FUNDACIÓN RAMSEYER DAYER

“Bagajes del alma” para comenzar la temporada

  • Este sábado a las 20.30 se inaugurará la muestra de Cristina Niizawa, con la cual se inicia el ciclo 2014 del espacio cultural esperancino.
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Obra: “La esencia profunda del mensaje”. Foto: ARCHIVO EL LITORAL

 

De la Redacción de El Litoral

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La Fundación Ramseyer Dayer inicia su temporada 2014 con la exposición “Bagajes del alma”, de Cristina Niizawa. La inauguración tendrá lugar este sábado a las 20.30 en la sede de 25 de Mayo 1735, Esperanza. Curada por Kasutaka Ishikawa, la muestra permanecerá en exhibición hasta el 2 de marzo.

“Reencontrarme con Cristina es siempre una oportunidad para repasar parte de nuestras historias, que tienen varios puntos en común. En primer lugar, algo obvio: ambos pertenecemos a familias de origen japonés, por lo tanto integramos una colectividad pequeña en donde nos conocemos todos”, consigna el curador.

“En 1970 ingresé en la Escuela Municipal de Diseño y Artes Visuales Manuel Belgrano, donde ella ya estudiaba y estaba culminando la carrera. Y éste es el segundo punto, importante, en común. Entre las actividades sociales de la Asociación Japonesa de Santa Fe de nuestra infancia y adolescencia, y los intereses culturales y artísticos compartidos en la escuela municipal más tarde, fuimos conformando esa trama de afectos y amistades comunes que nos unen”, afirma.

“De aquellos años en la escuela de artes, con la guía de maestros como Oliva, Píccoli, Luna, Alicia y Rubén Sedlacek, Botta, Urfer y Silvar (y tantos otros nombres queridos) rescato las imágenes de los primeros trabajos que le conocí. Eran caballitos, pájaros y -sobre todo- gatos de gran síntesis formal, de enormes ojos, generalmente solitarios en un contexto irreal”.

“No a todos los docentes le gustaban estas imágenes, que consideraban naif (quizás porque las relacionaban con la profesión de Cristina, que en ese momento trabajaba de maestra jardinera). ‘Tendrías que dedicarte a la ilustración’ le decían, sin saber que muchos años después ella se destacaría ilustrando libros escolares en México y otros países”, relata.

Paleta luminosa

“En el caso de Cristina, el dominio de una técnica -la témpera o gouache, utilizada en una infinita gama de valores y tonos- le permitió enriquecer esas figuras, enmarcadas en escenarios que eran extraños, a veces ominosos. Esa tensión secreta, adivinada quizás, quitaba ingenuidad a sus planteos plásticos y los instalaba en un campo más metafísico. Algunos trabajos de aquella época, que omiten las figuras, muestran sólo esos espacios vacíos, casi surreales, donde las tensiones secretas pasan de ser fondos a ser protagonistas del hecho plástico, y ahí uno encuentra explicitadas las potentes energías que se adivinaban en los cuadros figurativos”, continúa Ishikawa.

“En los años siguientes sus composiciones se enriquecen con la incorporación de figuras de niños y ángeles, fondos cada vez más complejos y la adopción de una escala alta. Su ida a México a fines de la década del 70 es definitoria: el choque con una cultura diferente, riquísima y ancestral, le brinda el marco propicio para decantar un lenguaje muy personal, sobre la base de su propia temática e imaginería, floreciendo en la atmósfera estimulante del barroco colonial y las exuberantes artes populares mexicanas.

“... Los cuadros de Cristina tornan fragmentos de un complejísimo cosmos, donde cada elemento -astros, nubes, olas, plantas, flores, seres carnales o imaginarios- es vital, irradia una energía que armoniza con el conjunto; nada es valioso en sí, sino en cuanto parte de un orden superior que lo contiene y le da sentido. Es como si aquellas oscuras fuerzas latentes, entrevistas en sus primeros trabajos, hubieran finalmente encontrado los cauces adecuados para entretejer la compleja trama de la vida”, analiza el artista... Obra y autora son una misma y única cosa: Cristina Niizawa”.

La artista

Cristina Niizawa

  • Estudió en la Escuela de Diseño y Artes Visuales Manuel Belgrano (actual Liceo Municipal Antonio Fuentes del Arco).

Desde 1972 participa en salones anuales nacionales y provinciales, en los que obtuvo importantes premios.

Se radicó en México DF a fines de los años 70. Participó en numerosas exposiciones colectivas e individuales tanto en México, donde reside actualmente, como en Argentina y Estados Unidos. Su obra integra colecciones particulares de Méjico, Argentina, Bélgica, Inglaterra, Francia, Japón y Estados Unidos. También realizó materiales pedagógicos para los pueblos originarios del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (Inea), dependiente del gobierno mexicano.