Análisis del Ieral
Análisis del Ieral
Con inflación no entrarán dólares
De la redacción de El Litoral
DyN
Un tipo de cambio de 8 pesos por dólar “mejora la situación patrimonial de los productores”, en particular los de soja, pero para que haya un cambio en el ritmo de liquidación de divisas en el sector “queda pendiente la implementación de un programa consistente para atacar el problema inflacionario”, según un informe del Ieral, de la Fundación Mediterránea.
“Si el gobierno desea una respuesta favorable de la oferta exportable debe tratar que en los próximos meses los precios internos de los productos agropecuarios se mantengan relativamente altos en relación a los precios de los restantes bienes y factores de la economía”, planteó.
En ese marco, sostuvo que para lograr eso, el gobierno “debe reconocer cuanto antes el problema inflacionario, explicitar un programa monetario y fiscal consistente con metas descendentes de inflación y lograr el compromiso de acompañamiento de los distintos actores económico-sociales”, evaluó.
El informe señaló que “un tipo de cambio de 8 pesos por dólar mejora la situación patrimonial de los productores, en particular la producción de soja, donde los precios internacionales acompañan.
“La referida paridad cambiaria genera hoy un poder de compra interesante de la oleaginosa en el mercado interno”, afirmó. Sin embargo, advirtió que la cotización de la soja “se proyecta a la baja en el mercado externo” al tiempo que auguró que “la inflación doméstica puede acelerarse”.
La soja cotizó en 2013 a un precio promedio estimado de U$S 525 la tonelada en el mercado de exportación, pero para este año se espera que los valores “sean menores” como consecuencia “de buenas campañas en todos los países productores líderes”.
Por eso, dijo, “no está asegurado entonces que el mayor oxígeno alcance para la próxima campaña productiva”. El análisis explicó que la decisión de los productores de conservar la soja en 2013 “se profundizó por la forma en que el gobierno eligió para revertir el atraso cambiario”.
“El camino seguido fue hacerlo de a poco, cuando lo recomendable era un salto de tipo de cambio y luego una férrea política de estabilización para calmar las expectativas de una nueva devaluación”, cuestionó.
El Ieral precisó que el gobierno, a mediados de 2013, comenzó a acelerar la tasa de devaluación, del 1,7% mensual de junio se pasó al 2,6% en agosto, al 2,9% en noviembre y al 5% en diciembre. “Con esa modalidad y ritmo de devaluación, el incentivo a demorar la venta se exacerbó. En las últimas semanas de enero se ha producido un cambio en la estrategia del gobierno. Se ha priorizado un importante salto devaluatorio con suba de tasas de interés para absorber liquidez, reducir los efectos inflacionarios y el combustible disponible para comprar dólares”, destacó.
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