Dolorosa revelación

Carne: la Argentina que no fue

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Reino del revés. La política oficial fue cerrar las exportaciones, creyendo que así se impediría la suba del precio de la carne al consumidor. En 2011 la presidente lanzó “carne para todos” a valores que hoy parecen ficción.

Foto: Archivo

Según FIFRA, la cámara que agrupa a frigoríficos regionales, con sólo mantener la participación en el mercado internacional que tenía en los 80 el país podría haber generado hasta u$s6.000 millones extra, sólo en los últimos cuatro años.

 

Campolitoral

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Esta semana, en su último reporte mensual, la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (FIFRA) le puso número a las pérdidas que ocasionó la política nacional sobre exportaciones de carne vacuna. Desconcierta saber que, mientras hoy la administración federal se desespera por ingresar divisas, el sector podría haber aportado desde 2010 hasta u$s6.000 millones, monto que sin embargo no ingresó a la economía nacional. Para arribar a esa cifra, los técnicos Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre calcularon la facturación que hubiera generado el comercio exterior si el país mantuviera la presencia en los mercados internacionales que tenía antes de la intervención kirchnerista.

Ventaja Brasil

“Argentina ha perdido el protagonismo que supo lograr en los mercados internacionales de carne bovina y también ha desaprovechado el gran potencial productivo exportador de la cadena”, introduce le trabajo. Que a continuación detalla: “si el país hubiese mantenido el market share de 15 años atrás, las exportaciones de carne bovina habrían generado un flujo anual de US$ 2.400 millones y, si hubiese mantenido la participación de la década de los ‘80, un flujo de US$ 2.600 millones”.

Comparando los datos simulados con los efectivos, FIFRA afirma que “la cadena ha resignado al menos entre US$ 1.300 y US$ 1.500 millones anuales, un monto que al cabo de cuatro años (período 2010-2013) llega a US$ 5.200 - US$ 6.000 millones”.

La entidad también compara lo ocurrido en los países competidores, sobre todo Brasil que fue quien recorrió el camino inverso. “Luego de su episodio de crisis y devaluación de 1998-1999, Brasil logró concatenar 8 años de crecimiento continuado en sus exportaciones de carne bovina, logrando casi quintuplicar los volúmenes”, explican. En cambio, tras la crisis 2001-2002, Argentina “sólo logró expandir sus exportaciones durante 3 años (hasta 2005) y duplicar sus volúmenes; a partir de entonces las exportaciones han descendido a la mitad del punto de partida (2002)”.

Podría haber sido más

Los empresarios reflexionaron que el país no sólo ha perdido el protagonismo que supo lograr en los mercados internacionales sino que también ha desaprovechado el gran potencial productivo exportador de esta cadena, “resignando entre otras cosas un flujo muy importante de divisas que permitirían enfrentar la situación actual del mercado cambiario con mayor holgura”.

De acuerdo con información de INDEC y las estadísticas de comercio internacional de Naciones Unidas (COMTRADE) las exportaciones argentinas de carne bovina promediaron las 130 mil toneladas anuales durante los últimos cuatro años (2010-2013), con una generación de divisas del orden de los US$ 1.070 millones anuales.

Si se considera un mercado mundial de 7,8 millones de toneladas métricas anuales, con un valor de intercambio promedio de US$ 37.000 millones, la participación de mercado de Argentina se ubicó en el 1,7% medida en volúmenes y en el 2,9% medida en divisas durante estos últimos años.

“En un ejercicio de tipo contra fáctico, hipotético, resulta válido preguntarse qué generación de divisas habría logrado Argentina en este período reciente si hubiese sólo mantenido la participación en el mercado mundial que ostentara en décadas previas”, propone FIFRA.

En tal caso, si se hubiese mantenido el 6,6% de participación promedio en volúmenes que el país tuvo durante los 90, “las exportaciones de carne bovina habrían generado un flujo anual de US$ 2.400 millones”. Incluso si hubiese mantenido 7,1% de los 80, “las divisas generadas habrían ascendido a US$ 2.600 millones”. De ahí que en los últimos cuatro ejercicios podrían haberse facturado hasta u$s1.500 millones extra por año.

“Este último debe evaluarse como un escenario de mínima, ya que bajo otro contexto y condiciones, la cadena de la carne bovina argentina habría superado sin lugar a dudas las participaciones de mercado históricas”, concluyeron los autores.