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Robyn Lawley ha participado en campañas para Ralph Lauren.

El peso de la moda

La discriminación de talles que existe en el mundo de la moda afecta a mujeres de todas las edades que no entran en los delgados parámetros de la industria. ¿Cuáles son los desafíos y cuentas pendientes de una Ley de Talles nacional más inclusiva y coherente?.

TEXTOS. GEORGINA LACUBE. FOTOS. el litoral y gentileza portofem.

 

En un mundo ideal, toda la ropa nos quedaría bien y habría talles para cada una. Pero la realidad es otra. Basta con preguntarle a cualquier mujer que tenga unos kilitos de más para comprobarlo. Como por ejemplo a Ana María (52), que pesa 122, y quien sufriendo nos cuenta lo frustrante que es para ella ir a comprar ropa dado que le cuesta conseguir talles y encima encontrar un modelo que le guste. En Argentina aún no está sancionada la Ley de Talles. Las provincias de Buenos Aires, Capital Federal, Santa Fe, San Juan, Santa Cruz, Córdoba, Entre Ríos y Mendoza cuentan con su propia legislación pero no la respetan.

Esto es gravísimo porque, aparte de negarle a una persona el derecho básico de vestirse, puede acarrear problemas de depresión, trastornos alimentarios y además llevar a la anorexia y la bulimia, advierte Monique Thiteux-Altschul, directora ejecutiva de la ONG Mujeres en Igualdad (M.E.I.).

A lo que Sharon Haywood, fundadora y directora de AnyBody Argentina (ONG fundada en 2003 en Inglaterra y que desde el año 2011 tiene sede en Buenos Aires), agrega: “La discriminación de talles que ya existe hoy en día dentro la industria de la moda, no tiene prejuicios ya que alcanza a adolescentes y señoras mayores por igual. Así, ellas piensan que es su cuerpo el que tiene el problema y no la ropa”.

De hecho, hay cifras más que elocuentes al respecto. Según una investigación del 2012 que encaró AnyBody, aproximadamente el 65% de las mujeres no pueden encontrar su talle en la ropa que quieren (casi el 27% de las encuestadas usa talles entre el 46-50), más del 80% de ellas (81,05%) dijeron que se sienten “mal/gorda/enojada/discriminada/frustrada/triste” cuando no pueden encontrar su talle y más del 80% hacen dieta. Esta ONG es reconocida por su lucha para promover modelos de belleza más democráticos que reemplacen a los de la delgadez extrema y juventud eterna. Tal es así que desde el 2010 viene trabajando para que se implemente una Ley de Talles nacional, más inclusiva y coherente, y basada en información antropométrica actual de cuerpos argentinos ya que, al día de hoy, se están utilizando medidas de otros países para poder desarrollar la ley. Para colmo, ésta cambia según la provincia, desorientando al usuario que nunca sabe a qué talle debe ajustarse porque cada marca usa denominaciones y medidas diferentes para un mismo número.

DIFICULTADES Y DESAFÍOS

El interrogante que surge es: ¿Por qué los fabricantes de ropa se niegan a acatar la reglamentación, pese a que los inspectores labraron en la provincia de Buenos Aires actas de infracción por $ 280.000? Para Monique hay dos motivos clave: “Por un lado, las marcas diseñan para un solo target: la ‘mujer ideal’, con lo cual, prefieren fabricar pocos talles, entre el 38 y el 42, para que sus modelos ‘luzcan’. Y por el otro, muchas empresas alegan problemas económicos para acatar la ley. Sostienen que les resulta más caro fabricar talles grandes, que se desvirtúan sus diseños, que no hay en el país una moldería para esas proporciones y que es muy difícil unificar los talles por no existir un análisis antropométrico de la mujer argentina”.

Sin embargo, las marcas especializadas en la confección de talles grandes dicen que los problemas económicos no son reales, que unos pocos centímetros de tela no tienen incidencia negativa. Tal es el caso de Portofem, un sello que, desde 1995, lidera este nicho en el país, respetando la Ley de Talles desde su aprobación en la provincia de Buenos Aires, allá por el 2001. “Nuestras prendas cumplen con el etiquetado según la norma Iram 75.310, que dispone como talles obligatorios desde el 38 al 48, suprimiéndose las definiciones S, M, L y XL, o su equivalente 1, 2 y 3”, sostiene Lidia Urdinez, directora de la firma. La misma tiene su fábrica en Mar del Plata y abastece a locales multimarca de todo el país; a los nueve locales exclusivos en Buenos Aires, Mendoza, Rosario y Santiago del Estero; y, como si fuera poco, a su e-shop (tienda online).

Y hay más. Lidia no titubea a la hora de extender esa curva de talles en pos de satisfacer las necesidades de sus clientas, mujeres de 25 a 65 años que aman la moda.

