Por fin terminó este nefasto 2013

Las balas de Colón son de utilería

  • Generó situaciones claras, tenía casi todo para ganarlo y lo perdió en el final y de contragolpe.
Las balas de Colón son de utilería

Sobró desborde, faltó gol

El zurdo Carlos Martín Luque por izquierda y el “Toro” Graciani por derecha se cansaron de ganar en el pie a pie, desbordar, tirar centros y generar peligro. Pero nadie la mete y así es imposible ganar. Es más: de estos 13 partidos sin alegrías en el campeonato, hubo 12 en los cuales Colón no le hizo gol a sus rivales de turno. Un dato alarmante de cara al 2014. Foto: Gentileza Diario La Nueva Provincia

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Bahía Blanca)

El “Potro” Echaniz me lo dijo con mucha convicción y claridad apenas terminó el primer tiempo: “Si este equipo tuviese a un Bichi Fuertes, va ganando 2 a 0”. Y era así al cabo de esos primeros 45 minutos y fue así también al término de un partido favorable para Colón. Pero está claro que este 2013 se cierra como se dio, sin ofrecerle ni siquiera la alegría del final. Porque Colón hizo casi todo para ganar, pero le faltó lo más importante, que es el gol. Ese gol que se le ha negado en muchos partidos, al punto tal que fueron apenas 8 los que marcó en 18 partidos, menos de medio gol por cada encuentro que reflejaron la pobreza total en la que estuvo inmerso este equipo en el peor torneo desde que regresó a la primera división.

No se le dio ni aún teniendo tres mano a mano (uno de Graciani, el segundo de Luque y el último de Alario); no se le dio con ese remate de Luque que se estrelló en el palo y el rebote servido que le quedó a un Meli que la tiró afuera con el arco a disposición; no se le dio ni enfrentando solo al arquero, ni de cabeza (como aquella de Mansilla luego del centro de Urribarri en el primer tiempo) ni de afuera del área. No se le dio y lo sufrió en carne propia cuando de una jugada a favor (tiro de esquina), llegó la contra de Cerutti que terminó con el tanto de Vega. “Los goles que se erran en el arco de enfrente, se sufren en el propio”, dice el dicho futbolero que Colón padeció en la fresca noche bahiense. Y así se fue de la cancha, maldiciendo por su propia mala suerte y en medio de un festejo alocado de Olimpo, que con cuatro éxitos consecutivos abandonó —momentáneamente— la zona de descenso y lo metió a Colón.

Sé que el análisis global es mucho más amplio, que se cometieron errores graves en la conformación del plantel, que se fue perdiendo jerarquía progresivamente, que algunas respuestas individuales no fueron las deseadas y que los chicos del club tuvieron que crecer de golpe y, en algunos casos, debutar en una situación indeseada e impropia para el fortalecimiento propio. Pero esta última imagen que dejó el equipo mereció otro final. No fue lo descolorida y frágil de otras presentaciones en las que no había nada para rescatar, salvo un conglomerado de preocupaciones. Colón jugó mejor que Olimpo en muchos pasajes del partido, le generó situaciones y mereció ganar. Pero terminó perdiendo. Tan paradójico como difícil de explicar.

Germán Montoya dijo después del partido lo que todos los colonistas deben estar pensando. Lo único que se puede incorporar es un nuevo cuerpo técnico (ninguna de las listas tiene a Mario Sciacqua como candidato para seguir) y dos refuerzos. El resto del plantel es el que está y habrá que ver si hay alguno más que seguirá los pasos de Ramírez, Raldes y Moreno y Fabianesi, tres jugadores que debieron ser pilares y referencias, pero que a menos de finalizar la primera mitad ya no forman parte del plantel. Es lo que hay y con eso se debe pelear una situación tremendamente complicada en la tabla de promedios.

Colón debe haber jugado uno de los mejores partidos de este olvidable torneo. Tuvo claridad para salir jugando desde el mediocampo, con volantes que se desdoblaron como Prediger y Graciani para recuperar y ganar posiciones en el campo rival, más el criterioso andar de Meli y un Mansilla que fue de menor a mayor. A esto se sumó la velocidad de Luque y una labor, en defensa, que no supo de inconvenientes más allá de cierta zozobra que generaban los tiros libres en la puerta del área por la capacidad aérea de jugadores como Furios o Gissi, quienes sin embargo no lograron ganarle a los defensores visitantes.

Colón fue más ambicioso que Olimpo, controló bien la subida por los laterales de Lugüercio y de Pérez Guedes, no tuvo demasiados espacios Rosales y quedó bastante aislado Cerutti. La premisa del equipo de Sciacqua era darle rapidez a la salida una vez recuperada la pelota. Y a pesar de las reducidas dimensiones de la cancha y de un rival que tuvo a dos volantes centrales parados para ser el equilibrio del equipo (Blanco y Gil), los volantes visitantes se las ingeniaron para transitar con rapidez y aprovechar esos espacios que parecían agrandarse cuando se aceleraba la jugada de ataque.

Bastaba con meterla. Era lo único que a Colón le estaba faltando hasta que llegó ese contragolpe letal que le dio un premio inmerecido a Olimpo y un castigo excesivo a los sabaleros.

