A las 22.10 en Mar del Plata
El clásico del verano
- Si bien luego habrá dos choques más, el Boca-River de esta noche al lado del mar se lleva toda la atracción. Carlos Bianchi y Ramón Díaz, otra vez, frente a frente.
Carlos Bianchi, el técnico más ganador de la historia de Boca.
Foto: DyN
De la Redacción de El Litoral
Boca Juniors y River Plate, con casi todo el potencial -a excepción de la ausencia del astro xeneize Juan Román Riquelme-, protagonizarán esta noche el primer superclásico del fútbol de verano en Mar del Plata: en este caso, por la Copa de Oro y con una gran expectativa, ya que se agotaron las entradas.
El encuentro comenzará a las 22.10, tendrá como escenario al estadio José María Minella, contará con el arbitraje de Germán Delfino y televisación de Fox Sports.
La trascendencia del espectáculo minimiza que el tradicional clásico forma parte de un triangular en que también toma parte Estudiantes de La Plata y que ya Boca no puede ganar. River y Estudiantes igualaron en el inicio 1-1 y luego el Pincha superó a los suplentes de Boca por 1-0.
Por lo tanto, si el superclásico termina empatado, Estudiantes será el ganador y de vencer River se tendrá en cuenta la diferencia de goles para determinar el primer campeón de Verano.
Si bien habrá otros dos Boca-River en los próximos 15 días, el de Mar del Plata es considerado “el superclásico del verano” por antonomasia. Es el partido más esperado en el centro turístico más grande del país, el más tradicional por jugarse en una plaza que suma más de 40 años como sede de este tipo de encuentros y el que reúne a público de todo el país, que toma al veraneo como excusa para ir al estadio mundialista y observar de cerca a las figuras que durante toda la temporada verá por TV.
Esta vez reúne a dos equipos que inician el 2014 con la intención de olvidar un 2013 que ofreció muchas más situaciones amargas que dulces, y que apostarán a sus máximas figuras en esta primera pulseada estival.
Los dos gigantes el fútbol argentino apuntan de lleno a ganar el certamen Final, más allá de participar de la Copa Argentina, porque además el 2014 los encuentra al margen de la Copa Libertadores.
La única joya que no se podrá observar en el cuidado césped del Minella será Riquelme, quien aún procura su mejor estado físico tras superar un desgarro en el aductor derecho. El ídolo xeneize le dio prioridad al debut en el certamen Final en febrero próximo, aunque no se descarta que juegue algunos de los clásicos que restan.
Boca no hizo locuras en cuanto a los refuerzos y se mostró austero ya que apenas se sumaron Hernán Grana (ex All Boys) y Juan Forlín (proveniente del fútbol de Catar) para robustecer la defensa.
River, por su parte, está renovado, ya que la llegada de Rodolfo DOnofrio a la presidencia en reemplazo de Daniel Passarella, de muy mala gestión y que tuvo como máxima mácula el descenso al Nacional B, fue como una inyección de ánimo en medio de tanto sopor.
El Millonario, que realiza la pretemporada en Tandil, sumó como único refuerzo hasta ahora a un viejo conocido: el goleador Fernando Cavenagui. Ese es un punto que se presenta muy atractivo a los ojos del hincha del “Millo” y toma cuerpo en la dupla ofensiva que pueden concretar Cavenaghi con el polémico colombiano Teófilo Gutiérrez.
