De la comunidad científica

Dura advertencia por cambio climático

La comunidad científica internacional advirtió de manera taxativa que la contención del cambio climático pasa por un giro copernicano a nivel tecnológico, institucional y humano de inicio inmediato, implicación global y sustanciosas inversiones.

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Una gran cantidad de gases de efecto invernadero se sigue liberando, sin mayores tratamientos.

Foto: Archivo El Litoral

 

Juan Palop

EFE

La principal conclusión del informe político presentado hoy en Berlín por el denominado grupo de trabajo sobre mitigación del calentamiento global del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), un colectivo científico promovido por Naciones Unidas, es promover un giro copernicano.

“El tren de alta velocidad de la mitigación debe pronto salir de la estación y toda la comunidad global debe estar en él. Ese es el mensaje”, resumió en rueda de prensa el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri.

El documento, junto a dos anteriores presentados recientemente por el IPCC, pretende sentar las bases científicas, de cara a la negociación tendiente a forjar un acuerdo para 2015 que sustituya al Protocolo de Kioto.

El informe presentado hoy -un resumen de 33 páginas del análisis de más de 2.000 de este grupo de trabajo- subraya que “sólo un gran cambio institucional y tecnológico proporcionará una buena oportunidad de que el calentamiento global no supere” los dos grados centígrados, un límite sugerido por los expertos a partir del cual las consecuencias serían muy graves.

Esperanza mínima

Pese al “enorme reto” que esto supone, en palabras de Ottmar Edenhofer, uno de los tres copresidentes del denominado grupo de trabajo sobre mitigación, queda espacio para una “modesta esperanza”, porque la transformación necesaria es posible, como apunta el informe, “usando un amplio abanico de medidas tecnológicas y cambios de conducta”.

“Limitar el aumento de las temperaturas globales a los dos grados” implica según el texto “bajar las emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero entre un 40 y un 70 % en comparación con 2010 para mediados del siglo, y casi a cero para finales de siglo”.

Para llevar a cabo esta tarea de mitigación hay “muchos caminos diferentes” a nivel tecnológico, apuntó Edenhofer, que indicó que cualquier retraso en su puesta en marcha implicará un mayor coste y el empleo de técnicas más peligrosas.

Estas medidas van desde la reducción de emisiones ligadas a la producción y consumo energético en todas las actividades humanas (industria, transporte, agricultura, vivienda...), a frenar la deforestación y fomentar la reforestación, pasando por un cambio de las pautas individuales de conducta.