editorial

Con sus dichos Aviran reactivó el caso Amia

  • Fue embajador en nuestro país entre 1992 y 2000. Su gestión fue controvertida a causa de las entrañables relaciones políticas que mantenía con el presidente Menem.

Las declaraciones del ex embajador israelí en la Argentina, Itzhak Aviran, asegurando que los responsables del atentado terrorista contra la Amia en su mayoría habían sido ejecutados por su gobierno, provocaron un previsible revuelo de la opinión pública. Por lo pronto, el fiscal Alberto Nisman reclamó que estas declaraciones se ratifiquen o rectifiquen. En parecidos términos se expresaron el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, el canciller Héctor Timerman y las instituciones sociales de la colectividad judía.

Aviran fue embajador en nuestro país entre 1992 y 2000. Su gestión fue controvertida y debió soportar denuncias por parte de funcionarios y políticos a causa de las entrañables relaciones políticas que mantenía con el presidente Menem. Miembros de la comunidad judía le imputaron en su momento no haber impulsado con firmeza las investigaciones respecto de lo sucedido. Se estima que aquellos reproches pueden haber estimulado las declaraciones que ahora se están debatiendo.

De todos modos, Aviran no fue el primero y seguramente tampoco será el último en sostener esta hipótesis. Algo parecido dijo en su momento Daniel Gazit, el embajador israelí que sucedió a Aviran. Por su parte, el Estado de Israel a través de un breve y cortante comunicado desmintió esas afirmaciones, palabras que dicho sea de paso- los observadores consideraron de compromiso, algo así como una manera diplomática de zanjar un conflicto que el gobierno conservador de Netanyahu no está dispuesto a comprar en estos momentos.

En consecuencia, la pregunta a hacerse es cuánto hay de verdad en lo que expresaron los dos embajadores ya mencionados. Las consideraciones en estos casos no pueden ser concluyentes, ya que no hay pruebas para sostener que efectivamente Israel liquidó a los terroristas musulmanes que atacaron a su embajada en Argentina y a la Amia. Sin embargo, a nadie escapa que en el contexto de la guerra que sostiene el gobierno de Tel Aviv contra grupos terroristas y gobiernos islámicos que desconocen su existencia estatal, estos operativos son previsibles y, de alguna manera, habituales. Es lo que hicieron por ejemplo- contra los terroristas que ejecutaron a los deportistas judíos en Munich.

¿Tiene derecho Israel a hacerlo? La respuesta a este interrogante no puede descontextualizarse. La impiadosa guerra en Medio Oriente habilita acciones de un lado y del otro que, en cualquier caso, están reñidas con nuestros valores. Es por tanto innecesario decidir quién tiene razón en este conflicto, pero si se puede convenir que desde el punto de vista de nuestros intereses nacionales y nuestras normativas legales, el Estado argentino tiene derecho a requerir una explicación clara e informaciones precisas acerca de las afirmaciones de funcionarios de primera línea de Israel.

Como se sabe, los principales imputados por la Justicia argentina son funcionarios iraníes que, dicho sea de paso, gozan de buena salud. ¿Mienten Aviran y Gazit o por el contrario dicen la verdad? Desde la diplomacia y desde la Justicia el Estado argentino hace bien en reclamar que estos ex embajadores ratifiquen o rectifiquen sus declaraciones. Las exigencias jurídicas de nuestro Estado de derecho no son compatibles con la lógica operativa de una nación en guerra.

Desde la diplomacia y desde la Justicia, el Estado argentino hace bien en reclamar que estos ex embajadores ratifiquen o rectifiquen sus declaraciones.