El valor del esfuerzo

El valor del esfuerzo
 

La línea de muebles infantiles, una de las llamativas novedades que incorporó el taller de carpintería.

Una variada propuesta de objetos, construidos en los talleres que funcionan en las unidades penitenciarias de la provincia, se exhiben y están a la venta en tres locales del Iapip ubicados en nuestra ciudad, Coronda y Rosario. Desde muebles infantiles hasta bolsas ecológicas, los flamantes colchones fabricados en Piñero y los productos de panificación de la Furman constituyen una herramienta de capacitación y una fuente laboral a futuro.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. GUILLERMO DI SALVATORE.

Desde la vereda de Uruguay 2631, bien al sur de nuestra ciudad, llaman la atención los coloridos muebles infantiles, un sofá-cama de generosas dimensiones y numerosos objetos que componen la variada oferta del local de ventas que instaló en nuestra ciudad el Instituto Autárquico de Industrias Penitenciarias (Iapip). En realidad, el local -uno de los tres que están distribuidos por la provincia- existe desde hace varios años, pero desde hace un tiempo luce un aspecto renovado, con nuevas líneas de muebles y una impronta más ligada al mercado tradicional.

Matías Fernández, director del Iapip y Vanesa Coelho, gerente de comercialización, son los encargados de describir las acciones desarrolladas desde junio de 2012 cuando se puso en marcha una nueva etapa en la institución. “Lo primero que tratamos de buscar fue la recuperación de la producción de los talleres y de llevar los cupos laborales a la realidad. Nuestro principal objetivo es la capacitación laboral”, sintetizaron.

En este punto, consignaron que las metas planteadas son tres: “A corto plazo, que el interno participe de los talleres y pueda cambiar el tiempo de ocio por una actividad productiva; en el mediano plazo, la aprehensión de ese oficio para después, a largo plazo, cuando recupere la libertad pueda competir en el mercado laboral”.

“Es muy lindo decirlo pero difícil de llevarlo a la práctica”, reconocieron y aportaron que el año pasado se iniciaron cinco cursos de capacitación en oficios, tres de ellos de mayor extensión: sastrería, panadería y carpintería, certificados por el Ministerio de Educación. “Es decir que en el futuro, cuando el interno salga, el empleador va a revisar su currículum y va a poder corroborar este aval oficial”.

PRODUCCIÓN INTRAMUROS

Si bien son tres los locales de exhibición y venta, el de Santa Fe es el que más modernizado luce, aunque la idea es innovar también en los otros dos, ubicados en Coronda y en Rosario. “El objetivo es trascender los muros y mostrar lo que se produce dentro de la cárcel. A su vez hemos buscado una manera moderna de mostrar nuestros muebles para que la gente vea que son tan prácticos y funcionales como los que se pueden adquirir en cualquier negocio del sector privado”.

Si la meta es captar la atención de quien pasa por allí, lo lograron. “La gente viene porque descubre el local y una vez acá se interioriza sobre lo que no se ve, que es el trasfondo social y que estos productos salen de los talleres de las distintas unidades penitenciarias: entonces, observan los muebles y los comparan con los que están en el mercado”.

Por otro lado, “hay mucha gente que conoce la institución por el boca a boca y, una vez acá, se interiorizan un poco más sobre este trabajo”.

Así, se enteran de que en Piñero se encaró un proyecto importante que es una fábrica de colchones, réplica de un establecimiento tradicional, donde se hace desde la goma espuma hasta el producto terminado.

Un recorrido por el salón comercial incluye desde los muebles de madera, presentados de una manera atractiva, hasta escritorios, los clásicos pupitres para escuelas, las camperas y guardapolvos para el personal del servicio penitenciario -pero también para clientes en general-, muebles de caña y las escobas, “caballo de batalla del Iapip”, entre otros objetos.

En el patio aguardan los postes olímpicos, ladrillos ecológicos, losetas antideslizantes y juegos de jardín en granito, grises y blancos, redondos o rectangulares.

La producción se distribuye en 34 talleres: 19 en la unidad Nº 1 de Coronda, dos en la unidad Nº 4, otros 4 en Las Flores y el resto en la zona sur (carpintería en la unidad 34 de Rosario, Sastrería en la cárcel de Mujeres de esa ciudad, y panadería, sastrería, taller de bolsas y fábrica de colchones en Piñero). A todo eso se suma la gestión de la panadería Furman, ubicada en Mendoza y Lamadrid de esta capital.

