Continúa detenido

Declaró el policía acusado por la venta de una nena

  • Confesó que “le daba lástima las condiciones en que estaban los chicos” y “reconoció que los ayudaba” con dinero, pero negó haber participado de una transacción.
 

Juliano Salierno

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El juez de Instrucción Diego de la Torre indagó ayer al policía acusado de participar de la venta de una nena de tres años, por la cual otras siete personas permanecen privadas de la libertad desde la semana pasada. El pedido de “ampliación indagatoria” fue solicitado por los abogados Iván Leguiza y Diego Lorefice, quienes lo representan junto a su esposa, también detenida.

La pareja fue trasladada ayer a Tribunales para dar su versión de los hechos, que dista mucho de lo que fue denunciado oportunamente por el padre biológico de la menor.

La audiencia tuvo dos aristas, porque el funcionario público no sólo está sospechado de haber cobrado $ 3.000 por entregar a la pequeña en manos de un matrimonio; sino que además se descubrió que otra de las hermanitas, de unos seis años, había sido inscripta en el Registro Civil como hija legítima del policía.

“Reconoció a la nena de seis años porque creía que era hija de él”, aseguró el Dr. Leguiza. El profesional contó que su cliente había mantenido una relación con la madre años atrás y que “después de un tiempo, se encontró con ella en el trueque de la Granja La Esmeralda donde le contó que la nena era de él”.

“Le daba lástima”

“Se hizo cargo porque estaban en condiciones paupérrimas”, aseveró el abogado, que sin embargo desmintió que haya existido una transacción económica. Según los dichos del policía “le daba lástima las condiciones en que estaban los chicos” y por eso “los ayudaba” con algo de dinero para su madre pero “negó todo respecto de la venta”, insistió la defensa.

En cuanto a sus hermanitos -2 nenas y 1 varón- “los recibía cuando venían con la madre a visitar a la hermana más chica”, amplió Leguiza.

Asimismo, los abogados reconocieron que se agravó la figura penal que pesa sobre su cliente, no sólo por los delitos por los que se lo acusa -sustracción de menores, supresión de identidad, ocultamiento-, sino por tratarse el imputado de un funcionario público y la víctima menor de 10 años de edad.

La denuncia

La semana pasada el padre biológico de una de las criaturas denunció la supuesta venta en la subcomisaría 8ª y acusó a un policía como intermediario en la operación. Ante la gravedad del caso, el juez De la Torre le dio intervención a la Unidad de Trata de Personas de la provincia y ordenó varias detenciones.

Los primeros en ser arrestados fueron el policía y su mujer; pero pronto quedaron tras las rejas el matrimonio que habría adquirido a la menor, los padres biológicos y la abuela materna de la nena. También una vecina en cuya casa fue hallado el varón.

Respecto de esta última, el juez ordenó esta semana una serie de medidas para acreditar los dichos de la imputada, que aseguró que se hizo cargo de las criaturas en ausencia de sus padres, al punto que los llevaba a la escuela y al dispensario de Playa Norte, e incluso en una ocasión los visitó una asistente social.

Hasta el momento sólo resta que preste declaración indagatoria el hombre en cuya casa fue hallada la nena de 3 años. Aunque su esposa -actualmente en prisión domiciliaria por un problema de salud- negó que pagaran para obtener la criatura, el matrimonio deberá rendir cuentas de por qué la inscribieron como hija legítima dos días después de haberla recibido, el 17 de diciembre del año pasado.