“Ataque especulativo”

Las explicaciones del ministro

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El ministro habla de teorías conspirativas y dice que la medida tomada -la devaluación- fue “del mercado”. No muestra iniciativa ni autocrítica.

Foto: Archivo El Litoral

 

Axel Kicillof consideró que “es mentira” que la devaluación del peso se traslade a precios, porque “no lo vamos a permitir”. El voluntarismo inconsistente del ministro rebotó ayer en las redes sociales al punto de ponerlo en el centro de críticas irreproducibles.

El ministro consintió la teoría de que la devaluación la precipitó una orden de compra de dólares por parte de Shell, de 3,5 millones de dólares a $ 8,40. A coro, economistas de distintas posiciones descartaron que una operación así pudiera hacer tambalear a todo el sistema.

Kicillof dijo que el dólar paralelo es un “negocio formidable” y que su cotización a 13 pesos fue un “ataque especulativo”. El mismo gobierno sostenía que el blue era un mercado insignificante.

Para el ministro, se fugaron 15 mil millones de dólares por el “contado con liqui”. Kicillof reconoció así que la caída de reservas no se debió en su mayor medida a pagos de deuda sino a compra de acciones en pesos en la Bolsa porteña, que se vendían en Nueva York para hacer dólares y sacarlos del país. Ese mecanismo fue legal y no hubo cepo para esa ventanilla de fuga.

Con respecto al alza del dólar oficial, Kicillof consideró que “había una intención de generar una devaluación” y puntualizó que “no vamos a permitir que eso ocurra (¿?)”.

También cuestionó al sector cerealero por retener y no liquidar exportaciones. “Hay miles de silobolsas, por unas 11 millones de toneladas, que equivalen a cuatro mil millones de dólares, sin liquidar” y además “las (empresas) cerealeras suspendieron préstamos por 2.500 millones de dólares”.

Miguel Bein explicó ayer que eso sucedía porque el gobierno devaluaba “progresivamente” a tasa en las que a los tenedores de granos les convenía esperar. Es decir que la demora fue por la expectativa que generó la política oficial.

Kicillof cargó contra lo que denominó el “dólar falso”, en referencia al paralelo, y contra quienes, “llenos de contradicciones”, decían que “los precios estaban influidos por el dólar blue y ahora se quejan por la suba del oficial” porque también afectaría a los precios principales”.