Con devaluación y... ¿sin cepo?

Entre las góndolas y los bancos

El gobierno niega que la devaluación impacte en los precios pero al mismo tiempo amenaza con importaciones si hay aumentos.

De la redacción de El Litoral

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DyN

El secretario de Comercio, Augusto Costa, se reunió con miembros de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal) y de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) a quienes les advirtió que “tenemos las herramientas para evitar cualquier acción por parte de los sectores especulativos”.

A pesar del fallido del tomate y de la escasez de reservas, el gobierno anunció una vez más que utilizará la importación de bienes como herramienta para impedir una eventual suba de precios internos a partir de la devaluación del peso.

“No vamos a tapar el sol con la mano. Sabemos que una devaluación tiene impacto en los costos, pero también sabemos en qué costos. Por eso, tendremos a la importación como una herramienta para disciplinar los precios”, dijo un portavoz ministerial que reconoció así una consecuencia de la devaluación que el propio ministro niega.

Esta vez no hubo un funcionario sino sólo un portavoz a la hora de defender los “precios cuidados”. “No deberían sufrir modificaciones”, dijo el vocero, y reiteró que la próxima revisión será tal como había quedado establecido a fines de marzo.

Desde el Palacio de Hacienda, prometieron además que la habilitación para la compra de dólares tendrá un esquema que será mucho más transparente que el anterior ejecutado con la Afip; “la intención es que tenga razonabilidad y que todo el mundo sepa” el monto que puede adquirir.

Según prometió Capitanich, la capacidad de compra de divisas para ahorro estará directamente ligada con la capacidad de ingresos de cada contribuyente. El vocero ministerial confía que “a este valor del dólar aparecerá una mayor oferta” y estimó entre 3.500 y 4.000 millones los que podría volcarse al mercado en las próximas semanas.

Moyano critica

  • Hugo Moyano cuestionó los anuncios del gobierno porque “crean más incertidumbre” y advirtió que lo que “antes era una devaluación encubierta, ahora es a la vista”.

Recordó que la devaluación “es lo que permanentemente negó el gobierno”. Y advirtió que “cuando el trabajador tenga que discutir salarios va a ser un problema muy grande; espero que podamos lograr que el salario no pierda el poder adquisitivo”.

El camionero señaló que “el gobierno va contradiciéndose permanentemente en las decisiones que toma, con las improvisaciones en materia económica a las que nos tiene acostumbrado. La inflación no se ha detenido para nada y las medidas que se han tomado no han generado ningún tipo de resultado”.

El titular de la CGT Azopardo ratificó su “preocupación” por las discusiones paritarias que se abren en marzo. “A esta gente no se le cree nada, y más con este dúo. ‘Coky’ (Capitanich) es Coquito, el personaje de Capitán Piluso”, lanzó, sin ponerle sobrenombre a Kicillof.

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" No se toma con seriedad el problema central, que es la inflación. Habrá presión de los precios sobre los salarios; pierden el jubilado y el trabajador”.

Sergio Massa

Frente Renovador

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"Nadie sabe cómo se van a implementar las medidas. No se respeta al ciudadano el derecho a saber lo que están haciendo. Nunca admitieron el cepo y nos dicen que van a anularlo”.

Mauricio Macri

Jefe de Gobierno porteño

Yasky acusa

  • Luego de que el gobierno dispusiera la devaluación más drástica desde la convertibilidad, la CTA oficialista de Hugo Yasky convocó de urgencia a su mesa nacional porque existen “intentos desestabilizadores” por “‘medio de corridas cambiarias y las más burdas operaciones mediáticas”.

Yasky dijo que la Sociedad Rural, el poder financiero, los bancos extranjeros, los grupos empresarios más fuertes, las principales corporaciones mediáticas y las multinacionales, como el caso Shell, “trabajan ferozmente para generar un clima de desmadre de la economía”.

A través de un comunicado, agregaron que “el objetivo del establishment es claro: que el kirchnerismo termine como el gobierno de Raúl Alfonsín, para después aplicar sus recetas de ajuste, tal como quedó a la luz ante las últimas corridas cambiarias”.