“Nuestras colecciones están integradas por prendas que arrancan en el talle 48 (que equivale a 110/115 centímetros de cadera) y se extienden al 70. Por eso nuestro lema es ‘Moda real para mujeres reales’. Con esto, lo que también buscamos es erradicar la idea de la mayoría de los consumidores que asocian al talle grande con ropa de señora mayor, seria y aburrida, sin formas, ni características que estilicen la figura. Nuestros productos rompen con ese mito, no vendemos ‘tapa gordas’, sino tipologías bien urbanas que integran talle grande con tendencias, estilo y calidad”, subraya Lidia, quien gracias a esa visión fue galardona con el Sello de Buen Diseño (distinción oficial que otorga el Ministerio de Industria a los productos nacionales que se destacan por su estética). Además, el Ministerio de la Producción, Ciencia y Tecnología de la Provincia de Buenos Aires la reconoció como una de las mujeres relevantes del siglo XXI por su aporte al fortalecimiento del rol de la mujer.

Y sí. Lo suyo es una invitación a perder el miedo, romper las barreras y divertirse con la ropa. Así, colección tras colección, propone prendas suaves y confortables que se adaptan a las formas de cada cuerpo, como sus jeans elastizados de calce perfecto; modelos confeccionados con hilados fríos que mantienen la frescura corporal, como un solero evasé de seda estampada; vestidos para la noche, como el modelo Monday con paillette de color plata; y accesorios: cinturones, fajas de cuero, pashminas y collares, entre otros.

CORRELATO INTERNACIONAL

En las principales mecas fashion las tallas grandes, aquellas que van más allá de 44, parecen estar ganando terreno dentro del exigente circuito de la costura. Si en el mercado cadenas internacionales como H&M o Asos ya tomaron la iniciativa hace tiempo y las introdujeron en sus tiendas, ahora parece que las pasarelas más importantes del mundo de la moda siguen sus pasos.

Así ocurrió en la última edición de la Semana de la Moda en Nueva York, donde Eden Miller, una creadora neoyorquina con curvas bien asumidas, presentó la primera colección con talles XXL (extra-extra-large) de su marca Cabiria. Se trató de una mini colección colorida dominada por los estampados florales con la que esta creativa marcó un antes y un después en la historia de esta pasarela, en la que las medidas XXS son la norma.

“Es fantástico, es un honor increíble participar en este mega-evento. Es una oportunidad inmejorable para defender la moda para las ‘rellenitas’, porque eso también es moda que puede ser considerada como otras”, confió Miller a la AFP antes de su desfile.

En tanto, en Milán esto ya ocurre desde hace varios años con los desfiles de Elena Miro, una de las marcas de ropa históricas del Grupo Miroglio, que nació con la intención de satisfacer, en clave de estilo y gusto, a todas esas mujeres con “curvas mediterráneas”.

También las marcas están dando un giro a los cánones de belleza impuestos en la industria, y empiezan a contar con modelos que se alejan del “90-60-90” para protagonizar sus campañas. Es el caso de Diesel, que en su último anuncio incluyó modelos de tallas grandes o de estética andrógina como protagonistas.

Del mismo modo, Mango pondrá en marcha a partir de este mes su proyecto de tallas grandes, Violeta by Mango, dirigido a un público joven cuyos talles viren entre el 40 y el 52. La australiana Robin Lawley es la imagen de esta línea, una modelo que poco a poco está alcanzado la cuota de celebridad de cualquier top model: ha protagonizado campañas para Ralph Lauren, la firma de lencería Chantelle y apareció, junto a Tara Lynn y Cristal Renn, en una portada de Vogue Italia de junio de 2011 dedicada a las mujeres reales.

Finalmente, la gran estocada llegó de parte Karl Lagerfeld, un defensor a ultranza de la delgadez extrema, quien hace poco declaró que su musa era la cantante Beth Ditto. ¡Y hasta se atrevió a contratar a Lara Stone (muchas veces señalada por “exceso de peso”) como la modelo it de sus desfiles!.

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Las mujeres con unos kilitos de más tienden a pensar que es su cuerpo el que tiene un problema y no la ropa.

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Las marcas especializadas en la confección de talles grandes aseguran que no es más caro fabricar talles grandes.

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La modelo Tara Lynn.

Tips para elegir prendas XL

Por Lidia Urdinez, diseñadora de Portofem.

- Al momento de probarse prendas, no olvidar que deben verse bien por delante, de costado y por detrás. El calce debe favorecer la figura.

- En el caso de los pantalones, es preferible descartar los que tienen bolsillos muy grandes y voluminosos ya que pueden causar un efecto visual indeseado en la cola. Además, olvidarse de los que tienen tiro bajo, ya que son el enemigo de la silueta.

- El largo de las prendas superiores debe sobrepasar la cintura para estilizar mejor la figura y disimular la panza.

- Por último, aunque no estés a gusto con tus piernas no dejes de usar polleras. Combinadas con medias can-can te harán lucir canchera y súper femenina.

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