editorial

  • Los actuales presidentes de Bolivia, Brasil, Colombia y Uruguay van por la reelección y, según las encuestas, es muy probable que la logren.

Año de elecciones en el Cono Sur

En el año que se inicia se realizarán elecciones nacionales en Bolivia, Brasil, Colombia y Uruguay. En estos países los comicios están convocados y nadie pone en discusión que la democracia sigue siendo el sistema político compartido por la gran mayoría de la población. En el caso de Bolivia, el liderazgo indigenista de Evo Morales dio lugar a serias críticas de los opositores acerca de sus calidades republicanas y sus evidentes afanes cesaristas, pero más allá de esos ásperos debates, el sistema democrático como tal está relativamente asegurado. En Brasil, las instituciones son mucho más sólidas, y un ejemplo que corrobora esta afirmación lo dan las recientes decisiones de la Corte Suprema de Justicia juzgando y condenando dirigentes oficialistas, algunos de los cuales han sido colaboradores de la actual presidenta.

En Colombia, el actual mandatario, Juan Manuel Santos, se ha constituido en el principal referente de la diplomacia norteamericana en el continente. Sobre todo a partir de su estrategia de arribar a un acuerdo con las Farc, la narcoguerrilla que opera en ese país desde hace casi medio siglo. En el plano económico y social, Santos expresa la continuidad de Álvaro Uribe, pero, a diferencia de éste, entiende que un acuerdo con la guerrilla es necesario si se desea una paz sostenible en el tiempo, hipótesis que Uribe rechaza.

En Uruguay, el presidente Mujica concluye su mandato con una gestión que no estuvo a la altura de las expectativas que en su momento despertara, aunque todavía mantiene un significativo nivel de consenso. Para los orientales, la continuidad democrática no es una novedad, como tampoco lo son sus complicadas relaciones con sus vecinos gigantes: la Argentina y Brasil. En los últimos años, los entendimientos con nuestro país fueron escasos y estuvieron teñidos de recelos, aunque importa advertir que la responsabilidad por ese distanciamiento es atribuible principalmente a la Argentina.

Dos rasgos merecen destacarse en este escenario electoral que se prepara para el corriente año: en Bolivia, Brasil y Colombia, los actuales presidentes van por la reelección y, según las encuestas, tienen probabilidades ciertas de lograrla. En el caso de Bolivia, la casi segura reelección de Morales es vivida por el oficialismo como la consolidación de un liderazgo carismático que debe proyectarse en el tiempo. No sucede lo mismo en Brasil, donde la alternancia funciona y a Dilma Roussef sólo le está permitido un nuevo mandato. Algo parecido, con las diferencias previsibles del caso, ocurre en Colombia.

En el caso de Uruguay, Mujica no está autorizado por la ley para presentarse a un nuevo mandato, aunque hay buenos motivos para creer que si lo estuviera tampoco habría aceptado continuar en el poder. Mujica no va a la reelección, pero el candidato que cuenta con las mayores posibilidades de ganar, es también del Frente Amplio y se llama Tabaré Vázquez, quien, como se sabe, ocupó la presidencia en el período anterior a Mujica. De modo que si bien en el llamado “paisito” no hay reelección, es muy factible que siga gobernando el mismo partido, salvo que la coalición de blancos y colorados, logre construir una alternativa, hazaña política que hasta el momento parece de muy difícil realización.

Roussef y Santos tienen habilitada una sola reelección, en tanto que a Mujica la ley le impide aspirar a un nuevo mandato. Morales no tiene limitaciones.