Estoy de vacaciones y no dejo de pensar en el trabajo

Podemos estar en el lugar más maravilloso de la tierra, pero si nos vemos perturbados por preocupaciones laborales no podremos disfrutar hasta que no nos despeguemos de ellas.TEXTOS. REVISTA NOSOTROS.

FUENTE. LIC. SANTIAGO GÓMEZ.

Estoy de vacaciones y no dejo de pensar en el trabajo
 

Después de tanto esperar, llegan las ansiadas vacaciones de verano, tanto para los que deciden viajar como para los que prefieren quedarse en su hogar.

Lo más importante durante este período es la predisposición que tenemos para poder disfrutarlas y pasarla bien; esto no depende del lugar, sino de nuestros pensamientos con los que interpretamos los hechos. Podemos estar en el lugar más maravilloso de la tierra, pero si nos vemos perturbados por preocupaciones laborales no podremos disfrutar hasta que no nos despeguemos de ellas.

DESPEGARSE DE PREOCUPACIONES

¿Por qué hay individuos que no pueden disfrutar de las vacaciones? Los pensamientos y el sistema de creencias son los “anteojos” con los que interpretamos los hechos de la realidad. Esto significa que de acuerdo a como pensamos -de forma positiva o negativa- es cómo nos vamos a sentir y por ende, actuar.

Cuando los pensamientos son disfuncionales e irracionales, la persona no va a poder despegarse de las preocupaciones durante su tiempo de ocio, más allá del lugar en el que se encuentre.

Algunas de las características de una personalidad que no se permite disfrutar de las vacaciones son:

- Tendencia a obsesionarse.

- Preocupación excesiva: la persona no puede dejar de pensar o de preocuparse por diferentes situaciones, lo que no le permite disfrutar.

- Pensamientos catastróficos: tendencia tremendista sobre los hechos de la vida cotidiana.

- Pensamientos anticipatorios: se anticipan de manera negativa a lo que pueda ocurrir en un futuro.

¿Qué consecuencias provocan las preocupaciones? Al estar en estado del alerta y tensión producto de las preocupaciones excesivas, el estrés se eleva generando mayor sensibilidad en el sistema autónomo simpático, provocando diferentes síntomas:

- Ansiedad elevada.

- Alteración en el humor.

- Pérdida de la capacidad de disfrute.

- Aburrimiento durante las vacaciones.

PROPICIAR EL DISFRUTE

Para dejar de lado este problema se pueden tener en cuenta algunas sugerencias que permitirán disfrutar al máximo de los días de descanso. En primer lugar, es necesario tomar conciencia de que lo que no hicimos durante el año, no podemos pretender hacerlo unos días antes de las vacaciones, de esta manera sólo lograremos estresarnos. Otro punto importante es cortar los pensamientos de preocupación para poder conectarnos con el exterior, con los demás y con las diferentes situaciones que estamos viviendo en vacaciones. Planificar las vacaciones con actividades placenteras es propuesta que sumará disfrute al descanso.

Sin dudas, vivir con entusiasmo la previa de las vacaciones colaborará a predisponernos para pasar días inolvidables. Leer o mirar fotos del lugar al cual vamos a ir es muy recomendable; en caso de quedarnos en nuestro hogar, se puede planear todo lo que podemos hacer para disfrutar y pasarla bien.

Finalmente, dos reglas de oro: mantener el celular apagado o no estar pendiente del mismo y que perturbe nuestro estado de bienestar, y no llevar trabajo para realizar en vacaciones.