Ex jugador de Rivadavia Juniors, Colón y el Seleccionado provincial...

• Se fue un jugador relevante de las décadas del ‘40 y ‘50, pero dejó un emotivo recuerdo de tiempos que se añoran.

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

Una figura relevante de las décadas del ‘40 y ‘50 del siglo pasado, el delantero (pivote) Raúl Juan Rossetti, cuando contaba 88 años de edad entró en la inmortalidad el 19 de octubre pasado, en Villa General Belgrano, provincia de Córdoba.

Unos días antes, el 10 del mismo mes, falleció en San Miguel de Tucumán la máxima figura de esa provincia de todos los tiempos: Gabriel “Tompy” Díaz, padre del basquetbolista del mismo nombre.

“Pese a que varios jugadores tucumanos llegaron a integrar la Selección Nacional de Básquetbol, como Armando Bollea, Gregorio Moreno, Zoilo Domínguez, Carlos Romano, Gabriel Díaz (hijo) y el subcampeón mundial 2002 Lucas Victoriano, la discusión interminable en el básquetbol de esa provincia, sobre quién fue el mejor jugador de la historia de Tucumán, se sigue centrando en Felipe ‘Yuco’ Fernández (Redes Argentinas) o Gabriel ‘Tompy’ Díaz (padre, Tucumán B. B.), aunque la mayoría de la prensa se expresó por este último”.

Notable tiempista

Merece recordarse con afecto a Rossetti, que fue una notable figura en el básquet, a pesar de su baja estatura, resultando un excelente tiempista que tuvo una prolongada actividad en los clubes locales Rivadavia Juniors (campeón en 1948) y Colón, además subió al sitio más elevado del podio defendiendo los colores azulgrana de la Federación de la Provincia de Santa Fe en el “más argentino de los campeonatos”.

Frente a Parque

El 4 de mayo de 1947 comenzó a gestarse la brillante historia deportiva de Rivadavia Juniors al inaugurar su cancha al aire libre y la sede social de calle San Lorenzo entre Junín y Santiago del Estero, con la presencia de Universitario de Córdoba, Regatas Santa Fe (ganador de un cuadrangular clasificatorio con equipos locales), Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque (campeón de la Asociación Porteña), con figuras consagradas como Abelardo López y Jorge Nuré, en la zaga; Raúl “Gallego” Pérez Varela, Oscar Alberto “Pillín” Furlong (centro) y Omar “Chino” Monza, en el ataque y el anfitrión.

Cuatro de las ilustres figuras visitantes (Furlong, Monza, Nuré y Pérez Varela) conformarían dos años después el equipo de la Primera Generación Dorada del Baloncesto Argentino, en 1950, siendo campeón mundial en el estadio Luna Park el viernes 3 de noviembre, que se conoce como La Noche de las Antorchas donde miles de aficionados festejaron la hazaña avanzando por Corrientes hasta el Obelisco.

En la final, disputada en esta capital, Rossetti y “Nacho” Poletti brillaron de tal manera ante el famoso quinteto porteño con anotaciones de excelente factura que el cotejo se decidió en el último segundo en favor de la poderosa formación metropolitana.

Primer título rojo

El primer título que consiguió Rivadavia Juniors en primera división de la Asociación Santafesina de Básquetbol fue en 1948, dirigido por Ezequiel Ceratti, y tuvo tres figuras descollantes: Ignacio “Nacho” Poletti (campeón mundial en 1950 en el Luna Park), Raúl Rossetti, el diminuto delantero con un gancho excepcional y la juventud promisoria de Orlando “Pocho” Peralta, además de Santiago Copello, Dante Ceratti, Roberto Jaume (capitán), Ricardo Rosseti, Carlos Roces, Leandro D’Alesandro, Enzo Regali, José Pampinella y los hermanos José “Pepe” y Carlos “Flaco” Visentini.

