llegan cartas

¿Dónde estaban?

Señores directores: “A menudo los hijos se nos parecen, y así nos dan la primera satisfacción”... Pienso en la alegría de sus padres viéndola crecer llena de risas y asombro por ese mundo que se ofrecía ante ella, rico, pleno y prometedor. Pienso en esa alegría de ayer. Y luego pienso en esta tristeza desgarradora, torturante, insoportable, ante el hecho demencial, absurdo, inhumano pero, sobre todo, ante el hecho que nunca debió ocurrir. Pienso en esta tristeza de hoy. Y entre ese ayer luminoso y este hoy aterrador, veo las caras impasibles, pétreas, hipócritas de quienes debieron estar y no estuvieron; de quienes debieron cumplir sus compromisos, sus tareas, sus obligaciones, sus juramentos y no lo hicieron; de quienes nos representan en los tres ámbitos del poder y sólo se conmueven, se preocupan y trabajan empeñosamente cuando deben renovar sus mandatos. Y pienso que si no tienen capacidad para ejercer el cargo donde están, deberían al menos tener un mínimo de decencia e irse, dejando su lugar a quienes verdaderamente lo honren con honestidad, trabajo y responsabilidad. Y pienso que ese día llegará, porque aunque nos duela ver este hoy donde todavía no hay caminos, esta multitud agolpada frente a las puertas del club lagunero nos muestra que, pese a todo este desgarrador dolor, sufrientes y desbastados, aún así, estamos haciendo camino al andar.

Rodolfo Juan Oviedo.

DNI 06613060.