Ganados y carnes

La demanda todo lo puede

La suba de la hacienda en las últimas semanas puede atribuirse más al consumo interno que a una recuperación de la exportación. Durante el mes pasado, China se convirtió en el segundo destino para la carne argentina detrás de Rusia.

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Intermediarios. Parte del incremento ha sido absorbido por éstos, pero la mayor parte ha sido trasladado al público.

Foto: Archivo

 

Ignacio Iriarte

A pesar de la altísima oferta ganadera en octubre fue la más elevada de los últimos 46 meses, el mercado viene absorbiendo bien esta primer etapa de recuperación de los precios ganaderos que, a esta altura en forma acumulada, puede estimarse entre 15 y 20 por ciento desde principios de mes.

Parte del incremento ha sido absorbido por los intermediarios, pero la mayor parte ha sido trasladado al público. Toda la cadena de la carne venía trabajando con márgenes generosos, y ahora ha debido absorber parte del aumento, que se esperaba recién para enero, pero que a partir de circunstancias climáticas extremas (lluvias abundantes y generalizadas) se ha desencadenado anticipadamente.

La caída puntual de oferta, obligó a la demanda a utilizar la “reserva de poder de compra” que tenía hace ya varias semanas, reserva que obedecía a diferentes motivos: primero; el visible atraso experimentado en los últimos tres años por el precio de la hacienda (25 por ciento hasta octubre) y de la carne (55 por ciento) frente a una inflación del 91 por ciento y frente a los aumentos salariales del 95 por ciento en el mismo período. Ha contribuido a la percepción general de que la carne vacuna está “barata” el notable aumento experimentado en los farináceos (harina, pastas, pan, facturas, bizcochos, pizza, etc.) y los lácteos de 2011 a la fecha.

Sacando el cuero

Un segundo factor que refuerza la demanda es el espectacular aumento en el precio del cuero a nivel internacional, que ya acumula una suba del 50 por ciento en el último año, fenómeno potenciado por una devaluación del peso del orden del 25 por ciento en el mismo período.

A nivel local, el precio del cuero salado ha subido un 65 por ciento desde fines de agosto. La reciente valorización del cuero supone una inyección de por lo menos 100 millones de pesos mensuales a todo el negocio de la carne, monto que estaría llegando a matarifes y frigoríficos y les permite mejorar su poder de compra en el mercado de hacienda en pie. La suba del valor del cuero estimula el poder adquisitivo tanto de los exportadores como de los consumeros.

El tercer factor a tener en cuenta sería la mayor actividad de la exportación.

Envíos, en baja

Hasta hace unas semanas la mayoría de los operadores pensaba que la mayor actividad exportadora había tenido mucho que ver con la suba del precio de la hacienda, pero los datos de embarques de octubre indicarían lo contrario.

Durante el mes pasado, la faena de carne vacuna habría sido de 265 mil toneladas; si a este volumen se le deduce las 15 mil toneladas exportadas ese mes (20 por ciento menos que en septiembre), el consumo aparente se ubicaría en un nivel de 70-72 kilos per cápita , el más alto desde mediados del 2009, cuando estábamos en pleno proceso de liquidación.

Toda la cadena de la carne venía trabajando con márgenes generosos, y ahora ha debido absorber parte del aumento, que se esperaba recién para enero, pero que a partir de circunstancias climáticas extremas (lluvias abundantes y generalizadas) se ha desencadenado anticipadamente

El dato

La fuerza del mercado interno

Estos datos de faena y exportación de octubre, revelarían, entonces, que la suba de las últimas semanas puede atribuirse más a la fuerza de la demanda interna que a la recuperación de la demanda exportadora, como se pensó en un primer momento. En noviembre habrían seguido cayendo los embarques al exterior, debido a la escasez de novillos y a la suba de precios de esta categoría, que es de un 25-27 por ciento acumulado en menos de dos meses. China ya fue en octubre el segundo destino de las carnes argentinas, sólo superado por Rusia.


La ganadería que viene

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El docente y consultor Oscar Melo, consultado por La Voz del Interior, destacó que la ganadería requiere de una etapa de profesionalización. “Si bien hay establecimientos que desde hace varios años vienen poniendo en marcha tecnologías de procesos de manera eficiente y con resultados probados, la mayoría necesita de un mejor gerenciamiento para sacarle más provecho a sus existencias. La ganadería en Argentina ha sido una cuestión empírica durante muchos años; la experiencia es la que marcaba el camino respecto al manejo y sólo se recurría al profesional para solucionar problemas puntuales: si el animal está enfermo, al veterinario; si hacía falta más pastura, al ingeniero agrónomo. El gran cambio que hay que dar es pasar de una actividad regida por la experiencia a estar basada en el conocimiento”, asegura Oscar Melo, docente y referente ganadero. En este esquema, los ganaderos deberán dejar de incorporar tecnologías en forma disociada y diseñar un plan que integre herramientas de procesos. El desafío será planificar una cadena forrajera, para una determinada genética y plan de reproducción.