editorial

Abusos en la telefonía celular

  • Las quejas por el servicio encabezan los rankings de denuncias en organizaciones de defensa de los derechos del consumidor.

Hablar por celular o utilizar los servicios de Internet a través de dispositivos móviles se torna cada día más difícil en la Argentina. Los especialistas coinciden en que el progresivo incremento en el número de clientes de las empresas de telefonía celular -se calcula que existen alrededor de 50 millones de líneas en el país-, no fue acompañado por la suficiente inversión en infraestructura y tecnología.

Los usuarios no sólo padecen los inconvenientes en el servicio sino que, además, sufren las consecuencias de condiciones abusivas por parte de las empresas. De hecho, la telefonía celular encabeza desde hace años el ranking de quejas y denuncias, tanto en organizaciones de defensa de los derechos de los consumidores, como en organismos públicos abocados a la misma tarea.

Una de las prácticas abusivas que más reclamos generó fue el hecho de que, hasta febrero de este año, las prestadoras cobraban a sus clientes fraccionando el servicio por minuto. Esto significaba que, en caso de que una persona hablara por celular durante 10, 20 ó 40 segundos, debía pagar por 60 segundos. En definitiva, las empresas cobraban por un servicio que no prestaban.

Durante más de una década, esta situación de flagrante injusticia despertó el reclamo de los consumidores, sin que el gobierno nacional adoptara medida alguna para evitar esta práctica.

La Asociación Civil Usuarios y Consumidores Unidos (UCU) presentó entonces una medida cautelar ante la Justicia. Las modificaciones en el método utilizado para cobrar el servicio debían haberse producido el 12 de diciembre del año pasado, pero las operadoras lograron postergar esa medida a través de un recurso judicial en el que argumentaban que el fallo no estaba firme.

Finalmente, el 17 de diciembre último el gobierno resolvió otorgarles 60 días a las operadoras para que comenzaran a fraccionar las llamadas de voz por segundo, en lugar de hacerlo por minuto. Sin embargo, los abusos continúan.

Es que, en realidad, las empresas siguen cobrando por un servicio que no siempre prestan. De hecho, los usuarios pagan actualmente un monto fijo por los primeros 30 segundos de cada llamada, aunque ésta dure menos tiempo o simplemente se produzca la respuesta de un contestador automático.

Pero esto no es todo. El diputado nacional Pablo Javkin (Coalición Cívica ARI Santa Fe) acaba de denunciar que en esa tarifa fija por los primeros 30 segundos de comunicación, las empresas prestadoras acaban de aplicar un “brutal aumento” que no guarda relación con lo que se cobra por los segundos posteriores.

El monto para establecer la llamada cotiza en valores que van de 1 peso a 1,5 peso, según la empresa. Si a esa cifra se acumulan los hipotéticos 30 segundos posteriores -que sí son fraccionados-, arroja un valor por minuto superior al que se ofrecía antes de que el nuevo sistema entrara en vigencia.

Dicho con otras palabras, el costo del primer minuto de comunicación es hoy más alto en la Argentina de lo que era antes del 17 de febrero.

Pero eso no es todo, porque además, algunas empresas modificaron los planes que venían ofreciendo, limitaron beneficios, anularon abonos económicos y subieron los precios de llamadas, mensajes de texto y uso de datos.

No queda del todo claro si lo del gobierno nacional es impericia o complicidad. Los consumidores representan el eslabón más débil en esta cadena de responsabilidades. Lo cierto es que el Estado nacional sigue sin hacer lo imprescindible para proteger a sus ciudadanos.

No queda del todo claro si lo del gobierno nacional es impericia o complicidad. Lo cierto es que el Estado nacional sigue sin hacer lo imprescindible para proteger a sus ciudadanos.