¿Se terminó el cepo que no existía?

El gobierno devalúa

• El dólar en torno a $ 8 es “aceptable” para Capitanich y Kicillof. Buscan acelerar el ingreso de divisas por exportación de granos y mejorar economías regionales. La inflación aún acecha.

De la redacción de El Litoral

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“Hemos decidido autorizar la compra de dólares para tenencia de personas físicas de acuerdo al flujo de ingresos declarados y paralelamente se ha decidido disminuir el anticipo del Impuesto a las Ganancias del 35% al 20 % para el comprador.

“Esta decisión obedece a que en el marco de la política cambiaria de flotación administrada, el gobierno considera que el precio del dólar ha alcanzado un nivel de convergencia aceptable para los objetivos de la política económica y que estas medidas se instrumentarán a partir del día lunes a través de los organismos pertinentes”.

Fue todo lo que dijo esta mañana Jorge Capitanich. La Casa Rosada convalidó así una fuerte devaluación a la que trata ahora de ponerle techo al menos por unos meses. Quiere dar señales a los acopiadores y cerealeras para que vendan el equivalente a unos U$S 3.500 millones que tienen almacenados. El gobierno espera, además, que la nueva cosecha gruesa que ingresará divisas desde finales de marzo, no demore su comercialización.

El presidente de la Sociedad Rural, Miguel Etchevehere, advirtió que para que eso suceda no debe haber convalidación de aumentos internos, porque la inflación se comería la ventaja relativa que ofrece la devaluación.

Axel Kicillof y su secretario de Comercio, Augusto Costa, deberán demostrar que funcionan los controles de precios que nunca dieron resultado, y el gobierno deberá contener la presión sindical para que las paritarias no realimenten el proceso inflacionario. De la lógica agrocomercial dependen las divisas que necesita la Casa Rosada; de las estanterías depende el humor social que jaquea al gobierno.

Los autos sentirán el impacto de la devaluación (¿se mantendrán los nuevos impuestos internos?) porque 80 % de sus componentes -en unidades de industria nacional- son importados. Medicamentos y electrónicos ya hicieron “colchón”, pero las listas podrían volver a moverse.

Los alimentos son tranzables a nivel internacional, es decir susceptibles de exportación y por tanto la devaluación podría acelerar el impacto en la canasta alimentaria.

El gobierno buscó “culpar” por la devaluación al mercado. Una supuesta orden de compra de 3,5 millones de dólares de Shell a $ 8,40; el gobierno perdió reservas por U$S 100 millones para contrarrestar sus efectos.

Una desproporción más del relato. Pero más allá de cualquier chivo expiatorio, la “devalueta” ya tiene convalidación oficial kirchnerista. Un síntoma que necesita de un plan integral para alcanzar mejores propósitos.

Índices de Axel

U$S -1.336 millones. Es lo que cayeron las reservas sólo este año.

5 % más de inflación, en febrero. Es lo que estima Miguel Bein (un economista “amigo”) por encima de lo esperado, como consecuencia de la devaluación.

18,84 % es lo que se devaluó en enero el peso (12,56 % en dos días). Cristina había dicho que su gobierno no tomaría esa medida.

Flotación administrada. El gobierno la maneja si no hay cambios; la devaluación es “culpa de Shell” y del mercado.

Cepo. “No existe”, pero el gobierno anuncia su fin, aunque todavía Etchegary debe decidir con el ministro cómo instrumentarlo.

Blue. Es insignificante, es ilegal, es una narcoconsecuencia, es una pesadilla. El gobierno intenta matar el monstruo que creó.

Precios. Las listas “congeladas” todavía no llegan a Santa Fe; lejos de eso, hoy mismo la canasta básica está sufriendo actualizaciones.