Un primer tiempo vacío y un segundo tiempo con impotencia y sin ideas

Unión volvió a mostrar que es capaz de jugar muy mal

Como ante Douglas Haig, el equipo de Madelón dejó una imagen angustiante y deprimida. Entró inaceptablemente desconcentrado y en el complemento avanzó sin atacar. Preocupante.

Unión volvió a mostrar que es capaz de jugar muy mal

Gol y festejo “polémico”. De un ex Colón a Unión. Cuando Facundo Callejo marcó el gol, de inmediato se sumó Gabriel Solís —los dos ex Colón— al festejo y comenzaron a mover los brazos para arriba y para abajo. Muchos lo entendieron como una alusión a los ascensos y descensos de Unión en los últimos tiempos. Sea así o no, los dos jugadores surgidos de las inferiores sabaleras pero con escasísima participación en la primera, se dieron un gusto grande aunque con otra camiseta. Foto: Gentileza Diario “El Pregón” de Jujuy

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a San Salvador de Jujuy)

Unión no se armó para esto. Unión no soñó esto. Unión no invirtió —digo por el costo de un plantel que debe estar entre los mejores pagos de la categoría— para mostrar semejante inoperancia. Unión, en definitiva, está empezando a padecer los dolores y frustraciones de un fracaso, con todo lo que ello significa. Con una dirigencia tremendamente preocupada, con un técnico que volvió al club para otra cosa y con jugadores que, evidentemente y en la mayoría de los casos, dilapidan el poco o mucho prestigio y la mayor o menor expectativa de trascender, siendo protagonistas de una campaña que es mediocre y que apunta a cambiar rotundamente los objetivos iniciales en breve.

Siempre recuerdo aquella charla con los directivos, hace exactamente una rueda y antes del partido con los sanjuaninos en tierras cuyanas. “Nuestro único objetivo es el ascenso y nos armamos para eso”, señalaba Emilio Lamas, uno de los responsables del fútbol de Unión, después de esa campaña tan mala que lo llevó a perder (mejor dicho, a rifar) la categoría que tanto le había costado recuperar.

Y sin dudas que se termina cayendo en lo mismo. ¿Cuántos jugadores llegaron a Santa Fe en los últimos dos años?. Se pueden armar dos o tres equipos prácticamente completos. Porque luego de los 50 puntos de Kudelka se cambió prácticamente todo. Y después del descenso, Unión también renovó todo el plantel con la idea de que no se podía salir a jugar el torneo de la B Nacional con aquellos mismos jugadores que se cansaron de perder partidos (por más que hayan ganado el clásico) durante todo un año en la A. Se trajo un equipo completo. Y si no me cree, fíjese (Castro, Islas, Vella, Gerlo, Sánchez, Evangelista, Gagliardi, Bertochi, Zapata, Diego García, Palacios, Salinas, etcétera). Se habían fogueado algunos chicos de las inferiores, producto de la necesidad y el rotundo fracaso de incorporaciones que no dieron nada, en un torneo que fue muy malo en Primera, más algunos casos como el de Lizio, Franzoia, Bianchi y Cosaro, que dentro de la medianía, rindieron en forma relativamente aceptable. Se armó un equipo nuevo que parecía, en un momento, tener algo más que lo muy poco que mostraba en Primera. Esto, más una racha de buenos resultados, hizo que se abrigaran expectativas. Sin embargo, el técnico que armó el plantel y que ya venía de seis meses de conocimiento del club y de los jugadores, se terminó yendo con una racha de 9 partidos sin ganar y una posición en mitad de tabla que ya lo alejaba a Unión de su objetivo.

Llegó Madelón y parece que nada cambió. Quedó apenas como un oasis en medio del desierto, esa actuación estupenda del primer tiempo ante Villa San Carlos. Fue un decorado, una suerte de revoque que tapó los serios problemas estructurales de un equipo que perdió rápidamente la brújula y la chance de sumar puntos en un torneo gobernado por la irregularidad de todos, salvo Banfield y ese Defensa y Justicia que todos esperan en vano una caída.

Como ante Douglas Haig, la medianoche jujeña, con el resultado consumado, sólo aportó desazón y ese sentimiento angustiante que despierta el fracaso, tanto en el fútbol como en cualquier orden de la vida. Un equipo que entró inaceptablemente desconcentrado a la cancha, que tuvo errores casi primitivos en defensa, que regaló todo un tiempo (el primero) y que luego no tuvo muchas ideas para cambiar la historia, más allá de los cambios que fue haciendo su técnico.

Unión pudo haber empatado el partido, pero hasta me animo a decir que no habría sido tan merecido. El único que, aún equivocándose en la jugada del gol de Gimnasia, tuvo algunas virtudes para rescatar fue su arquero. Cuando un equipo rescata al arquero como figura individual, es porque le llegaron y respondió. Aunque lo de Gimnasia fue apenas audaz en el primer tiempo y conservador hasta la máxima expresión en el segundo, eso solo le sirvió para acumular méritos. O en todo caso, para aprovechar con una buena dosis de eficacia, las indecisiones, desconcentraciones y facilidades que le brindó un rival desconcertado y sin un patrón de juego claro.