Llegó ahora el momento de parar la pelota y de pensar de lleno en el futuro. Este plantel tan sufrido y golpeado adentro y afuera de la cancha, necesita una plena atención por parte de las nuevas autoridades. No sólo hay que normalizar la situación económica, sino también acertar a pleno con los retoques que se puedan hacer y generar un clima positivo que cambie el semblante.

Colón se acostumbró a perder y esto es lo peor que le puede pasar a un plantel. Pero para salir de este peligroso acostumbramiento, no sólo habrá que ganar adentro de la cancha sino también que las victorias se empiecen a gestar desde afuera, creando un clima que no contenga el cúmulo intolerable de carencias que tanto golpearon a la institución en los últimos tiempos. Se va a salir en lo institucional porque en breve habrá nueva comisión directiva; se deberá pelear en lo económico para paliar una situación extremadamente difícil y comenzar a dar pasos firmes para la normalización, pero el rubro deportivo es el que merecerá la mayor de las atenciones para defender la categoría, algo que hoy está en jaque.

Empate en reserva

  • En reserva, Colón ganaba bien con un gol de Villarruel (es uno de los “pollos” que tiene el plantel de Goux) pero le empató Hekel y de último se le podría haber dado a los sabaleros pero está claro que la mala suerte parece haberse generalizado en estos últimos tiempos y el 1 a 1 resultó inamovible.

Colón formó con Lovera; Bellone, Sandrigo, Rossini y Dándolo; Boasso, Leys, Rothar y Villarruel; Belinetz y Lucas Comachi. En el banco estuvieron Chicco, Aristarain, Arroyo, Rostand, Schneider, Mayenfisch y González Riaño.

 
Las balas de Colón son de utilería

Pusieron la cara los pibes

Germán Conti, de correcto debut en la zaga sabalera, lo marca al delantero Ezequiel Cerutti en el Carminatti de Bahía Blanca. En ocho partidos que dirigió al equipo, Mario Sciacqua hizo debutar a cuatro elementos de las divisiones inferiores en el primer equipo. Por lo menos, los pibes corren.

Foto: Gentileza Diario La Nueva Provincia

El dato

Ariel Bustos

  • Como ya había ocurrido en otra oportunidad (fue en Mendoza, cuando todavía jugaba el Bichi Fuertes), el santafesino Ariel Bustos fue el asistente uno de Darío Herrera en el encuentro de anoche. De todos modos, esta tendencia de poner árbitros de la ciudad para dirigir a los clubes de Santa Fe (ya pasó con Manuel Sánchez y con Ariel Correa) es algo que se viene dando en los últimos tiempos, más allá de que desde el Colegio se sabe que son de la ciudad. Bustos tuvo un buen desempeño al igual que el resto de la terna.

Dudas y versiones

  • El jefe del operativo policial estuvo ayer a la mañana en el hotel que concentró Colón (que fue abonado en efectivo y por adelantado) y le dio plenas garantías al gerente Ricardo Lavini, quien viajó junto al plantel sabalero.

De todos modos, durante la mañana hubo algunas dudas respecto de la realización del encuentro. El comisario Caminada, quien estuvo con Lavini, señaló que no había dudas y que en la ciudad había tranquilidad, algo que este enviado pudo percibir en la mañana de la víspera, con negocios que estaban abiertos y atendían al público sin inconvenientes.

Un total de 110 efectivos estuvieron apostados para garantizar la seguridad, que obviamente se vio “favorecida” por la ausencia de visitantes y neutrales en el Carminatti.

síntesis

OLIMPO 1

COLON 0

Olimpo: Nereo Champagne; Dylan Gissi, Iván Furios, Néstor Moiraghi y Cristian Villanueva; Jonathan Blanco y Leonardo Gil; Pablo Lugüercio, Paulo Rosales y Martín Pérez Guedes; y Ezequiel Cerutti.

DT: Walter Perazzo.

Colón: Germán Montoya; Luis Castillo, Germán Conti, Lucas Landa y Bruno Urribarri; Gabriel Graciani, César Meli, Sebastián Prediger y Jacobo Mansilla; Darío Gandín y Martín Luque.

DT: Mario Sciacqua.

Gol: en el segundo tiempo, 44m. Vega (O).

Cambios: en el segundo tiempo, 9m. David Vega por Pérez Guedes (O), 17m. Lucas Alario por Gandín (C), 25m. Nahuel Benítez por Rosales (O), 28m. Facundo Curuchet por Luque (C), 38m. Orlando Gaona Lugo por Lugüercio (O) y 45m. Martín Comachi por Urribarri (C).

Amonestados: Moiraghi, Blanco y Vega (O); Urribarri (quinta) y Meli (C).

Incidencia: en el segundo tiempo, 46m. expulsado Conti (C).

Arbitro: Darío Herrera.

Estadio: Roberto Carminatti.

5

Amarillas

Son las que acumula Bruno Urribarri, quien no podrá jugar el primer partido del 2014, cuando Colón visite a Racing en Avellaneda. Además, tampoco estará Conti a disposición porque vio la roja directa.

20

Partidos

Acumula Colón sin poder ir ganando de visitante al término del primer tiempo. La última vez fue ante All Boys, el día del golazo de Prediger en la fecha previa al clásico que los sabaleros ganaron por 2 a 0 de la mano de Sensini.

13

Partidos

Sin marcar goles tuvo Colón en los 18 cotejos que disputó. Apenas 8 goles en este torneo cuando faltaría un partido (ante Atlético de Rafaela) que, casi con seguridad, no será reprogramado.