que sumada a su popularidad lo ubica en un lugar de resalto en el ambiente en que se mueve.

La semana pasada, el también conductor del programa radial “Época” se vio sorprendido cuando una comisión de la Policía Federal -delegación Santa Fe- lo detuvo en el marco de tres allanamientos ordenados por el juez federal Nº 2, Francisco Miño.

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Tres allanamientos a cargo de la Policía federal se realizaron en Santa Fe y Colastiné. Foto: Prensa PFA

Allanamientos

Los efectivos de dicha fuerza desembarcaron el jueves 7 de noviembre en una casa de calle Castelli al 1700, en Aristóbulo del Valle al 5100, donde funciona una productora discográfica y en Colastiné Norte, en una casaquinta de calle Los Jazmines, donde se procedió a la detención de Basimiani y uno de sus sobrinos.

Según informó oportunamente la fuerza policial, durante el procedimiento se secuestró “un arma de fuego de grueso calibre, municiones, un chaleco antibalas, celulares y computadoras”; además de dos autos “uno de ellos de alta gama”.

Semejante despliegue tiene su correlato en un allanamiento anterior, realizado el 18 de septiembre en una propiedad de Belgrano al 4600, donde se halló droga y otras dos personas, de estrecha relación con Basimiani, fueron apresadas.

Mensajes de texto

A propósito del pedido de detención solicitado por el fiscal federal Nº 2, Walter Rodríguez, entre la prueba reunida entonces existen mensajes de texto que lo vinculan a “Don Raúl” con el negocio ilegal. En esos mensajes, enviados desde un teléfono móvil que era utilizado en su programa de radio, existirían consultas por “cifras”, por “entregas” y por “la caja”, indicaron fuentes allegadas al caso.

Aunque en los últimos allanamientos no se secuestró material estupefaciente, el productor discográfico local fue indagado el viernes pasado bajo la acusación de presunto organizador de la actividad delictiva aludida, asociada a la presunta tenencia con fines de comercialización, agravado por la participación de tres o más personas.

Denuncia anónima

Sin embargo, la defensa del afamado productor discográfico sostiene que “las imputaciones surgen de una investigación a partir de una denuncia anónima, que él atribuye a miembros de su misma familia”.

“Creo que es una cuestión de celos y envidia”, refirió Néstor Pereyra, quien aseguró que “Basimiani es una persona que creció patrimonialmente como resultado de su trabajo lícito. Su mérito fue haber montado una productora artística y obtenido los resultados económicos y el protagonismo en un ambiente en el que es bien referenciado”.

A propósito del patrimonio de su pupilo, Pereyra aclaró que “tampoco deliremos con que es millonario. Tiene un buen pasar y se nota, pero no posee un BMW valuado en 200 mil dólares como se dijo, sino que el auto de ‘alta gama’ del que se habla es un Mitsubishi Eclipse valuado en 150.000 pesos”, concluyó.

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El productor musical quedó detenido el jueves pasado, junto a uno de sus sobrinos.

Foto: Captura Facebook

Envidia y fama

En el círculo íntimo de “don Raúl” atribuyen lo ocurrido a la “envidia” de familiares y a la “fama” obtenida con el correr de los años.

“Todo este contexto fue generando una envidia en quienes, tal vez disconformes porque no eran atendidos como esperaban por el pariente rico, tomaron esta represalia”, declaró Néstor Pereyra.

El abogado insistió con la versión de que “hay una historia armada y relatada por quien hace la denuncia en fiscalía, que ante un relato de esa naturaleza debe investigar. Después en mi opinión, los elementos no permiten advertir que haya pruebas sólidas y contundentes que permitan vincularlo a una organización delictiva para el tráfico de drogas”.

Además, “es una causa que tomó estado público y de la que han hablado hasta en los medios nacionales. Es un hombre público relacionado al mundo de la cumbia”, contextualizó la defensa.