En cárcel de Mujeres de Santa Fe, además de la sastrería funciona un salón cultural que se inauguró el año pasado, y en Coronda, la radio.

LO QUE VIENE

La línea hogar y muebles infantiles constituyeron las novedades de 2013. En los planes está desarrollar un proyecto de regalos empresariales durante este mes. Por otra parte, el 16 de enero próximo se cumple un año desde que se está gestionando la panadería Furman, en nuestra ciudad, donde hay 14 personas trabajando.

Allí también está previsto realizar anuncios: la inversión en nueva maquinaria, un espacio de desayuno, boxes para los empleados y la incorporación de una moto para reparto, que hará posible el proyecto de “Pan pendiente”: “Se pide el pan a domicilio y se deja un kilo pago para donar a alguna institución”, anticipa Fernández.

En Coronda, el año también despunta con nuevos planes, como una talabartería y un taller de pizza y café. “Los internos van a amasar pizzas y vender a los otros internos y a empleados, y van a tirar café para el invierno, más alguna factura. No es un taller que esté buscando un beneficio económico porque no lo va a tener sino que tiene mucha importancia en la capacitación. Esta es una herramienta de trabajo. Un interno que sabe amasar, manejar un horno y realizar estas tareas está preparado para emplearse en cualquier bar de la ciudad”.

Convencido de que el resultado del trabajo que se hace hoy se va a ver reflejado en unos años, Fernández señaló que “los internos cobran un peculio estímulo y, si bien el principal comprador es el Estado, la venta a particulares aumentó en los últimos tiempos”.

“El mayor logro es que los internos estén conformes con la tarea que están realizando y que se capaciten”. No es poca cosa en el contexto actual, con una edad promedio de los alojados en las unidades penitenciarias que bajó de manera notable, al punto que “el mayor porcentaje tiene 25 años o menos”. Para ellos, todas las herramientas son necesarias.

Las metas planteadas son, a corto plazo, que el interno participe de los talleres y pueda cambiar el tiempo de ocio por una actividad productiva.

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Matías Fernández, director del Iapip, y Vanesa Coelho, gerente de comercialización, en diálogo con Nosotros.

El 16 de enero próximo se cumple un año desde que se está gestionando la panadería Furman, en nuestra ciudad, donde hay 14 personas trabajando.

+datos

TRES LOCALES

En la provincia funcionan tres locales de venta: en Coronda, Belgrano 2421, teléfono 491-0060; en Santa Fe , Uruguay 2631, teléfono 457-2352; y en Rosario, Güemes 2830, teléfono (0341) 472-4650. En todos los casos, el horario de atención es de lunes a viernes, de 7 a 14.

LOS TALLERES

En la Unidad Nº 1 funcionan los talleres de albañilería, carpintería, bloquera, herrería, mantenimiento eléctrico, cañas, radio, huerta, criadero de pollos, criadero de lechones, sastrería, panadería, movilidad, escobería, salón cultural, servicio de catering, taller de fabricación de cajones de verduras, fotografía y construcción.

En la Unidad Nº 2 (Santa Fe) funcionan los de carpintería, herrería, mimbrería y cañas, y talabartería.

En la Unidad Nº 3 (Rosario), los talleres de cañas y carpintería. En las unidades Nº 4 de mujeres (Santa Fe) y Nº 5 de mujeres (Rosario), de sastrería; y en la Unidad Nº 11 (Piñero) de colchones, sastrería, bolsas y panadería.

EL IAPIP

El Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias fue creado el 25 de agosto de 1986, a través de la ley Nº 9.907, que asigna bajo su dirección los talleres que empleen mano de obra alojada en las distintas unidades penitenciarias de la provincia.

El objetivo no es mejorar los encierros sino la vida de aquel que ha tenido que ser encerrado por el sistema penal. Además, se intenta crear hábitos de trabajo y enseñar oficios para que esa persona tenga la posibilidad de una nueva vida.

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Un clásico: pupitres para establecimientos oficiales de la provincia.

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Algunos de los muebles que integran la línea hogar.

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Mesas de granito para el jardín, otra de las alternativas que se exhiben y venden en los locales comerciales de Iapip.