EN CINE AMÉRICA

Jueves de DeSvelado

  • Con “Guía de la ideología para perversos” inaugura la 10ª temporada del ciclo ya tradicional de Cine Club.
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“Guía de la ideología para perversos”, escrito y protagonizado por Slavoj Zizek y dirigido por Sophie Fiennes.

Foto: ARCHIVO EL LITORAL

 

De la redacción de El Litoral

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El próximo jueves comienza otra edición del ciclo DeSvelado que propone Cine Club Santa Fe todos los jueves, a las 22.30, en el Cine América (25 de Mayo 3075). El espacio contará posteriormente con las tradicionales ediciones de “Cine y música”, “Ciencia ficción” y “Animé”.

La propuesta comienza el 27, con “Guía de la ideología para perversos” (Reino Unido-Irlanda, 136 min), escrito y protagonizado por Slavoj Zizek y dirigido por Sophie Fiennes, es la secuela del documental “La guía perversa del cine” (2006), un trabajo del mismo género donde el filósofo Slavoj Zizek explicaba los mecanismos inconscientes que subyacen en las películas, los cuales tienen como función mantener el status quo y condicionar al espectador en la dirección deseada por los grandes realizadores cinematográficos.

Slavoj Zizek es uno de los filósofos más reconocidos en la actualidad, su pensamiento aunque detestado por algunos fenomenólogos ha significado un parteaguas en lo que corresponde a epistemología, filosofía de la cultura y psicoanálisis. Ésta es la segunda película que Zizek filma al lado de Sophie Fiennes.

En tanto, el 3 de abril se proyectará “Filth” de Jon S. Baird (Reino Unido, 2013, 97 minutos). James McAvoy es el protagonista de la adaptación de “Escoria”, la novela de Irvine Welsh con las aventuras del detective de policía más desfasado e incorrecto de Edimburgo.

Escrita en 1998, cuenta la historia de Bruce Robertson, el detective de policía más maleducado, pervertido, misántropo y adicto a las drogas y el sexo de Edimburgo.

El 10 de abril, es el turno para “Le grand soir” (Francia 2012), dirigida por Gustave de Kervern y Benoit Deléphine. Los Bonzini son dueños del restaurante La Pataterie en una zona comercial. Su hijo mayor, Not, es el punk con el perro más viejo de Europa. Su hermano, Jean-Pierre, es vendedor en una tienda de ropa de cama. Cuando Jean-Pierre pierde su trabajo, los dos hermanos se encuentran. Es la historia de una familia que decide hacer la revolución... a su manera.

LO QUE SIGUE

El 17 de abril se proyectará “Un lugar donde quedarse” (This must be the place), de Paolo Sorrentino (Italia, Francia e Irlanda, 2011, 118 minutos). Cuenta la historia de Cheyenne, un judío cincuentón, antigua estrella del rock, que sigue la estética gótica y lleva una vida aburrida de prejubilado en Dublín. La muerte de su padre, con el que hacía tiempo que no se trataba, le lleva de vuelta a Nueva York, donde, a través de la lectura de algunos diarios, reconstruye la vida de su padre en los últimos treinta años, en los que se dedicó a buscar obsesivamente a un criminal nazi que se había refugiado en Estados Unidos. Con una inexorable lentitud y sin capacitación alguna como investigador, Cheyenne, contra toda lógica, decide continuar la tarea de su padre y emprende la búsqueda del nonagenario alemán a través de Estados Unidos.

El 24 de abril: “Alan Partridge: Alpha papá”, de Declan Lowney, película centrada en la vida del reportero Alan Partridge. Una parodia de los dos comentaristas deportivos y Chat Muestra presentadores, entre otros, el personaje ha aparecido en dos series de radio, tres series de televisión y numerosas de radio y televisión especiales, incluyendo apariciones en la BBC Comic Relief, que han seguido el ascenso y la caída de su ficción carrera.

El 1º de mayo se proyectará “Computer Chess” (de Andrew Bujalski, 2013), un falso documental, una película de historias múltiples que no dejan de recordar el trabajo de Robert Altman, con una trama ligera y ambigua. La excusa de una competencia que dura todo un fin de semana para descubrir qué ordenador es el mejor jugando ajedrez contra un hombre, más bien se convierte en un coctel de diversos personajes que confluyen y se mezclan en los diferentes espacios de un hotel.

La película fue grabada íntegramente con una cámara Sony AVC-3260, en un blanco y negro propio de la naturaleza de su tecnología: lavado, con tendencia a los grises y texturas lejanas, que entre pixeles digitales se vuelven muy cercanas, una calidad que pudiera definirse en nuestros tiempos como “de mala definición”. Es una cámara fuera de época, se usaba en 1980; gracias a esta peculiaridad no dejan de resultar fantasmagóricas las tomas que componen la película, en conjunto con una graciosa ejecución por el departamento de arte, y logra que en realidad parezca estar sucediendo todo en los años ochenta como material de origen.