El año de los chicos

La FAO instauró el 2014 como el año de la Agricultura Familiar, con la idea de promover la erradicación del hambre y la pobreza, mejorar la seguridad alimentaria y la sustentabilidad productiva. Ahí estaremos.

Federico Aguer

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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con esta medida se pretende centrar la atención mundial sobre el eslabón más débil en la generación de alimentos: el pequeño productor.

“Incluye todas las actividades agrícolas de base familiar y está relacionada con varios ámbitos del desarrollo rural. La agricultura familiar es una forma de clasificar la producción agrícola, forestal, pesquera, pastoril y acuícola gestionada y operada por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar, incluyendo tanto a mujeres como a hombres”, destacan desde el organismo. Lo importante es que tanto en países en desarrollo como en países desarrollados, se trata de la forma predominante de agricultura en la producción de alimentos.

Por eso, representa una oportunidad para dinamizar las economías locales, especialmente cuando se combina con políticas específicas destinadas a la protección social y al bienestar de las comunidades.

En nuestro país, esas políticas específicas están a cargo de entidades oficiales a nivel provincial y nacional, que todavía tienen un largo camino por recorrer hasta lograr una interacción efectiva, detrás de intereses que muchas veces están bastante lejos de los pequeños agricultores. De hecho, el año pasado, los trabajadores nucleados en la entidad nacional denunciaron vaciamiento y falta de condiciones dignas de trabajo.

Además, para un desarrollo exitoso de la agricultura familiar, hay aspectos clave, tales como “las condiciones agroecológicas y las características territoriales, el entorno normativo, el acceso a los mercados", entre otros.

Nuestra meta editorial para este año implica acompañar este desafío, reflejando en nuestras páginas el acontecer cotidiano de aquellos santafesinos que concretan la gesta de la producción de alimentos en la escala más pequeña.