llegan cartas

“En barrio Constituyentes estamos desesperados”

MÓNICA NOEMÍ ROMERO

DNI. 11.832.535

Escribo esta carta con dolor y desesperanza. Hace 30 años que vivo en barrio Constituyentes, en otros tiempos un lugar tranquilo, de gente de trabajo, comercial, con personas de distintas edades, que se va renovando día a día. Pero no escapamos a la situación de violencia salvaje que se vive en toda Santa Fe. No podemos -como señaló monseñor Arancedo- acostumbrarnos a vivir con “la espada sobre la cabeza”. Sufrimos principalmente los asaltos “exprés”, callejeros, sobre todo de los que van en motos, fundamentalmente a mujeres (en especial mayores) y jóvenes, y no sólo roban, sino que hieren a la víctima con un golpe o varios. También entran a las casas por los techos buscando una puerta abierta, una ventana mal cerrada o un lugar por donde ingresar.

Es terrible que una joven estudiante salga de la ducha, en su propia casa, camine a su habitación a buscar ropa y se encuentre con un delincuente parado, mirándola amenazante. No es posible que una persona que trabaja, que estudia, un ciudadano común intente tirarse de un balcón para escapar de la violencia o de la muerte. Hay tantos casos, cien, doscientos... los que se pidan. A su vez han vuelto a hacer llamados telefónicos de madrugada diciendo que un familiar está secuestrado y pidiendo rescate.

La ciudadanía necesita desesperadamente creer y confiar en la policía, es un deseo que nace del miedo y la impotencia del desamparo. He sido víctima personalmente de un robo en la calle y sé lo que se siente.

Nadie habla, ¡hay miedo! Porque muchos delincuentes están arraigados en este barrio y los vemos a diario, e inclusive a los que nos golpearon, nos quitaron el bolso, los teléfonos, etc.

En calle Francia, cerca de bulevar, existe lo que se denomina “aguantadero”: de ahí salen motos a “trabajar” diariamente. Sabemos quiénes son. Se dice que hubo algún allanamiento, pero no se encontró a nadie. Pregunto: ¿no se puede realizar un seguimiento, de cuándo llegan o se van?

He buscado ayuda en la vecinal del barrio pero nunca encontré a nadie de la comisión, para hacer una marcha, aunque parece que no da resultado, ¿qué se hace?, ¿qué hacemos? Si la policía no está capacitada o no tiene móviles para responder a la seguridad de esta ciudad, entonces que nos enseñen a defendernos. Tengo hijos y familia, amo este barrio, cuido este barrio, pero lamentablemente no escapamos a este salvajismo desenfrenado que impunemente nos arruina los días y las noches. A toda mi gente, a todos los santafesinos: no nos olvidemos de que en las últimas elecciones se habló mucho de la inseguridad y se prometió mucho. Cansémonos de hacer marchas, hagámonos escuchar, que nos vean, porque la calle la ganaron los malvivientes.