Las explicaciones del presidente y el relato de la policía

Entre el “ya pasó todo” y el “no pasó nada”

Entre el “ya pasó todo” y el “no pasó nada”

Les queda poca espalda. La gente aguanta cada vez menos. Luego del empate de anoche en el último minuto logrado por el humilde Sp ortivo Belgrano de San Francisco, los jugadores de Unión abandonaron el campo de juego silbados e insultados. Luego debieron irse del estadio custodiados.

Foto: Mauricio Garín

El empate de Sportivo Belgrano sobre la hora calentó los ánimos contra los jugadores y algunos dirigentes. Medio centenar de hinchas se hicieron sentir mediante insultos y algunos golpes.

 

Alberto Sánchez

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Desde el empate de Sportivo Belgrano hasta que el equipo se retiró del campo de juego (no pasaron más de tres minutos entre una cosa y otra), el 15 de abril fue un “mar” de silbidos e insultos hacia los jugadores. Pero no todo quedó allí. Cuando sólo habían pasado unos diez minutos del pitazo final, varios hinchas decidieron dirigirse hacia el portón de rejas de bulevar Pellegrini, frente al Hospital Iturraspe, para hacer escuchar sus reclamos hacia los futbolistas y dirigentes. De inmediato, se dispusieron las medidas de seguridad necesarias para que los “calientes” simpatizantes no pudieran ingresar, pero el problema era que los que querían salir eran los mismos jugadores, que si bien llegaron en micro, tenían sus autos en la playa de estacionamiento del club.

El primero en hacerlo, sin tomar el mínimo recaudo y enfrentando la situación, fue el defensor Danilo Gerlo, quien creyendo que podría esquivarlos o salir sin que lo reconozcan, o bien sin importar que algunas de las dos posibilidades pudiera sucederle, en definitiva debió parar sobre la calzada porque su auto recibió algunos golpes. El zaguero descendió del coche y lejos de amedrentarse, enfrentó a los hinchas y discutió con ellos, por suerte llegó la policía y pudieron disuadir a los mismos.

A los pocos segundos se originaron algunos enfrentamientos entre los simpatizantes, seguramente entre los más exaltados y los que deseaban poner algo de calma. Hasta que el mismo presidente de Unión, Luis Spahn, salió a dar la cara, cruzó el portón y ya en la vereda conversó con los hinchas. pasaron un par de minutos y el máximo dirigente tatengue retornó al playón, lugar en el cual relató lo acontecido: “En teoría son socios de Unión. Salí a darles explicaciones y a pedirles un poco de tolerancia. A todos nos duele perder un partido así... (sic), perder dos puntos así, pero el partido terminó y ya no hay manera de solucionarlo”.

—¿Cuál es el reclamo concreto de la gente?

—Están molestos por la desatención de los jugadores, es lo que ellos manifiestan. Pero esto es fútbol, todo es inverosímil y no hay manera de prever resultados. No hay lógica posible en ninguna categoría y por eso hay equipos que se caen. Hoy tal vez el equipo no pudo concretar lo que generó con su actitud, seguramente por un par de distracciones, pero el resultado no se puede revertir. Perdimos dos puntos y seguimos enredados en la tabla. Si nos hubiera ido mejor, con un par de triunfos seguidos todo se hubiera solucionado.

—¿Pudiste hablar con el plantel?

—No hablé con el plantel porque hubo un pedido del cuerpo técnico de que no entre al vestuario porque ellos quieren hacer un mea culpa, digerir sus errores y superar esto.

—¿Qué les pediste a los hinchas?

—Sólo les pedí que se dispersen porque esto no ayuda a nadie. Sacarse la bronca insultando a jugadores o dirigentes, puteando al aire y pateando vehículos no aporta nada para el club. Creo que la mayoría lo entendió y por eso se disolvió todo. Tampoco eran muchos, en principio eran unos 50, pero después quedaron unos 25.

—¿No te pareció demasiada temeraria tu actitud?

—No, ¿por qué?

—Porque no es normal que un dirigente enfrente a un grupo de hinchas algo exaltados...

—Es verdad, pero no me voy a hacer problemas por una o varias personas que en un arrebato de pasión me quieran golpear. Lo que sentí es que hay cierto respaldo hacia mi gestión porque me dijeron: “con vos no es la cosa”. Pero yo soy el presidente y tengo que pedirles que se dispersen.

—¿La bronca es sólo con los jugadores?

—Sí. Ustedes lo escucharon. En principio, es con los jugadores porque consideran que se les escapó el triunfo.

—¿Y con la dirigencia?, porque también hubo algunos gritos contra dirigentes...

—Es que hay algunas posiciones encontradas entre algunos jóvenes entre los cuales algunos querían manifestar algo y otros otra cosa, pero ni ellos se ponían de acuerdo. Ya pasó todo, vamos a terminar este día tranquilos. Gracias.

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Impotencia y desazón

Lo que transmite el equipo

Si bien en contados minutos mostró algo a través de Rivas y Palacios, Unión no logra despegar y está cada vez más lejos del objetivo planteado, a pesar de las posibilidades que le brindan los otros clubes. Foto: Facundo Maggiolo