Coro Polifónico Provincial y Camerata Eleutheria

Un regalo de Navidad

Un regalo de Navidad

El concierto de Navidad en la iglesia Nuestra Señora de los Milagros tuvo una sonoridad acorde a los días en que estamos viviendo: mucha emoción y armonía. Foto: Manuel Fabatía

 

Lilia A. Bachini

Así como los niños reciben sus regalitos navideños -que son por supuesto algún juguete o algo material-, a nosotros nos regalaron una velada artística maravillosa que nos tocó el alma de una manera especial.

Me refiero al concierto que realizó el Coro Polifónico de Santa Fe en el que interpretó una obra de Félix Mendelssohn y “Música para la Navidad”. El director invitado, Matías Bustafán, tuvo a su cargo la dirección de la Camerata Eleutheria y la condución del coro, con la intervención de una solista, Susana Caligaris, y un quinteto integrado por la misma Caligaris, Mario Martínez (tenor primero), Danilo Baldo (tenor segundo), Fernando Morelio (barítono) y, en reemplazo de Pablo Tavella, Alejandro Molina, este último gran preparador del coro. Los arreglos orquestales fueron realizados por Dan Goeller para este evento que se realizó el viernes pasado en el Santuario Nuestra Señora de los Milagros (padres jesuitas).

En primer término se interpretó “Como el ciervo brama por el agua fresca”, en el que el coro tuvo una participación estupenda, advirtiéndose un sonido diferente con más brío y brillantez. El “Aria” fue interpretada por la soprano Susana Caligaris (cuyo talento no nos sorprende) conjuntamente con el recitativo, seguido del quinteto y coro que concluyó la primera parte con “Por qué te abates, alma mía”, fragmento muy profundo que emocionó de manera tal al público que, al grito de bravo, aplaudió de pie con una gran ovación.

Calidez

La segunda parte, denominada “Música para la Navidad”, tuvo una mayor emotividad. En la misma se escucharon las siguientes partes: “Ángeles que hemos oído en lo alto”, “¡Escucha! Los ángeles mensajeros cantan”, “Bienvenido a nuestro mundo”, “Alegría para el mundo”, “Fieles venid”, “Oh noche santa”, y otras como la clásica “Noche de paz”, evocando el nacimiento del niño Jesús, quien humildemente vino al mundo en un pesebre, pero cuya riqueza más grande ha sido y es el calor del amor que emana y que se ha expandido de generación en generación, siempre vigente para que tomemos su ejemplo y dejemos de lado la ostentación que nos presenta un mundo lleno de mezquindades, frialdad e indiferencia. Por parte del coro, estas pequeñas muestras musicales fueron incorporadas magníficamente en la piel de los intérpretes que realmente mostraron esa calidez humana que se dispersó por toda la audiencia, dando lugar a distintas reacciones por parte del público.

Seguramente que si tomamos “Noche de Paz” y la introducimos en una cajita de música podríamos acallar el llanto de un bebé meciéndolo, esbozándole una sonrisa para que poco a poco vaya cerrando sus ojitos hasta quedar plácidamente dormido. Esto denota el poder de la música, en la que nos apoyamos cuando estamos tristes o cuando estamos contentos.

Sólo nos resta despedir a ambas agrupaciones luego de haber tenido un gran año y desearles un buen final de 2013 y un mejor comienzo de 2014, para comenzar unas bien merecidas vacaciones.

Seguramente que si tomamos “Noche de Paz” y la introducimos en una cajita de música podríamos acallar el llanto de un bebé meciéndolo, esbozándole una sonrisa para que poco a poco vaya cerrando sus ojitos hasta quedar plácidamente dormido.