Este equipo parece depender de alguna genialidad de Palacios, que es el único jugador capaz de hacer algo distinto y desequilibrante. El resto navega en un mar de levedades que resulta exasperante. Los marcadores de punta no defienden bien ni tampoco se proyectan aportando sorpresa; la zaga central, juegue quien juegue, no es segura; Alemán no termina de convertirse en el armador y exagera de la caída o de la espera con la pelota en los pies hasta que un rival se le acerque para fabricar la falta, en lugar de gastar las energías y su inteligencia en ver la forma de habilitar a los delanteros; y tampoco existe claridad en el juego de los volantes laterales.

Madelón es un técnico al que le tocó armar un equipo con protagonismo en esta categoría, como ocurrió con Olimpo, al que ascendió. Llegó con una madurez que antes, cuando dirigió a Unión hace 13 años, no tenía y que le permitió acumular experiencia. Quiso equilibrar el equipo sin abandonar la idea de protagonismo ofensivo que ya venía siendo esbozada por Sava. Sin embargo, la realidad lo está golpeando muy duro. Y seguramente debe ser el primero en darse cuenta de que no se identifica con su equipo. Ese sentimiento, el de no sentirse representado en la cancha con su idea futbolística, debe ser la angustiante sensación que hoy debe desconcertar al entrenador.

 
Unión volvió a mostrar que es capaz de jugar muy mal

Con caras conocidas

Solís, “Pipo”, Callejo y Quiroga

Para Gabriel Solís, Pipo Desvaux (foto), Facundo Callejo y Matías Quiroga, el partido de ayer debió ser muy especial por el pasado sabalero y tatengue de los nombrados. En el banco hubo otro ex Colón (Jonathan Baumann), mientras que se quedó afuera de los concentrados el volante Emanuel Urresti (ex Unión). El que sacó “provecho” fue Callejo, quien marcó el gol y fue uno de los mejores de Gimnasia. Foto: Gentileza Diario “El Pregón” de Jujuy

Sin Evangelista para el lunes

Ayer acumuló su quinta tarjeta amarilla el defensor Fernando Evangelista, quien no podrá jugar el encuentro del lunes ante San Martín de San Juan.

Si Madelón decide jugar con línea de cuatro, su reemplazante natural es Mauro Maidana. De todos modos, el técnico probó en varias ocasiones, durante algunos entrenamientos, armando una línea de tres e inclusive terminó el partido de anoche con ese esquema, aunque obligado por las circunstancias (estaba perdiendo).

En principio, esta no será la única baja ya que también se quedará afuera Rivas (operado) y habrá que esperar la evolución de Gerlo, aunque es improbable que llegue en condiciones de jugar.

 

Buscó pero no encontró

Madelón hizo varios movimientos en el equipo, tratando de encontrar variantes que le permitan empatar el partido. En el primer tiempo, por ejemplo, cambió de lugar por largos minutos a los volantes laterales, pasando Gagliardi a jugar por izquierda y Moreno por derecha.

Cuando transcurría el segundo tiempo y ante la falta de respuestas ofensivas, el técnico pretendió darle mayor presencia ofensiva y por eso sacó un defensor (Evangelista) para colocar a un volante (Bertochi) y luego sacó a un volante de contención (Bruna) para poner a un delantero (Salinas).

Con Bertochi, el equipo se paró con un 3-4-1-2, pasando Alemán a la función de enganche definido, con Bertochi colaborando con Bruna en la marca. Después, cuando salió Bruna, el equipo quedó parado con un 3-3-1-3, con dos delanteros metidos por adentro como Salinas y Magnín, tratando de contar con presencia adentro del área y capitalizar algún centro, rebote o mal rechazo de la defensa rival.

síntesis

GIMNASIA (J) 1

UNIÓN 0

Cancha: Gimnasia de Jujuy.

Arbitro: Alejandro Castro.

Gimnasia: Hoyos; Diego López, Desvaux, Sebastián Sánchez y Domínguez; Solís, Poclava, Espíndola; Callejo, Quiroga y Céliz. A.S.: Cavalatti. Estuvieron en el banco: Sosa, Ruiz y Baumann. D.T.: Mario Sciacqua.

Unión: Castro; Vella, Brítez, Leonardo Sánchez y Evangelista; Gagliardi, Bruna, Alemán y Moreno; Palacios y Magnín. A.S.: Arce. Estuvieron en el banco: Maidana, Martínez y Altamirano. D.T.: Leonardo Carol Madelón.

Gol: en el primer tiempo, a los 9 m Callejo (G).

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, García (U) por Moreno; a los 16 m Bustos (G) por Espíndola; a los 18 m Bertochi (U) por Evangelista; a los 27 m Salinas (U) por Bruna; a los 36 m Bersa (G) por Céliz y a los 47 m Salces (G) por Callejo.

Amonestados: en Unión, Evangelista.