editorial

Violencia y abandono en la zona de la costa

  • Los vecinos marcharán el jueves a Casa de Gobierno y a la Municipalidad. Entre otros reclamos, piden la instalación de una comisaría.

Digno Fantelli tenía 86 años y vivía junto a su esposa en el barrio de Colastiné Norte, el distrito de la ciudad de Santa Fe que, seguramente, experimentó el mayor crecimiento demográfico durante las últimas dos décadas.

Durante la madrugada del pasado domingo 23, Digno y su mujer fueron atacados por delincuentes mientras dormían. Los golpearon y apuñalaron. Las heridas fueron de tal gravedad, que Fantelli falleció cuatro días después.

Este suceso volvió a movilizar a los vecinos de la zona. Por ese motivo, organizaron para el próximo jueves una marcha hasta la Casa de Gobierno y hacia la Municipalidad de Santa Fe, donde esperan entregar sendos petitorios.

Lo que reclaman no parece descabellado. Al gobierno le piden que, de una vez por todas, la Costa cuente con una comisaría, pues la subcomisaría que existe desde hace algunos años carece del número suficiente de efectivos y de móviles como para custodiar un territorio tan extenso.

A la Municipalidad, le solicitan que garantice la iluminación y realice el mantenimiento adecuado de calles que, en algunos casos, hace tiempo dejaron de ser transitables.

El temor de los vecinos de la Costa no es antojadizo. De hecho, desde 2011 se vienen produciendo asaltos violentos a casas de familia. Durante aquel año y a principios de 2012, se produjo una ola de golpes con características llamativamente similares: encapuchados que ingresaban a viviendas particulares y tomaban de rehenes a sus moradores, a quienes amenazaban con armas blancas o armas de fuego durante toda la noche. Al amanecer, escapaban sin dejar rastro alguno.

Algunas de las víctimas resolvieron abandonar la Costa. Otras, en cambio, no tuvieron más alternativa que continuar viviendo en la zona. Para estas personas, cada nuevo caso reabre viejas heridas y acrecienta la sensación de indefensión casi absoluta.

La única diferencia entre aquellos casos y el ataque que sufrieron Digno Fantelli y su esposa, es que en esta ocasión los delincuentes traspasaron el límite de las amenazas y decidieron utilizar sus armas. Las imágenes de la vivienda, con sus paredes y pisos ensangrentados, fueron tapa del diario El Litoral y permitieron tomar conciencia de la gravedad de los hechos.

Pero no todos los casos son tan extremos. De hecho, la gente de la Costa viene denunciando desde hace tiempo una sucesión de robos en obras de construcción. Se trata de hechos menores, pero resulta evidente que existe una verdadera organización dedicada a saquear construcciones.

Los ladrones actúan con absoluta impunidad. Las víctimas, sienten que realizar la denuncia correspondiente ante la policía no tiene demasiado sentido.

La cantidad de hechos es tan importante, que evidentemente existe un mercado negro de materiales de construcción. Potenciales clientes dispuestos a comprar a bajo costo lo que los delincuentes roban en las obras de la zona.

Por lo general, los ladrones nunca aparecen. La desazón y la desconfianza de los vecinos se multiplican ante cada nuevo asalto que no es resuelto.

Los golpearon y apuñalaron. Las heridas fueron de tal gravedad, que Fantelli falleció cuatro días después.