Balance 2013

Producción: lo hecho y por hacer

El ministro Carlos Fascendini destacó logros de su gestión, pero también reconoció deudas. Preocupan especialmente la cuenca cañera y la ganadería. Valoró haber retomado la relación con la Nación.

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Definición ambiental. “Prohibir las pulverizaciones aéreas me parece una exageración. Creo que tenemos que mejorar los sistemas de control”, sostuvo el funcionario. Foto: Mauricio Garín

 

Juan Manuel Fernández

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Antes de que 2013 expire, el ministro de la Producción Carlos Fascendini accedió a la propuesta de Campolitoral para trazar un balance anual de su gestión y anticipar lo que vendrá.

“Fue un año muy bueno, porque pudimos implementar muchos de los programas propuestos”, redondeó. Luego enumeró las buenas: la puesta en marcha del Componente Agua y Forraje, de asistencia a pequeños productores; los avances en el Programa Provincial Lechero y la gestión por líneas de crédito para industrias Pyme; el programa Ovino y Caprino, en el que “se logró cerrar el círculo”, conectando la faena y la comercialización en grandes ciudades “dándole la posibilidad de formalizarse y encararse verdaderamente como empresa agropecuaria”; la recuperación del Centro Operativo Experimental de Las Gamas, asistiendo desde allí a los productores ganaderos; las salas de faena, que suman 12 en toda la provincia con la expectativa, según la región, de agregar valor; la asistencia a cuatro cooperativas, con casi $8 millones, para la construcción de molinos harineros multipropósito para transformarse de acopiadores a molineros.

—¿Le quedó algo en el tintero?

—Estamos preocupados por la cuenca cañera. Tuvimos la mala suerte de que el ingenio de Villa Ocampo quebró, con la amenaza de que más de 300 productores no puedan industrializar la producción. Se decidió hacer un fuerte aporte a la municipalidad y apoyar la constitución de una SAPEM que se hizo cargo de la zafra, que fue exitosa gracias una recomposición del precio del azúcar y los buenos rindes. Esto permitió cerrar el ejercicio con una utilidad cercana a los $5 millones. Y hoy seguimos trabajando buscando inversores, estamos detrás de una importantísima inversión de ALUR (Alcoholes del Uruguay, integrante de la petrolera estatal ANCAP). Pero todo está atado a que la nación avale un crédito ya otorgado del BID para hacer un acueducto para regar 10.000 hectáreas. Todavía no tenemos noticias, pero estamos esperanzados de que detrás del aval al crédito kuwaití venga este.

—¿Qué expectativa le generó el encuentro con el nuevo Ministro de Agricultura nacional, Carlos Casamiquela, luego de la incomunicación que hubo con su antecesor Norberto Yahuar?

—Me llevé una muy buena impresión porque se interesó por todos los temas y nos atendió con todo su gabinete.

—¿Pudieron acordar algo?

—Hicimos planteos relacionados con las políticas económicas. Fuimos escuchados y vimos un cambio de actitud muy importante. Lo que no hay es un cambio de políticas, que siguen siendo las mismas y creemos que hay que cambiar. Sobre todo en ganadería, que fue castigada y aún no se pudo recuperar. Lo que sí tenemos en marcha son los programas de la Nación que no llegaban a la provincia. Por ejemplo, en la gestión de Yahuar un día nos llamaron para decirnos que teníamos $3 millones para sequía y después nunca llegaron. Ahora nos comunicaron que ya depositaron el dinero. Lo mismo le planteamos para la cuenca cañera y la ley algodonera.

—A propósito del algodón: últimamente se redujo el desmotado en la provincia por falta de inversión a raíz de la carencia de suministro eléctrico en el noroeste, donde hoy se concentra la producción ¿analizan cómo revertir esa situación?

—Sí, creemos importantísimo que se hagan esas inversiones. Conversamos con la Unión Agrícola de Avellaneda, se planteó este tema y dijimos que si ellos hacían la inversión nosotros llevábamos la energía. El gobernador comprometió la realización de una planta fotovoltaica (solar) de generación de energía eléctrica en Gregoria Perez de Denis que va a producir 2 megavatios de potencia, que será la primera productora propia de la provincia. Eso está en desarrollo; estamos esperando que la EPE y los particulares definan el terreno y se comenzaría con la obra. Es una inversión de la provincia de $28 millones que permitirá alimentar las desmotadoras y tendrá sobrante de energía. Construir el tendido de línea llevaría 18 meses y la construcción de la planta en 6 meses.

—El debate sobre el medioambiente y los agroquímicos generó fuertes desencuentros ¿Cual es el criterio de su cartera?

—Somos el órgano de aplicación de la ley 11.273 de fitosanitarios. Creo que hace falta una reforma para que la autoridad de aplicación sea compartida con el Ministerio de Salud y la Secretaría de Medioambiente. La discusión se centró sobre las distancias y se dejan de lado tantas cosas importantes: por ejemplo la obligatoriedad de registrar los equipos propios, que la ley no tiene; o de no llegar sobre el borde de humedales, ríos, arroyos, escuelas rurales. Prohibir las pulverizaciones aéreas me parece una exageración. Yo creo que tenemos que mejorar los sistemas de control. Para eso tenemos un convenio con el Colegio de Ingenieros Agrónomos, que se va a renovar, para que los Agroasesores actúen en municipios y comunas para verificar Buenas Prácticas y avanzar en la responsabilidad de los profesionales. Mi intención siempre fue que sean responsables de las recetas, que en muchos casos no se cumple, pero también de la aplicación: que estén presentes para verificar que se pulverice correctamente. También creemos que hablar de 800 metros de “zona buffer” es una distancia enorme: hay un estudio nacional muy importante que enviamos a la Legislatura para avanzar con racionalidad, desprendiendonos de subjetividades que no nos ayudan a construir una legislación y una comprensión acabada del tema.

—¿Qué objetivos quisiera concretar desde su cartera en 2014?

—Nuestra pretensión es fortalecer las Pymes. También estamos muy entusiasmados con el desarrollo de la acuicultura, nos fue muy bien y este año queremos producir alrededor de 35.000/40.000 crías de peces para transmitir esta técnica a inversores y pescadores. Lo que nos queda pendiente es el programa ganadero de recuperación de carnes; necesita un aporte financiero bastante importante, esto lo hablamos con Casamiquela y se mostró muy interesado. Y un objetivo que nunca hemos podido concretar es la creación de la Corporación Financiera, que quedó trabada en el Senado: sería una herramienta muy importante para apalancar financieramente a las pequeñas industrias.