¿Y si achican el gasto?

En momentos donde la inflación carcome la capacidad adquisitiva, la provincia impulsa un polémico impuesto para destinar al mantenimiento de caminos. El gasto público, por ahora, no se toca.

Federico Aguer

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En un breve repaso de la última década, asoma una preocupante tendencia al crecimiento de la matriz pública en detrimento de la privada.

A nivel nacional, entre 2004 y 2011 los ingresos del sector público pasaron de $300 mil millones a $555 mil millones a precios del 2011 (un 85% más). Como contracara, los gastos del sector público nacional pasaron de $270 a $585 mil millones (un 117% más). De un superávit de $30 mil millones en 2004, el sector público nacional pasó a un déficit de -$30 mil millones en el año 2011.

Según la consultora IDESA, esto se explica por un 34% de los subsidios económicos a empresas privadas y públicas deficitarias; un 24% por las jubilaciones sin aportes y 18% por el incremento del gasto asociado al empleo público. “El exceso de gasto público está muy por encima del aumento de la recaudación. Esto obliga a una masiva emisión monetaria, principal factor causante de la alta inflación”, sostiene.

En este escenario, el Gobierno de Santa Fe impulsa una tasa vial para el mantenimiento de rutas. Pretende cobrar 33 centavos más por litro de combustibles líquido o metro cúbico de gas natural comprimido. Se estima que con el mismo se podría recaudar $ 700 millones por año, duplicando el presupuesto de Vialidad Provincial.

El gasto total de la administración provincial creció desde el 2007 a 2012 el 278%, pero el gasto en Vialidad Provincial cayó un 2% (en 2007 representaba el 4,38% del gasto total provincial, y en 2012 sólo el 1,14%).

Los caminos rurales santafesinos no dan más. La optimización de una estructura vial de hace 50 años o más, para una producción que se multiplicó, requiere un debate de fondo, no de parches coyunturales que además incrementen el esquema tributario. El costo de la “corrección política” de dejar de sembrar en las banquinas de las rutas provinciales para dar paso a los yuyales, junto con el rol de los municipios y comunas, además de los comités de cuenca, son temas a analizar en profundidad con vistas al futuro inmediato.