Campeón argentino

En una notable actuación, Santa Fe consiguió en 1944 por cuarta vez consecutiva el Campeonato Argentino celebrado en Corrientes, superando al dueño de casa, 50 a 27. Un juvenil Raúl Rossetti tuvo como compañeros a Bruno Varani, Tomás Vío, Julio Fortunato Carrasco, Waldemar Castaño, de la capital provincial; Italo Malvicini, Alcibíades Almirón, Joaquín Pérez y Angel León, de Rosario y Raúl Nadal, de Cañada de Gómez, conducidos por el rosarino Pedro Busso.

Elogios de Crespi

Una de las glorias del baloncesto nacional, Ricardo Adrián Crespi (actual titular de GyE de Santa Fe) al recordar con respeto y admiración, decía que Rossetti tenía plasticidad y era elástico en sus desplazamientos, destacó que la mayor virtud era el famoso gancho de derecha debajo del trapecio, remarcando que “Raúl tenía escaso 1,75 m. de altura, en esta época sería muy bajo porque la mayoría en esa posición posee dos metros; siendo diestro, entonces trabajaba al defensor ubicado sobre la izquierda para encestar con su certera mano hábil”.

En Colón

El baloncesto santafesino sufrió un duro golpe en 1948 cuando Unión y Colón imitando a equipos porteños encararon un proyecto sobre el llamado “amateurismo marrón” y se quedaron con los mejores jugadores y provocaron un “vaciamiento” en el patrimonio de los principales equipos locales.

El dirigente sabalero Fernández Rudi —ante instrucciones impartidas por el titular, Francisco Ghiano— convenció con el proyecto deportivo a Raúl y Ricardo Rossetti, Santiago Copello y Pedro Eusebio de Rivadavia Juniors y Juan Carlos Loyarte, José Olivera y Pedro Kestens, de Regatas, entre otros, para conformar un equipo corto, competitivo y con serias aspiraciones.

Debut oficial

La calidad de Raúl Rossetti fue ratificada en su debut con la camiseta de Colón, ante numerosa concurrencia al inaugurarse el jueves 19 de diciembre de 1952 la cancha de básquetbol ubicada en el sector nordeste del complejo deportivo, sobre calle Nicolás Rodríguez Peña, que servía, además, como pista de baile y de patín al aire libre. El quinteto local se impuso a Belgrano de Córdoba, por 54 a 47, donde el delantero que llevaba el número 28 sobre su malla, anotaba 26 puntos, teniendo como compañeros a Pepe Olivera, la “Bruja” Loyarte, Santiago Copello y Armando Fernández.

El Argentino

En Viedma, en 1953, integró el equipo de Santa Fe que se clasificó tercero, escoltando a Capital Federal y Mendoza. En la subsede en Carmen de Patagones perdió la semifinal, en un partido espectacular con el equipo porteño 59 a 50, luego de ganar el primer tiempo, 31 a 24, actuando tres jugadores del orden local: Peralta, Barea y Rossetti, el tecnico rosarino Enrique Caballero había llevado a siete jugadores de esa ciudad; Bernardo Bassel, Hugo del Vecchio, Santiago Gianni, Alberto Lozano, Bernardo Schime, Olfer Tognolo y Osvaldo Venturi.

Insólita final

Su mayor decepción aconteció la noche del viernes 4 de febrero de 1955, cuando en la desaparecida cancha de Regatas Santa Fe, en el Parque Nicasio Oroño, Gimnasia y Esgrima se consagró campeón local al vencer a Colón por 48 a 46. Al término del primer tiempo, el quinteto sabalero ganaba cómodamente, pero reaccionó la formación mensana (notable labor de Alfredo Murillas y Ricardo Crespi) y se quedó con el título a pesar de los 18 puntos de Raúl Rossetti.

En el certamen oficial, el quinteto sabalero se impuso en los encuentros de ambas rondas, pero había perdido sorpresivamente ante República del Oeste, en la cancha de avenida Freyre. A Colón le faltó recambio, carecía de suplentes con jerarquía, por eso perdió el torneo.